El 8 de febrero, el Senado hizo avanzar un proyecto de ley complementario para ayudar a Israel, Ucrania y la región Indo-Pacífica y hacer frente a la crisis del fentanilo en Estados Unidos, un día después de no lograr que se aprobara un proyecto similar que incluía disposiciones sobre la frontera e inmigración.
La votación para pasar a debatir el complemento de 95,300 millones de dólares fue de 67 votos a favor y 32 en contra, con lo que se alcanzó el umbral de 60 votos necesario para que avanzara. Sin embargo, la aprobación final no está garantizada, ya que habrá un proceso de enmiendas; por tanto, es probable que falten semanas para la votación final.
Incluye 60,000 millones de dólares en ayuda para Ucrania en medio de su guerra con Rusia, y 14,100 millones de dólares para Israel ante su último conflicto con el grupo terrorista Hamás.
El segundo complemento llega después de que el complemento inicial de 118,000 millones de dólares fuera bloqueado por todos los republicanos excepto cuatro y por cuatro demócratas y el senador Bernie Sanders (I-Vt.), que forma parte de los demócratas.
El proyecto de ley inicial incluía 60,000 millones de dólares en ayuda a Ucrania y 14,100 millones para Israel, además de medidas de seguridad fronteriza e inmigración.
La derrota del proyecto se esperaba tras la creciente oposición de los republicanos del Senado, que se mostraron en desacuerdo con las políticas fronterizas, lo que obligó al líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), a reconocer que el proyecto no tenía ninguna posibilidad de convertirse en ley.
Más tarde el mismo día, en una votación de 58-41, el Senado despejó un paso inicial de procedimiento para avanzar en el plan B de la cámara: un paquete de seguridad nacional que contiene fondos para Ucrania, Israel y Taiwán sin ninguna disposición sobre la frontera.
Los republicanos del Senado explicaron a los periodistas por qué votaron en contra de iniciar el debate sobre el paquete sobre la frontera y Ucrania. Muchos se opusieron a una disposición específica que obligaba a cerrar la frontera si se alcanzaban los 5000 cruces ilegales diarios en una semana determinada.
El senador Markwayne Mullin (R-Okla.) dijo que el presidente Joe Biden ya tiene autoridad para cerrar la frontera.
El senador Josh Hawley (R-Mo.) dijo que esto beneficia a las empresas, citando el respaldo de la Cámara de Comercio a la medida, y que hace que la situación en la frontera «empeore».
La saga que rodea el acuerdo sobre la frontera también despertó el descontento entre los senadores republicanos con el liderazgo del Sr. McConnell.
El senador Ted Cruz (R-Texas) dijo que era hora de que el líder de la minoría dimitiera.
Sin embargo, no todos los republicanos están de acuerdo con traicionar al Sr. McConnell debajo.
«Creo que hacemos demasiado de todas estas cosas», dijo el senador Thom Tillis (R-N.C.) a los periodistas. «Así que todo es notable».
«Realmente creo que este lugar es como un episodio de ‘Star Trek'», continuó, refiriéndose al Senado. «Cincuenta y cinco minutos de drama. Ha muerto alguien intrascendente. Problema resuelto. A navegar a la siguiente galaxia. Creo que la gente puede sacar mucho provecho de algún punto de inflexión en el cambio de liderazgo… Yo simplemente rechazo todas esas cosas”.
Sr. Tillis defendió el Sr. McConnell, diciendo que «está haciendo un buen trabajo».
El senador Lindsey Graham (R-S.C.) eludió la pregunta sobre el liderazgo de McConnell.
«Me interesa asegurar nuestra frontera», dijo a The Epoch Times.
El acuerdo fronterizo, ahora bloqueado, fue negociado entre los senadores James Lankford (R-Okla.) Chris Murphy (D-Conn.) y Kyrsten Sinema (I-Ariz.).
El expresidente Donald Trump, favorito en las primarias presidenciales del Partido Republicano, se mostró en contra del complemento inicial.
Las disposiciones sobre la frontera en el complemento inicial proporcionaron una autoridad de emergencia para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para cerrar la frontera si se alcanza un promedio de 4000 encuentros diarios durante una semana.
Sin embargo, si la media de encuentros alcanza los 5000 al día durante el mismo periodo, el secretario del DHS deberá cerrar la frontera.
El acuerdo también limitó la autoridad de libertad condicional del presidente Biden, un poder que le da la capacidad de permitir la entrada de más inmigrantes ilegales en el país, y elevó el listón legal para el examen inicial de las solicitudes de asilo.
También habría acelerado el tiempo de tramitación del asilo de muchos años a seis meses.
El paquete no incluía una restauración de la política de Permanecer en México del presidente Trump, que muchos republicanos han dicho a The Epoch Times que es imprescindible.
Con información de Joseph Lord
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