Solo días después de que los medios de comunicación reportaran que un número sin precedentes de corporaciones anunciaron que no podrán pagar los bonos que deben, el régimen chino anunció que los gobiernos locales pueden emitir bonos para pagar las deudas que madurarán en 2018 –lo que resalta la enormidad del problema de deuda de China.
La política fue anunciada el 15 de mayo por el Ministerio de Finanzas y esencialmente permitirá a las autoridades locales seguir cubriendo su deuda con más deudas.
El régimen chino permitió esta práctica también en 2014. En 2015, las autoridades centrales emitieron bonos de gobiernos locales para reemplazar la cuantía de la deuda que debían las autoridades locales, como una forma de reducir la carga de los intereses.
Según datos del Consejo de Estado de China, entre 2015 y 2017, el reemplazo de deuda bajó la carga de intereses en 1,2 billones de yuan (alrededor de U$S 188 mil millones)
Mientras tanto muchas de las grandes empresas de China –algunas de las cuales están públicamente cotizadas– ya han declarado que no podrán pagar los bonos este año, incluido el Grupo de la Industria del Carbón de Sichuan y el Grupo de Herramientas Mecánicas de Dalian, ambos de propiedad estatal; el Grupo del Puerto de Dandong, que maneja el puerto ubicado en la frontera con Corea del Norte; el Grupo de Construcción de Ciudades de China, una empresa de ingeniería de construcción; y la Compañía de Seguridad y Fuego de China, una empresa especializada en sistemas de seguridad, según informó un reportaje del periódico estatal China Securities Journal.
Desde comienzos de este año hasta el 7 de mayo, 19 empresas declararon que no podrán pagar sus bonos corporativos, según información de la base de datos financiera china Wind. El valor total de los bonos era de 14,35 mil millones de yuanes (alrededor de U$S 2,25 mil millones), un aumento del 20 por ciento en relación al mismo período el año pasado. El número de empresas declarándose en default también aumentó en un 19 por ciento en relación al mismo período el año pasado.
Según el China Securities Journal, un total de 5 billones de yuanes (alrededor de U$S 784 mil millones) en bonos corporativos crediticios madurarán este año –el número más alto hasta ahora.
Pero debido a la reducción del endeudamiento y al reciente ajuste que hizo el régimen chino al mercado de bienes raíces y otros sectores, el pago de la deuda podría conllevar riesgos. El Journal advirtió que el riesgo podría crecer más allá de una empresa individual declarándose en default y causar una crisis financiera de gran escala en todo el sistema.
La edición de Shanghai del Journal, Shanghai Securities News, reportó el 10 de mayo que los préstamos a corto plazo también estaban en problemas. Según datos de Wind, 116 bonos a corto plazo –pagables dentro de un año– fueron cancelados o pospuestos desde principio de año. El valor ascendió a 63,94 mil millones de yuanes (alrededor de U$S 10 mil millones). Sorprendentemente, la mayoría de esos deudores poseía evaluaciones AA o AA+.
A fines del año pasado, la evaluación de la estabilidad financiera de China hecha por el Fondo Monetario Internacional (FMI) descubrió que la deuda total del país –incluyendo el gobierno central y local, las corporaciones y los hogares– ascendía a 2,55 veces su PIB (Producto Interno Bruto).
El reporte del FMI advirtió contra del continuo apoyo financiero del régimen chino a favor de empresas inviables en bancarrota, como las empresas estatales mencionadas más arriba, que declararon anteriormente que no podrán pagar sus bonos.
Según estimaciones del economista chino radicado en EE. UU., el Dr. Cheng Xiaonong, de las 31 provincias y municipalidades gobernadas directamente de China, 25 están en deuda y sobreviven dependiendo de fondos de las autoridades centrales.
Liu Yi contribuyó a este reportaje.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.