Alasdair Gunn, vicedirector de la organización de defensa Genspect, advierte de que la industria del género ha «parasitado» las emociones de la gente impulsando la agenda transgénero, incluso exagerando las afirmaciones sobre el riesgo de suicidio entre las personas que se sienten diferentes por su sexo.
En una entrevista con Jan Jekielek en el episodio del 17 de agosto de «American Thought Leaders», Gunn sugirió que, aunque la industria del género se presenta como una especie de grupo de bienestar social, no es más que un negocio que explota los sentimientos de la gente. «Dicen sus mensajitos que están salvando vidas trans, y ponen corazoncitos y unicornios y arco iris. Los cirujanos no son trabajadores de la caridad, les pagan. Las personas que poseen las acciones… no lo hacen por la bondad de su [corazón]. Es una industria. Y creo que es una industria anormal», dijo.
«Es una industria que ha conseguido amañar todo tipo de cosas profundamente emocionales para servirse a sí misma, reduciendo absurdamente los plazos de prescripción, de modo que si uno se arrepiente de su operación al cabo de tres años, en algunos estados de Estados Unidos es demasiado tarde. Tres años. Así que te queda el resto de tu vida con una parte del cuerpo que no quieres».
«Por lo tanto, ha parasitado las emociones de la gente».
Genspect, del Sr. Gunn, es una organización que busca ampliar las opciones de tratamiento disponibles para las personas que cuestionan su género más allá de la «atención de afirmación de género».
Llamó la atención sobre el ángulo suicida de la agenda de la transición. Algunas personas afirman que los niños que sienten que pertenecen a un género diferente pero no hacen la transición podrían tener un mayor riesgo de suicidio.
Gunn señaló que se utiliza un «guión» para empujar a los jóvenes hacia la transición de género. Los jóvenes reciben el «guión» de sus amigos, afirmó.
«Creo que la mejor manera de pensar en este guión es que es como si tu hijo encontrara un poema que le resonara. El sentimiento es probablemente real. Pero la información que contiene no es real. Así que cuando dicen ‘estoy en riesgo de suicidarme’, es algo que han aprendido de sus amigos».
«En realidad, no tenemos pruebas de ello. Es un tema muy complicado y delicado, pero no hay pruebas de ello. Se dicen unos a otros, y se lo creen, que corren un gran riesgo de suicidio si no hacen la transición».
El Sr. Gunn señaló que, si bien ciertos estudios muestran que la suicidalidad es mayor entre algunos jóvenes que cuestionan su género, hay estudios que muestran que las tendencias suicidas son aún mayores entre los bisexuales.
Sin embargo, «no tomamos a todos los bisexuales y les decimos: ‘Bien, debemos llevarte corriendo a un médico'», dijo. «Eso no es necesariamente una cuestión médica. Y desde luego no es prueba de un problema corporal, un problema fisiológico».
En diciembre, una nueva guía de tratamiento publicada por la Asociación de Terapia Exploratoria de Género (GETA), una organización de profesionales de Estados Unidos y varios otros países, calificó de inexacto y «éticamente cuestionable» el escenario de «transición o muerte» utilizado para justificar el tratamiento transgénero en menores».
«Niños de tan solo 9-12 años pueden estar renunciando a su futuro derecho a la función sexual y a la reproducción mucho antes de tener la madurez suficiente para comprender la importancia de estas funciones», advertía la guía.
Manipular a los jóvenes
En su entrevista, el Sr. Gunn también destacó cómo los niños vulnerables pueden ser manipulados en línea por personas que afirman constantemente que podrían ser transexuales.
Estos niños vulnerables pueden compartir información con personas que les animan a verse a sí mismos como transexuales al tiempo que insisten en que «la duda es transfóbica».
«Muy a menudo se les dice que las únicas personas que dudan de que son trans son las personas trans, lo cual si lo piensas es como un sumidero cognitivo. Porque con eso, en cuanto piensas, ‘vale, bueno, ¿soy trans?’, es como si el suelo se hubiera ido debajo de ti, y eres trans».
El Sr. Gunn señaló la presencia de depredadores que pueden utilizar la confusión de identidad de género entre los niños para manipularlos.
«Con esta identidad de género, está muy, muy claro que hay algo que ha permitido a los hombres depredadores ser mucho más audaces. Y explotar esta idea de que, ‘bueno, los adultos que te rodean no entienden tu identidad de género, no entienden que eres trans. Yo sí'».
«Y ha sido un desastre. Y es un desastre que se desenrolla y se despliega para estos jóvenes de ambos sexos. Porque no hay vallas protectoras, no hay forma de mantener fuera a los hombres depredadores».
Hablando de «disforia de género», el Sr. Gunn dijo que el término se está aplicando a una amplia gama de situaciones, desde jóvenes que se sienten alienados de su propio sexo hasta niños que abrazan el término simplemente porque quieren ser importantes en TikTok.
«Oyes a los jóvenes utilizar esta frase disforia, y dirán cosas como: ‘Tuve una pelea con mi amigo, y entonces me puse muy disfórico’. No lo hiciste, te pusiste triste. Pero no pasa nada, porque yo me pongo triste si me peleo con mis amigos. Seguro que sí. No es una condición médica».
«Hay una enorme patologización. Está en nuestra cultura. Y también entre estos chicos. Son casi adictos a encontrar cosas malas en sí mismos, o quizá no malas, pero sí únicas sobre sí mismos, que nadie más puede entender, de esta forma tan reservada», dijo.
Proteger a los menores
Varios estados están tomando medidas para proteger a los niños de los procedimientos transgénero. En julio, la asamblea legislativa del estado de Luisiana, controlada por los republicanos, anuló el veto del gobernador a la ley «Stop Harming Our Kids Act».
El proyecto de ley prohíbe a los profesionales de la salud ofrecer procedimientos transgénero como tratamientos hormonales, fármacos bloqueadores de la pubertad y cirugía de reasignación de género a menores en el estado.
Este mes, la asamblea legislativa de Carolina del Norte, dirigida por los republicanos, votó a favor de anular el veto del gobernador al proyecto de ley 808 de la Cámara de Representantes, que también prohíbe la transición de género de los menores.
La mayoría de los estadounidenses considera que la transición de género es algo que debe quedar fuera del alcance de los niños. En una encuesta realizada en junio por YouGov (pdf), el 41 por ciento de los encuestados se mostró partidario de prohibir «todos los tratamientos de transición de género para menores y poner fin al debate sobre la ideología de género en todas las escuelas públicas».
El 32 por ciento apoyó proteger los derechos de los adultos trans pero aplicar «regulaciones más estrictas sobre los bloqueadores de la pubertad, las cirugías de transición y la participación deportiva de los menores transgénero».
Solo el 26 por ciento apoyó una opinión más radical según la cual los estados «deberían proteger a todos los jóvenes transgénero facilitándoles el acceso a bloqueadores de la pubertad y a cirugías de transición si lo desean».
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