Los residentes de Portland que llaman al 911 para informar de emergencias se enfrentan a un «aumento dramático» de los tiempos de espera, y los funcionarios dicen que el sistema se ha vuelto «inmanejable» y que está «roto».
Según The Oregonian, las personas que marcan el 911 a menudo se quedan esperando más de dos minutos para que su llamada sea atendida, mucho más tiempo que el estándar nacional de 15 a 20 segundos.
Las personas que llamaron al 911 para informar de un tiroteo en un restaurante del distrito de Pearl el 4 de septiembre y de otras emergencias en la media hora siguiente esperaron una media de más de 7.5 minutos antes de que un despachador respondiera, informó The Oregonian, añadiendo que éste era solo «el último ejemplo de los graves problemas que plagan el sistema de despacho de emergencias de la ciudad».
Portland ha tenido que lidiar con unos disturbios continuos que estallaron por primera vez en la primavera de 2020. Algunas de las personas que han cometido delitos son miembros de la red anarco-comunista de extrema izquierda Antifa. Otros se han identificado como activistas de Black Lives Matter.
Bob Cozzie, director de la Oficina de Comunicaciones de Emergencia de Portland, dijo que su oficina responde a cerca de un millón de llamadas al 911 al año, de las cuales unas 550,000 son de emergencia y 450,000 no son de emergencia.
Hablando del dramático aumento de los tiempos de espera, Cozzie calificó la situación de «horrible», y añadió: «No hay otra forma de decirlo». Señaló que era el momento de que Oregón empezara a buscar otras opciones y soluciones a los crecientes retrasos, como el desvío de las llamadas no urgentes a otro lugar.
Cozzie dijo que las propias estadísticas de la agencia muestran un tiempo medio de espera de un minuto. Pero también muestran un fuerte aumento del número de llamadas al 911 que permanecen en espera durante dos minutos o más a partir de finales de la primavera y el verano.
Según The Oregonian, 574 de las llamadas al 911 de la ciudad tuvieron que permanecer en espera más de cinco minutos en julio. Esta cifra es más del doble que la de mayo, cuando 221 llamadas esperaron ese tiempo, y es drásticamente superior a la de marzo, cuando solo ocho llamadas al 911 tardaron más de cinco minutos en ser atendidas.
En comparación con el año 2020, la Oficina de Comunicaciones de Emergencia de Portland ha experimentado un aumento del 20 al 45 por ciento en las llamadas al 911, ya que los residentes hicieron un total de 63,573 llamadas al 911 en julio, un 20 por ciento más que en julio de 2020. Las llamadas al 911 en julio de 2020 solo representaron un aumento del 2 por ciento respecto a julio de 2019.
Cozzie citó una serie de razones para los largos tiempos de espera, como un aumento significativo en el volumen de llamadas al 911 y de no emergencia que recibe su departamento, así como menos personal disponible.
Señaló que más de una docena de empleados «se han jubilado, han pedido una excedencia, han sido ascendidos o han dimitido en los últimos seis meses», lo que ha contribuido a la escasez de personal y, por tanto, al aumento de los tiempos de espera.
El personal actual sigue formándose en los nuevos protocolos de triaje médico y de bomberos puestos en marcha en un intento de reducir el número de camiones de bomberos enviados a las llamadas médicas de bajo nivel, dijo.
«Ahora estamos en un punto de inflexión. Se ha vuelto inmanejable», dijo. «El sistema está roto».
El aumento tanto del número de llamadas al 911 como de los tiempos de espera más largos, se produce también en medio de un número creciente de homicidios en Oregón.
Según la Oficina de Policía de Portland, entre julio de 2020 y julio de 2021, se notificaron a la oficina 98 delitos de homicidio. Durante ese mismo periodo del año anterior, de julio de 2019 a julio de 2020, solo se denunciaron 23 delitos de homicidio.
Algunos funcionarios de las fuerzas de seguridad han dimitido en masa de sus puestos en medio de continuos llamamientos para desfinanciar a la policía y a otras agencias de seguridad. En junio, todo el Equipo de Respuesta Rápida (RRT) de la Oficina de Policía de Portland abandonó sus puestos de forma voluntaria después de que un agente fuera acusado de agresión en una protesta.
El equipo, encargado de velar por la seguridad pública en eventos multitudinarios cuando había una amenaza de daño a la comunidad, estaba formado por unos 50 agentes, todos los cuales dimitieron el 16 de junio, pero dijeron que continuarían con sus tareas habituales.
La dimisión masiva se produjo justo un día después de que el fiscal de distrito del Condado de Multnomah, Mike Schmidt, anunciara que su equipo había acusado a uno de sus miembros, el agente Corey Budworth, de un cargo de agresión en cuarto grado por haber herido físicamente a alguien durante una protesta el 18 de agosto de 2020.
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