El sarampión reaparece, pero nunca desaparece del todo

Por Dr. Sean Lin, Jacky Guan
13 de julio de 2023 1:10 PM Actualizado: 13 de julio de 2023 1:10 PM

Opinión

La amenaza mundial de los brotes de sarampión se hace latente. A pesar de los importantes avances en el control del sarampión, los brotes siguen surgiendo en diversas regiones, poniendo en peligro la salud pública en todo el mundo.

En Europa, donde muchos países han perdieron su estatus de eliminación del sarampión en los últimos años, se notificaron más de 900 casos solo a finales de febrero, superando el total de 2022. En Estados Unidos, donde el virus se declaró eliminado en 2000, se notifican anualmente docenas, a veces cientos, de casos, con picos notables cada pocos años.

Las bajas tasas de vacunación, a menudo señaladas como la principal razón de los brotes locales, no cuentan toda la historia.

¿A qué se debe exactamente este repunte? ¿Qué factores contribuyen a la recurrencia del sarampión y qué estrategias pueden aplicarse para hacer frente a la situación?

Sarampión: Un reto complejo ante el resurgimiento mundial

El sarampión, también llamado rubéola, se propaga principalmente en forma de partículas en el aire, lo que supone un riesgo importante de transmisión. Sin embargo, su capacidad para sobrevivir en superficies durante más de dos horas lo hace aún más preocupante, ampliando su ventana de infecciosidad. Una persona con sarampión puede transmitir el virus al 90 por ciento de las personas con las que entra en contacto.

Antes de 1963, se producían con regularidad brotes de sarampión a gran escala que infectaban a millones de personas a la vez. Se cree que la aplicación de medidas sanitarias preventivas, como la vacunación, y la mejora del sistema de atención sanitaria condujeron a la eliminación del virus en Estados Unidos y muchos otros países hace dos décadas.

Sin embargo, incluso en el año 2000, se estimaba que las muertes por sarampión en el mundo rondaban las 733,000. En 2021, se calcula que se produjeron 9 millones de casos de sarampión y 128,000 muertes en todo el mundo, y que 22 países tuvieron que hacer frente a brotes importantes que continúan en la actualidad.

Distribución de casos de sarampión por mes y región de la OMS de 2018 a 2023, según los datos recibidos 2023-06. (OMS)
Distribución de casos de sarampión por mes y región de la OMS de 2018 a 2023, basada en datos recibidos en junio de 2023. (OMS)

El resurgimiento del sarampión ha sido una preocupación creciente durante décadas, y 10 países que anteriormente lograron la eliminación del sarampión experimentaron brotes perturbadores en 2016. Desde principios del 2023, se notificaron casos de sarampión en 17 países de la Región de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, en los dos primeros meses del 2022, los casos de sarampión notificados experimentaron un asombroso aumento del 79 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2021.

Aunque la mayoría de los brotes afectan principalmente a zonas de África y Asia debido a las deficientes condiciones sanitarias en regiones subdesarrolladas, algunos sugieren una posible relación con la actual pandemia COVID-19 debido al retraso en la vacunación. Sin embargo, el sarampión es difícil de contener debido al papel que desempeñan los viajes y las migraciones en su propagación.

El sarampión plantea un reto importante debido a la ausencia de un tratamiento antiviral dirigido contra el virus. En consecuencia, las intervenciones médicas se centran principalmente en el tratamiento de los síntomas y el alivio de las complicaciones. Un síntoma común del sarampión es la fiebre alta, que suele tratarse con medicamentos de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol.

El reto reside en mantener la eliminación del sarampión, ya que ninguna región logró mantener la erradicación a largo plazo.

Fases y posibles complicaciones

La infección por sarampión progresa a través de tres fases distintas:

1. Fase de incubación: Esta fase inicial dura aproximadamente de 10 a 14 días, sin que se presenten síntomas. El virus se replica silenciosamente en el organismo.

2. Fase prodrómica: Tras el periodo de incubación, aparece la fase prodrómica, que dura de dos a cuatro días. Aparecen síntomas como fiebre alta, tos, secreción nasal y pequeñas manchas blancas (manchas de Koplik) en el interior de las mejillas.

3. Fase eruptiva: La fase de erupción es una característica distintiva del sarampión y suele durar de 2 a 4 días. Comienza en la cara y posteriormente se extiende hacia abajo por todo el cuerpo.

El sarampión puede ser muy agotador para la persona infectada. En Estados Unidos, aproximadamente 1 de cada 4 pacientes de sarampión requiere hospitalización, y la infección se cobra la vida de entre una y tres personas por cada 1000 casos. Además, el sarampión puede provocar complicaciones graves.

Las complicaciones más graves incluyen ceguera, inflamación cerebral (encefalitis), diarrea grave y mayor vulnerabilidad a otras infecciones. Los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 30 y las personas desnutridas corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves a causa del sarampión.

El impacto de la pandemia en los esfuerzos de vacunación

A finales del 2021, la OMS emitió un aviso advirtiendo de la amenaza de la pandemia para los progresos realizados contra el sarampión en todo el mundo. La iniciativa mundial pretendía reducir el sarampión al mínimo en todo el mundo, pero en 2022, aproximadamente 40 millones de niños vulnerables seguían siendo susceptibles al sarampión porque no habían recibido una dosis de vacuna.

Durante la pandemia, las campañas de vacunación contra el sarampión sufrieron importantes retrasos debido a interrupciones en las cadenas de suministro y otros factores. En 2021 se perdieron o se pospusieron unos 61 millones de dosis de vacunas en todo el mundo. En la actualidad, casi 40 países, principalmente en Asia y África, están declarados en riesgo de brotes de sarampión.

El impacto de la pandemia de COVID-19 se extendió más allá del sarampión, afectando a los esfuerzos de vacunación contra diversas enfermedades contagiosas como la fiebre amarilla, la poliomielitis y la tuberculosis. Sin embargo, a pesar de la rigurosa campaña de vacunación llevada a cabo en algunos países, enfermedades infecciosas como el sarampión han ido en aumento durante bastante tiempo. ¿Cómo se explica esto?

Las campañas de vacunación no pueden eliminar el sarampión

Las vacunas contra el sarampión se clasifican principalmente en dos tipos:

1. La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR): La vacuna triple vírica es una vacuna combinada que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Se administra en dos dosis, normalmente entre los 12 y los 15 meses y entre los 4 y los 6 años de edad, y contiene virus vivos debilitados para cada enfermedad, lo que proporciona inmunidad duradera contra el sarampión.

2. Vacuna contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela (SPRV): Otra vacuna combinada, protege contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela. Al igual que la triple vírica, contiene virus vivos debilitados y se suele utilizar como alternativa a las vacunas triple vírica y contra la varicela por separado para niños de 12 meses a 12 años. Suele administrarse en dos dosis.

Los casos de irrupción, en los que personas vacunadas contraen el virus, pueden darse en zonas con tasas de vacunación bajas (menos del 10 por ciento de los casos) e incluso en zonas con tasas altas (más del 10 por ciento de los casos). Estos casos pueden deberse a un fallo primario de la vacunación (rechazo completo de la vacuna por el organismo) o a un fallo secundario de la vacunación (disminución de la inmunidad).

Brotes de sarampión después de la vacunación

Los estudios sobre brotes de sarampión arrojaron resultados dispares, con pruebas que demuestran tanto la eficacia de la vacuna para prevenir la propagación como casos de adquisición del virus entre individuos vacunados.

Varias cuestiones intrínsecas pueden dar lugar a brotes de infecciones tras la vacunación:

-Fallo de la vacuna: Aunque la vacuna contra el sarampión es muy eficaz, no es 100 por ciento infalible. En un pequeño porcentaje de individuos, la vacuna puede no proporcionar una inmunidad completa o disminuir con el tiempo. Esto puede dejar a la persona susceptible de infección si entra en contacto con el virus del sarampión.

-Momento o dosis inadecuados: La eficacia de la vacuna contra el sarampión depende de factores como el calendario. Seguir el calendario recomendado de dos dosis es vital para una protección óptima. La vacunación incompleta o los retrasos entre dosis aumentan el riesgo de infecciones intercurrentes.

-Desajuste de cepas: Las cepas del virus del sarampión pueden variar de una región a otra y de una época a otra, lo que puede dar lugar a brotes infecciosos si una persona vacunada se encuentra con una cepa distinta de la que es objeto de la vacuna. Sin embargo, la vacuna ofrece un cierto grado de protección cruzada contra diversas cepas.

-Factores del sistema inmunitario: Los problemas de salud subyacentes o determinados medicamentos que debilitan el sistema inmunitario pueden aumentar la susceptibilidad a las infecciones primarias. La edad también influye en la respuesta inmunitaria, ya que los lactantes y los niños pequeños presentan una respuesta menos sólida a la vacuna.

Abordar los factores del sistema inmunitario para la prevención del sarampión

El impacto de los factores del sistema inmunitario en la salud pública requiere una seria consideración en medio del aumento de los casos de sarampión en los últimos 10 años. Tenemos que examinar las condiciones generales de salud de la población. La gente tiende a culpar del aumento de patógenos víricos a las malas condiciones sanitarias, al fracaso de las campañas de vacunación o de los controles de infección, y a los viajes internacionales.

Sin embargo, debemos considerar si estamos más sanos con nuestros estilos de vida actuales. ¿Estamos consumiendo dietas nutritivas? ¿Descansamos y dormimos lo suficiente? ¿Hacemos algo que pueda dañar nuestro sistema inmunitario a sabiendas o sin saberlo?

Confiar únicamente en el aumento de las campañas de vacunación puede no ser óptimo para lograr la inmunidad de rebaño. La auténtica inmunidad de rebaño debería establecerse de forma más natural, mejorando el estilo de vida, adoptando una dieta mejor y aplicando enfoques de prevención naturales y holísticos.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.


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