El senador JD Vance (republicano de Ohio) ha presentado una ley en el Senado -la Ley de Libertad Respiratoria– que prohibiría a todos los funcionarios federales, incluido el presidente Joe Biden, promulgar nuevos mandatos sobre mascarillas en el transporte aéreo nacional, los sistemas de transporte público o los centros de enseñanza primaria, secundaria y postsecundaria.
La propuesta de Vance también prohibiría a las compañías aéreas, las autoridades de tránsito y los funcionarios de educación negarse a atender a las personas que decidan no llevar mascarilla.
«Ya probamos las mascarillas en una ocasión en este país. No consiguieron controlar la propagación de los virus respiratorios, violaron libertades corporales básicas y enfrentaron a nuestros conciudadanos entre sí», afirmó Vance en un comunicado.
«Esta legislación garantizará que ninguna burocracia federal, ninguna aerolínea comercial y ninguna escuela pública puedan imponer las políticas equivocadas del pasado». Los demócratas dicen que no van a volver a imponer mandatos de máscara; nosotros vamos a hacer que cumplan su palabra».
De acuerdo con el texto del proyecto de ley proporcionado por Vance, la propuesta, si se adopta, sería efectiva hasta el 31 de diciembre de 2024, y establece que «a pesar de cualquier otra disposición de la ley, ningún fondo federal puede ser obligado o gastado para proponer, establecer, implementar o hacer cumplir, directa o indirectamente a través de la imposición de una condición en la recepción de fondos federales, cualquier requisito de que un individuo use una máscara o cumpla con un mandato de máscara mientras viaja como pasajero de una compañía aérea en el sistema nacional de espacio aéreo, utilizando el transporte público, o mientras prrmanece en cualquier escuela primaria o secundaria, o en cualquier otra escuela pública de educación superior.
La propuesta de Vance sigue a la emisión de nuevos mandatos por parte de algunas autoridades médicas, municipales y académicas estadounidenses a medida que se hacen públicos los informes de un aparente aumento de nuevos casos del virus COVID-19. Sin embargo, los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) han declarado que no tienen previsto renovar los mandatos relativos a las máscaras que se impusieron durante la pandemia provocada por el virus que mató a más de un millón de estadounidenses, a desde enero de 2020.
Muchos expertos estadounidenses en biomedicina, aplicación de la ley y seguridad nacional creen que el virus se originó en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV, por la sigla en inglés), en China, como resultado de una investigación genética de ganancia de función financiada en parte e indirectamente por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) a través de la organización sin ánimo de lucro EcoHealth Alliance, con sede en Nueva York.
La actuación del Sr. Vance en relación con el mandato de las mascarillas también se produce a raíz de los informes del 31 de agosto de The Epoch Times sobre nuevos estudios realizados por investigadores de Corea del Sur y Alemania que hallaron presuntos vínculos entre las mascarillas KN95 y KN94 con náuseas, vómitos, daños orgánicos y cáncer.
Además, se espera que el Presidente Biden pida al Congreso que asigne fondos para la investigación de una nueva vacuna contra el COVID-19 dirigida a dos variantes que parecen estar detrás de los nuevos casos notificados. El presidente dijo que espera que la nueva vacuna «sea recomendada para todo el mundo».
Su declaración provocó fuertes reacciones entre los congresistas republicanos y el público en general. El representante Andy Ogles (republicano de Tennessee), por ejemplo, declaró a The Epoch Times el 31 de agosto: «No es casualidad que la administración Biden vuelva a abrazar plenamente la idea de otra pandemia justo antes de unas elecciones. Me alegro de que la comunidad científica investigue y diga la verdad sobre las mascarillas, en lugar de ceder a la cruzada de la izquierda para amordazar al pueblo estadounidense».
El republicano de Tennessee añadió que «la presión de la Casa Blanca a favor de más vacunas y la vuelta al enmascaramiento solo refuerza la idea de que Joe Biden no tiene ningún problema en utilizar el miedo para aumentar su control sobre los estadounidenses. Las familias deberían ser libres de tomar las decisiones más adecuadas a sus circunstancias, sopesando todos los factores posibles, sin la amenaza inminente de la coacción gubernamental.»
El doctor William Schafner, especialista en enfermedades infecciosas y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, declaró a Yahoo News que «algunas personas pensaban que las mascarillas eran una molestia». «Si no tienen que usarlas, no lo harán, y mucha gente ha decidido que ya no son necesarias».
La Dra. Judith O’Donnell, jefa de sección de enfermedades infecciosas del Penn Presbyterian Medical Center, se mostró de acuerdo y dijo a Yahoo News que «la fatiga de las mascarillas es real».
El Dr. Anthony Fauci, ex ejecutivo de los NIH y asesor de salud de la Casa Blanca de los presidentes Donald Trump y Biden, dijo a CNN que le preocupa la oposición pública al enmascarillamiento.»Esperaría que si llegamos al punto en que el volumen de casos es tal y organizaciones como el CDC recomienda -el CDC no ordena nada- que la gente use mascarillas, esperaría que la gente acate esa recomendación y tenga en cuenta los riesgos para ellos y sus familias», dijo Fauci.
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