Con pocas excepciones, Texas prohibirá los abortos el 25 de agosto, cuando entre en vigor la ley estatal sobre el aborto.
El 26 de julio, la Corte Suprema de EE. UU. emitió su sentencia oficial en el caso Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization, que anuló el caso Roe vs Wade. La sentencia despeja el camino para la «ley desencadenante» de Texas, que prohíbe casi todos los abortos en un plazo de 30 días.
La legislatura, dirigida por los republicanos, aprobó el año pasado una ley desencadenante en el caso de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara el caso Roe contra Wade, el caso histórico de 1973 que legalizó el aborto.
En virtud de esta ley, el proyecto de ley 1280 de la Cámara de Representantes de Texas, los médicos que practiquen abortos podrían enfrentarse a cadena perpetua y a multas no inferiores a 100,000 dólares.
La ley no hace excepciones para las mujeres que se quedan embarazadas por violación o incesto, o si existen anomalías fetales graves o potencialmente letales. Solo las mujeres que se enfrenten a la muerte o a un «deterioro sustancial de una función corporal importante» podrán acceder al aborto legalmente en Texas.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, elogió la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que desencadenó la nueva ley de aborto del estado.
«Texas siempre luchará por los inocentes no nacidos, y seguiré trabajando con la legislatura de Texas y todos los texanos para salvar a todos los niños de los estragos del aborto y ayudar a nuestras futuras madres que lo necesiten», dijo Abbott en un comunicado tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos el 24 de junio.
Los demócratas de Texas han prometido en un comunicado convertir Texas en un estado azul y anular la «distópica y extremista» ley del aborto del estado. Esperan que el fallo motive a sus bases para que se decanten por el demócrata Beto O’Rourke, que desafía a Abbott en la carrera por la gobernación este otoño.
Texas se convirtió en líder de la legislación provida el año pasado cuando aprobó la Ley de latidos de Texas, que prohibía los abortos después de unas seis semanas de embarazo. La ley ofrecía un creativo mecanismo de aplicación que permitía a los ciudadanos particulares interponer demandas contra cualquiera que ayudara a realizar un aborto prohibido.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton (republicano), cerró sus oficinas al anunciarse el mes pasado en conmemoración de la decisión del alto tribunal. En un comunicado, Paxton dijo que los cierres honran a «casi 70 millones de bebés no nacidos asesinados en el útero desde 1973».
La Legislatura de Texas también financió el programa Alternativas al Aborto, que recibió 100 millones de dólares para el bienio. Este programa ayuda con pañales, leche de fórmula, asientos para el auto y clases sobre el embarazo y la crianza de los hijos.
Mientras tanto, los demócratas del estado se preparan para una batalla en las urnas, según Hannah Roe Beck, codirectora ejecutiva del Partido Demócrata de Texas.
«Es más importante que nunca que elijamos a Beto O’Rourke como gobernador, que demos la vuelta a la Legislatura de Texas y que elijamos a los demócratas de arriba a abajo que revocarán las leyes draconianas y brutales de Greg Abbott que imponen la voluntad de una pequeña minoría a la totalidad de nuestro estado», dijo en un comunicado de junio.
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