«Lo que estamos viendo en este momento es una China que está arremetiendo contra todos», dijo el analista chino Gordon Chang.
Además de sus invasiones en Hong Kong y el primer choque fronterizo fatal con la India en 45 años, «se han producido choques de barcos y otros incidentes en el Mar del Sur de China y el Mar del Este de China; el aumento del ritmo de las intercepciones peligrosas de la Marina de EE.UU. en aguas internacionales; las repetidas amenazas de invadir Taiwán; todas estas palabras hostiles, estas campañas de desinformación dirigidas contra Estados Unidos y otros», dijo Chang.
El régimen comunista chino se ha vuelto cada vez más beligerante a nivel mundial y «cree que puede hacer lo que quiere», dijo Chang, en una entrevista con La Gran Época para el programa «American Thought Leaders».
«Tenemos que enseñarle a China por primera vez que nuestras advertencias realmente significan algo», dijo Chang.
Para él, la situación actual se asemeja a lo ocurrido a fines de la década de 1930, cuando la Alemania nazi se volvió cada vez más descarada, remilitarizando su frontera de Renania con Francia, en violación del Tratado de Versalles, anexando Austria, tomando Checoslovaquia y exigiendo territorio a Lituania y Polonia.
«Llegamos al verano de 1939. Hitler amenaza con invadir Polonia», mientras que Gran Bretaña y Francia advierten que declararían la guerra a Alemania. «Sabemos por los archivos alemanes que Hitler no creía en Londres y París. ¿Y por qué debería hacerlo? dijo Chang. «Emitían estas series de advertencias y no hacían nada al respecto».
Del mismo modo, «el riesgo de error de cálculo por parte de China es extremadamente alto, especialmente porque tienen un líder agresivo», dijo Chang. «Este es un momento extremadamente peligroso».
Una ley de seguridad nacional «draconiana»
El 30 de junio, el parlamento títere de Beijing aprobó una ley de seguridad nacional que penaliza la secesión, la subversión, el terrorismo y la colusión con las fuerzas extranjeras en Hong Kong. En efecto, «le da a Beijing el derecho de hacer lo que quiera», dijo Chang.
«La gente dice, y creo que tienen razón, que esto no es solo una ley. Este es el fin de la ley”, dijo Chang.
Después de que se aprobó la ley, Beijing convirtió rápidamente un hotel de rascacielos en la sede de una nueva y poderosa agencia de seguridad estatal, que puede operar sin restricciones de la ley de Hong Kong o de las autoridades locales. Algunos críticos la han comparado con la Gestapo.
Beijing ha emitido nuevas reglas que otorgan a la policía de Hong Kong amplios poderes para implementar la ley de seguridad nacional, incluyendo «búsquedas sin orden judicial, congelamiento de activos; pueden exigir que las compañías de internet eliminen contenido; pueden exigir que las organizaciones fuera de Hong Kong entreguen material, aunque no sé cómo van a hacer cumplir eso. Pero, no obstante, sus poderes son extremadamente amplios», dijo Chang.
«Y como vamos a descubrir, sus poderes se irán ampliando cada vez más».
Ataques implacables
Mientras que pone freno a las libertades en Hong Kong, el régimen chino también está participando en una campaña sostenida de espionaje y subversión en Estados Unidos, señaló Chang.
«Todos los días, estamos sujetos a un desafío existencial producido por China», dijo Chang.
En un discurso del 7 de julio, el director del FBI, Christopher Wray, reveló que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) abre, aproximadamente, cada diez horas una nueva investigación relacionada con China. Añadió que casi la mitad de las casi 5000 investigaciones de contrainteligencia del FBI están relacionadas con China, contrarrestando de esta forma los esfuerzos del régimen chino para robar tecnología estadounidense e influir en los encargados de formular políticas estadounidenses.
El robo de propiedad intelectual chino le cuesta a la economía de EE.UU. más de USD 225,000 millones anuales, y puede ascender a USD 600,000 millones, según un informe de la Comisión sobre el robo de propiedad intelectual estadounidense.
Las aplicaciones de propiedad china, como TikTok, se enfrentan a un mayor escrutinio a nivel mundial, ya que los expertos dicen que pueden usarse para recopilar datos para el Partido Comunista Chino. De acuerdo con la ley china, todas las empresas chinas están obligadas a cooperar con las operaciones de inteligencia chinas y entregar información, si se les solicita.
Los investigadores de seguridad han encontrado que TikTok accede en secreto al portapapeles en los teléfonos Apple. Esto significa que TikTok puede ver cualquier texto que un usuario haya copiado en el portapapeles, incluida información potencialmente confidencial.
«Todos estos datos que acumula TikTok y otras aplicaciones chinas se envían a los sistemas de inteligencia artificial de China», dijo Chang. «Cuantos más datos pongas en un sistema de inteligencia artificial, mejor funcionará».
Tal información también es, probablemente, utilizada por el régimen para identificar posibles objetivos y vulnerabilidades para explotar, dijo Chang.
En 2015, piratas informáticos, patrocinados por el estado chino, robaron 21,5 millones de verificaciones de antecedentes de la Oficina de Administración de Personal de EE.UU. que contenían información sobre empleados actuales y antiguos. Ese mismo año, los piratas informáticos chinos violaron los sistemas del gigante de la salud Anthem, robando la información médica personal de casi 80 millones de estadounidenses.
«China está atacando implacablemente a la sociedad estadounidense», dijo Chang. Y «la única forma de protegernos es desacoplándonos [de ellos]».
Un régimen de dos caras
El 9 de julio, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, pidió una «coexistencia pacífica» con Estados Unidos y dijo que «China nunca tiene la intención de desafiar o reemplazar a Estados Unidos y no tiene la intención de entablar una confrontación total con EE.UU.».
Chang no estaba convencido. «Esta es siempre la línea de China: Que quieren cooperar. Creen en una humanidad compartida, todo lo demás». Pero las acciones hablan mucho más que las palabras, dijo Chang.
«Hemos visto ataques implacables contra la república estadounidense y, de hecho, contra la comunidad internacional en general», dijo Chang.
Además de su agresión a nivel mundial, el Partido Comunista Chino está cometiendo crímenes contra los derechos humanos de su propia población, desde los tibetanos hasta los uigures, dijo Chang. En Xinjiang, el régimen obligó a los uigures a someterse a procedimientos de aborto o esterilización y encarceló a, al menos, un millón de uigures, lo que, en opinión de Chang, equivale a genocidio.
«Es importante que Estados Unidos y otros países comiencen a cortar sus relaciones con China, porque no podemos permitirnos lidiar con un régimen como ese», dijo Chang.
El encubrimiento de varias semanas del brote de coronavirus del régimen, que facilitó la propagación de una devastadora pandemia mundial, es una evidencia más de que las autoridades chinas nunca pueden ser confiables, en opinión de Chang.
«Creo que la única forma en que China puede recuperar la confianza de Estados Unidos y de la comunidad internacional es deshacerse del comunismo, establecer una democracia multipartidista y una economía libre», dijo Chang.
“Queremos trabajar con China. Queremos ver a China triunfar y prosperar. Pero no queremos ver a un régimen militante apoderarse del mundo».
Irene Luo es coautora de este artículo
American Thought Leaders es un programa de La Gran Época disponible en Facebook, YouTube y en el sitio web de La Gran Época.
Sigue a Jan en Twitter: @JanJekielek
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“Guerra sin restricciones” del régimen chino contra occidente
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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