El 3 de marzo, durante una reunión nacional del órgano consultivo político del Partido Comunista Chino, la clase dirigente de China reveló sus inquietudes sobre los desafíos políticos que se avecinan.
La Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC) está formada por más de 2000 miembros, en su mayoría personas de alto perfil de diferentes sectores, como ejecutivos de empresas, celebridades y atletas.
En el marco de la reunión política anual de “Lianghui” o “Dos Sesiones”, el jefe de la CCPPC, Wang Yang, presentó un informe de trabajo en el que enfatizó “muchos tipos de riesgos y desafíos graves y complejos”.
Asistieron todos los funcionarios de alto nivel, incluido el mandatario chino Xi Jinping y los otros seis miembros del máximo órgano decisorio del Partido, el Comité Permanente del Politburó.
En enero, Xi emitió una advertencia temprana durante su discurso de Año Nuevo de que “2019 verá tanto oportunidades como desafíos”.
Wang citó las palabras de Xi en un llamado a la CCPPC para “aumentar la conciencia de las dificultades y peligros por delante, y comprender la esencia de la ‘estabilidad’”. El Partido suele mencionar a la estabilidad de su régimen como una prioridad, especialmente al justificar sus campañas para sofocar la disidencia.
Esta es la última de una serie de advertencias que los funcionarios de alto nivel de China difundieron recientemente, al tiempo que el declive de la economía desafía la afirmación del Partido de que su régimen está llevando prosperidad a la población.
Apenas unas semanas antes, el 22 de febrero, durante una sesión de estudio para el Politburó de 25 miembros, Xi enfatizó que el Partido enfrentaba “grandes riesgos en todos los frentes”. Declaró que los funcionarios serían responsables si los peligros no se manejaban bien y se convertían en “amenazas reales”.
El 21 de enero, en una conferencia para funcionarios provinciales y ministeriales, Xi pronunció un discurso en el que dio instrucciones a los cuadros para prevenir y controlar siete riesgos: “riesgo político, riesgo ideológico, riesgo económico, riesgo científico y tecnológico, riesgo social, riesgo ambiental exterior, y riesgos para la construcción del Partido”.
Xi aludió a la gravedad de los problemas económicos del país en una referencia a los incidentes del “cisne negro” –acontecimientos imprevistos con un gran impacto, como la actual disputa comercial con Estados Unidos.
El Partido se encuentra en medio de problemas nacionales e internacionales.
La tasa de crecimiento del PIB de China alcanzó el nivel más bajo desde 1990, el gasto de consumo se debilitó, las administraciones locales tienen dificultades para pagar las deudas masivas acumuladas a lo largo de los años, y la deuda de los hogares alcanzó un nivel récord, ya que los ciudadanos luchan por pagar los préstamos hipotecarios.
Mientras tanto, grupos de derechos humanos y peticionarios organizan continuamente manifestaciones a gran escala.
A nivel internacional, la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue sin resolverse. Las empresas extranjeras están saliendo de China para evitar los aranceles de EE.UU. Mientras tanto, los expertos predicen que el sector exportador de China pronto experimentará despidos a gran escala si la disputa comercial continúa.
El 1 de marzo, en una entrevista con la Voz de América, el economista chino Cheng Xiaonong, radicado en Estados Unidos, analizó que los problemas económicos que enfrenta China serán el mayor riesgo del Partido dado su amplio efecto, mientras que el analista Chen Pokong dijo que la mención de “riesgos políticos” indica que internamente, el Partido está experimentando luchas internas.
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