Una invasión china sobre Taiwán podría provocar ataques contra el territorio continental de Estados Unidos, según el liderazgo civil del Ejército estadounidense.
El Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único, probablemente amenazaría al territorio estadounidense durante un conflicto por Taiwán, según la secretaria del Ejército, Christine Wormuth.
«Si entráramos en guerra con China, el suelo estadounidense también estaría en peligro, con ataques tanto cinéticos como no cinéticos», dijo Wormuth durante un debate el 27 de febrero en el American Enterprise Institute.
«Ellos irían tras la voluntad del público de Estados Unidos. Ellos intentarían erosionar su apoyo al conflicto».
En el caso de un conflicto catastrófico, dijo Wormuth, es probable que el PCCh lleve a cabo ataques cibernéticos y cinéticos a gran escala contra la infraestructura vital de Estados Unidos, incluyendo la red eléctrica y los gasoductos de gas natural.
Un «conflicto prolongado»
El PCCh afirma falsamente que Taiwán es una provincia separatista que debe unirse al régimen por cualquier medio, incluida la conquista.
Sin embargo, Taiwán nunca ha estado controlada por el PCCh y tiene su propio gobierno elegido democráticamente y una próspera economía de mercado.
La cúpula militar estadounidense cree que el PCCh se está preparando para una invasión anfibia a gran escala sobre la isla, y varios oficiales militares predicen que los combates podrían estallar entre 2025 y 2027.
Con esto en mente, Wormuth dijo que un conflicto de este tipo probablemente se convertiría en una guerra prolongada, que atraería a numerosas potencias de todo el mundo.
«Sin duda existe la posibilidad de un conflicto prolongado», afirmó Wormuth.
«Ciertamente, en el departamento, nosotros pasamos mucho tiempo pensando en el escenario de la invasión porque es el más estresante, el más exigente».
Para ello, Wormuth dijo que el Ejército de Estados Unidos tiene dos prioridades clave: «Ayudar a Taiwán a convertirse en un puercoespín» armándolo con capacidades de ataque asimétrico y «complicar la toma de decisiones de China» asegurando que Estados Unidos tendría múltiples socios regionales comprometidos en la lucha.
«Demostrar que contamos con una sólida red de aliados y socios en la región es fundamental y una de las formas de hacerlo es con nuestras brigadas de asistencia a las fuerzas de seguridad», afirmó Wormuth.
Las brigadas de asistencia a las fuerzas de seguridad son unidades militares especializadas que entrenan, asesoran, ayudan y posibilitan de cualquier otro modo las operaciones aliadas con países socios, y es a través de ellas como Wormuth cree que Estados Unidos puede preparar mejor a sus aliados y socios del Indo-Pacífico para disuadir al PCCh de una invasión a gran escala.
El objetivo de Estados Unidos, según Wormuth, es ante todo disuadir al régimen de emprender hostilidades abiertas en la región.
«Nuestro objetivo es evitar librar una guerra terrestre en Asia», dijo Wormuth. «Se trata de disuadir. Queremos bajar la temperatura en la relación con China».
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