Los partidos de la oposición surcoreana presentaron un proyecto de ley para destituir al presidente Yoon Suk-yeol después de que éste impusiera un breve periodo de ley marcial, durante el cual las tropas irrumpieron en el edificio del Parlamento el 3 de diciembre.
Yoon alegó que la ley marcial era necesaria para proteger el libre orden constitucional y porque la oposición simpatizaba con Corea del Norte.
Pocas horas después de que el presidente declarara la ley marcial (desafiando la prohibición de actividades políticas), el Parlamento surcoreano, con 190 de sus 300 miembros presentes, aprobó por unanimidad una moción para que se levantara la ley marcial.
El presidente anuló entonces la declaración de ley marcial, unas seis horas después de su proclamación.
El 4 de diciembre, seis partidos de la oposición presentaron un proyecto de ley pidiendo la destitución de Yoon, alegando que su declaración de la ley marcial violaba la Constitución.
Se espera que el proyecto se someta a votación este mismo viernes, según informó la agencia de noticias Yonhap. El proyecto de ley requerirá el apoyo de dos tercios del parlamento antes de que se pueda proceder a la destitución.
El principal partido de la oposición, el Partido Democrático (PD), pidió la dimisión de Yoon.
«Se ha revelado claramente a toda la nación que el presidente Yoon ya no puede dirigir el país con normalidad. Debería dimitir», declaró Park Chan-dae, diputado del PD.
La oficina del presidente informó que varios ayudantes de Yoon han dimitido tras el levantamiento de la ley marcial, entre ellos el jefe de gabinete presidencial, el asesor de seguridad nacional, el jefe de gabinete de política y otros siete altos cargos, según Yonhap.
El ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, dijo el miércoles que dimitiría de su cargo y asumiría la responsabilidad de los acontecimientos que siguieron a la declaración. Reivindicó la responsabilidad del despliegue de tropas en el edificio.
Han Dong-hoon, líder del Partido del Poder Popular de Yoon, distanció al partido de la toma de decisiones del presidente.
«Como partido gobernante, pido disculpas al pueblo por la grave situación actual», dijo Han en declaraciones recogidas por el periódico surcoreano Kyunghyang Shinmun poco después de que el presidente revocara su decreto de ley marcial.
En la capital, Seúl, se han celebrado protestas pidiendo la dimisión de Yoon. La embajada de EE. UU. en Corea del Sur emitió una alerta el miércoles aconsejando a los ciudadanos estadounidenses que «eviten las zonas donde haya manifestaciones».
La embajada declaró que cancelará las citas consulares rutinarias para ciudadanos estadounidenses y solicitantes de visado en Corea del Sur el 4 de diciembre.
«Tras el anuncio del presidente Yoon de levantar la declaración de ley marcial, la situación sigue siendo fluida. Los ciudadanos estadounidenses deben anticiparse a posibles interrupciones», decía la alerta.
La sorpresiva declaración de la ley marcial a última hora del martes provocó un enfrentamiento con el Parlamento, que rechazó el intento de Yoon de imponer una prohibición de la actividad política. El decreto de ley marcial prohibió todas las actividades políticas, incluidas las de la Asamblea Nacional y las manifestaciones, y censuró medios de comunicación y publicaciones. En virtud de la ley marcial, las autoridades pueden registrar y detener sin orden judicial a los presuntos infractores.
El secretario general del Parlamento declaró que tras el decreto se desplegaron unos 280 efectivos, algunos de los cuales saltaron el muro para entrar en el edificio del Parlamento e irrumpieron en el recinto, según informaron los medios locales.
El Secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que Estados Unidos acogía con satisfacción la medida de Yoon de anular la orden.
«Estados Unidos ha seguido de cerca los acontecimientos de las últimas 24 horas en la República de Corea», declaró Blinken en un comunicado. «Seguimos esperando que los desacuerdos políticos se resuelvan pacíficamente y de acuerdo con el Estado de Derecho».
Ryan Morgan contribuyó a este reportaje
Con información de Reuters
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