Un reciente resurgimiento del virus del PCCh en la capital de China ha obligado a que los altos funcionarios adviertan que una situación peor aún está por venir.
Las autoridades han cerrado todos los complejos en los vecindarios a partir del 17 de junio, luego de que surgieran docenas de casos en el inmenso mercado de alimentos de Xinfadi. Beijing ahora está luchando por controlar los movimientos dentro y fuera de la ciudad, paralizando los trenes y cancelando casi el 70 por ciento de los vuelos en sus dos aeropuertos internacionales. Todas las clases escolares han sido suspendidas.
Beijing informó oficialmente 137 nuevas infecciones a partir del 17 de junio, incluido un incremento de 33 casos en un lapso de 24 horas. En el pasado, las autoridades no han reportado el número real de casos; no obstante, el brote llevó a que las autoridades de salud realizaran pruebas masivas. El aumento es especialmente preocupante dado que China ha tomado medidas extraordinarias para mantener al virus fuera de su centro político.
“El brote del virus en Beijing todavía está en una tendencia al alza. El riesgo de propagación del virus es significativo y controlarlo es difícil”, dijo Pang Xinghuo, subdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de la ciudad, en una conferencia de prensa.
La nueva ola de infecciones de la semana pasada llevó al líder chino Xi Jinping a declarar que el control de virus es la «tarea más importante y más urgente», de acuerdo con los informes de los medios estatales de una reunión política del 16 de junio en Beijing.
Al observar el fuerte aumento de los casos, Yang Zhanqiu, profesor del laboratorio de virología de la Universidad de Wuhan, sospechó que el virus podría haber resurgido como más contagioso que el de Wuhan. El virus se multiplica más rápidamente en invierno y el calor del verano debió haber dificultado el crecimiento del virus, dijo Yang a los medios estatales.
Si la cepa de Beijing es más contagiosa, esto presentaría nuevos desafíos para crear una vacuna efectiva, señaló.
El brote en Bejing se ha extendido a al menos otras cuatro provincias en todo el país debido a las personas que viajan a Hebei, la provincia vecina nororiental de Liaoning, Sichuan al suroeste y Zhejiang a la costa este de China. Varias otras provincias han establecido restricciones para los viajeros de Beijing.
Ciudad al límite
El creciente contagio, que según las autoridades surgió del suburbio sur de Beijing, está obligando a los residentes como la Sra. Chen a volver al aislamiento en casa luego de semanas de una regulación más flexible.
«Es tan aterrador», dijo Chen a The Epoch Times el 16 de junio, y agregó que una vez más los residentes deben escanear el código de salud en sus teléfonos para ingresar o salir de su complejo residencial. «Estaba empezando a pensar que casi había terminado, pero de repente se tensa de nuevo».
Unas 356,000 personas en Beijing se han sometido a las pruebas para el virus. Chen, quien vive en el distrito de Chaoyang, dijo que ha estado comprando la mayoría de sus alimentos online para evitar salir.
«No se ve mucha gente en las calles ahora», dijo. Ella ha dejado de comer pepinos crudos, el cual era su aperitivo de verano, por temor a que provenga del mercado de Xinfadi, que según las autoridades es la fuente del nuevo brote. También se mantiene alejada de la carne y los mariscos, ya que las autoridades chinas culpan al salmón importado por el brote luego de detectar el virus en una tabla de cortar salmón en el mercado, incluso cuando los expertos han dicho que el pescado contaminado no puede transmitir la enfermedad.
La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Noruega ha dicho que no hay evidencia que indique que los peces puedan estar infectados. El 17 de junio, el ministro de pesca y mariscos del país nórdico dijo que pueden «despejar la incertidumbre» de que su salmón podría ser la fuente.
Si bien Chen no ha estado en el mercado de Xinfadi, no puede estar segura de si ha consumido alimentos del mercado, ya que los camiones de Xinfadi frecuentan vecindarios, incluido el suyo, para vender verduras, dijo.
«Su cobertura es enorme», añadió.
Almacenamiento
Los precios de los alimentos se han multiplicado por cinco en los últimos días, dice Li, quien vive en el distrito de Shijingshan, en la parte occidental de Beijing.
Los residentes asustados han vaciado los estantes de verduras en el supermercado cerca de su casa, dijo en una entrevista. Él se ha abastecido con cientos de libras de arroz y 100 litros (aproximadamente 26 galones) de agua luego de leer sobre una posible escasez de alimentos, y está persuadiendo a sus amigos para que hagan lo mismo.
Li lo comparó con la compra de un seguro.
«Por supuesto que no quieres ver accidentes, pero si ocurren, al menos no estarás completamente en pérdida», dijo.
Uno de sus amigos está actualmente haciendo la cuarentena en casa mientras espera los resultados de sus pruebas. Li, a quien no se le ha pedido que se haga la prueba, cuestionó si los resultados de la prueba serían significativos. Se necesitarían cientos de días para que Beijing revise a todos sus más de 21 millones de residentes, dada que la capacidad actual de realización de prueba diaria es de 90,000, señaló.
«Ni siquiera puedo empezar a imaginarlo», dijo. «No hay garantía de que puedan mantener el brote bajo control».
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
Descubra
China se prepara para una segunda ola del virus, advierten que el brote se expandirá | China en Foco
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.