Los pacientes hospitalizados con COVID-19 mostraron mejores resultados después de recibir tratamientos con vitamina D, según un nuevo estudio realizado en Japón.
El estudio, publicado en ScienceDirect, tuvo como objetivo evaluar cómo la vitamina D podría ayudar a prevenir enfermedades graves y disminuir la mortalidad entre los pacientes hospitalizados con COVID-19. Encontró que la deficiencia de vitamina D era “altamente prevalente” entre los pacientes con COVID, y complementar sus dietas con vitamina D mejoró los síntomas y ayudó en la recuperación.
Para el tratamiento, los investigadores utilizaron un análogo de la vitamina D, la 1-hidroxivitamina D, también conocida como alfacalcidol. Los análogos de la vitamina D son medicamentos que se utilizan para tratar los trastornos causados por la deficiencia de vitamina D.
Los pacientes del estudio fueron hospitalizados en dos ocasiones: Entre abril de 2021 y octubre de 2021, principalmente durante la variante Delta y luego entre julio de 2022 y septiembre de 2022, principalmente durante la variante ómicron.
Los investigadores administraron tratamiento con vitamina D a 122 de 312 pacientes con COVID-19 en el estudio, y los pacientes restantes se colocaron en el grupo de control. El grupo de vitamina D incluyó pacientes que ya estaban tomando alfacalcidol antes del ingreso.
Tanto el grupo de vitamina D como el de control recibieron «atención estándar que incluye medicamentos antivirales y/o terapia con corticosteroides sistémicos».
El estudio descubrió que los pacientes del grupo de control tenían un “perfil más grave” de COVID-19 en comparación con el grupo de vitamina D. La deficiencia de vitamina D se encontró en «el 70 por ciento de los pacientes».
La proporción de pacientes a los que se les recetó el medicamento remdesivir fue «significativamente mayor» en el grupo de vitamina D, afirmó el estudio.
Los pacientes del grupo de vitamina D registraron una frecuencia “significativamente menor” de mortalidad hospitalaria y necesidad de asistencia respiratoria adicional en comparación con el grupo de control.
El estudio concluyó que «la 1-hidroxivitamina puede mejorar los resultados en pacientes hospitalizados con COVID-19». La investigación se realizó entre pacientes ingresados en el Centro Médico Hamamatsu, en Japón.
El estudio también citó otras investigaciones y revisiones para resaltar el beneficio potencial de la vitamina D para los pacientes con COVID-19. Un metaanálisis encontró que, aunque la suplementación con vitamina D no redujo la mortalidad, «redujo significativamente la tasa de intubación y la duración de la estancia hospitalaria» de los pacientes con COVID-19.
Otro metaanálisis concluyó que la suplementación con vitamina D se asociaba con «mejores resultados clínicos» en lo que respecta al ingreso a la unidad de cuidados intensivos y/o la mortalidad. Se descubrió que esto era particularmente cierto cuando a los pacientes se les administró vitamina D después de haber sido diagnosticados con COVID-19.
El estudio señaló que también había estudios de investigación que desaconsejaban el uso de vitamina D entre los pacientes con COVID-19. Por ejemplo, una revisión halló que las dosis altas de vitamina D eran «ineficaces» contra el COVID-19, se afirmaba.
El estudio admitió ciertas limitaciones en su análisis, incluido el hecho de que se realizó en una sola institución con un tamaño de muestra pequeño.
“El tratamiento con 1-hidroxivitamina D puede suprimir el empeoramiento de la enfermedad en pacientes hospitalizados con COVID-19. Se necesitan ensayos controlados aleatorios prospectivos para validar nuestros hallazgos”, afirmó.
Deficiencia de vitamina D
Un estudio publicado en la revista Clinical Nutrition, en marzo de 2021, encontró que la gran mayoría de los pacientes con COVID-19 que participaron en el análisis tenían deficiencia de vitamina D.
«Los niveles bajos de 1.25-dihidroxivitamina D se asociaron con una ventilación mecánica prolongada» entre los pacientes con COVID-19, dijo. La 1.25-dihidroxivitamina D se refiere a la forma biológicamente activa de la vitamina D.
Un estudio de noviembre de 2022 en la revista Nature encontró que proporcionar suplementos de vitamina D a los veteranos estadounidenses se asociaba con una reducción de la infección por COVID-19.
«Después de controlar los niveles de vitamina D en sangre, los veteranos que recibieron dosis más altas de vitamina D obtuvieron mayores beneficios de la suplementación que los veteranos que recibieron dosis más bajas».
En una entrevista reciente con The Epoch Times, el Dr. David Brownstein, médico de familia y director médico del Centro de Medicina Holística en West Bloomfield, Michigan, reveló que la gran mayoría de sus pacientes con COVID-19 tenían más del 90 por ciento de deficiencia en vitamina D.
Muchos de ellos también tenían niveles subóptimos de vitaminas A y C. Subrayó el riesgo de enfermarse si hay deficiencia de vitaminas A, C o D.
El Dr. Brownstein sugirió que quienes vean los primeros signos de COVID-19 deben tomar 50,000 UI (unidades internacionales) de vitamina D3 por día y continuarla durante cuatro días.
La vitamina D es una vitamina liposoluble que facilita el funcionamiento normal del sistema inmunológico y otorga una mayor resistencia a determinadas enfermedades. El cuerpo humano produce naturalmente vitamina D cuando se expone a la luz solar.
La deficiencia de vitamina D puede provocar una disminución de la densidad ósea y, finalmente, provocar osteoporosis. En los adultos, la deficiencia puede provocar osteomalacia, que provoca dolor en los huesos y músculos.
Algunas personas pueden tener deficiencia de vitamina D por diversas razones. Por ejemplo, quienes viven en regiones con inviernos fríos pueden tener niveles más bajos de vitamina D debido a una menor exposición a la luz solar.
En Estados Unidos, se estima que aproximadamente el 35 por ciento de los adultos tienen deficiencia de vitamina D. Los signos de deficiencia de vitamina D entre los adultos incluyen fatiga, dolor de huesos, debilidad muscular y cambios de humor.
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