El Vaticano había otorgado legitimidad al sistema de trasplantes de órganos de China al invitar al jefe del registro oficial de trasplantes del régimen comunista chino a hablar en un panel del Vaticano a principios de este mes, medida que fue condenada por un grupo de ética de trasplantes.
Durante las últimas dos décadas, los pacientes que necesitaban con desesperación un trasplante de órgano viajaron a China para someterse a una cirugía, donde les informaban que podían obtener un órgano compatible en cuestión de días, semanas o meses, mucho menos que el período de espera en sus países de origen mediante la donación de órganos.
A través de extensas investigaciones realizadas por el abogado de derechos humanos David Matas y el ex secretario de Estado de Canadá para Asia y el Pacífico, David Kilgour, surgieron pruebas de que el régimen chino sustrae órganos de los presos de conciencia. Su investigación indica que la mayoría de los prisioneros, que son asesinados durante el proceso de sustracción, son practicantes de la disciplina espiritual Falun Dafa y que sigue siendo severamente perseguida por el régimen chino desde 1999.
La condena internacional llevó al régimen chino a establecer en 2013 un sistema nacional de donación voluntaria de órganos, denominado Sistema de Respuesta a los Trasplantes de Órganos de China (COTRS por sus siglas en inglés), que, según el Estado, es el único medio por el que distribuye órganos donados. En 2015, el régimen también anunció que ya no obtenía órganos de presos ejecutados.
Estas afirmaciones de reformas de parte del régimen parecían haber tranquilizado lo suficiente al Vaticano como para invitar al jefe de la COTRS, Wang Haibo, a hablar en una conferencia auspiciada por la Academia Pontificia de Ciencias el 12 de marzo. El tema fue “Esclavitud moderna, trata de seres humanos y acceso a la justicia para los pobres y vulnerables”.
Sin embargo, el régimen chino aún no promulgó nuevas leyes o reglamentaciones que prohíban expresamente la obtención de órganos de los presos de conciencia. Mientras tanto, continúan en la actualidad sin disminuir los informes de trasplantes de órganos realizados en China sin algún tipo de trasparencia con respecto a la procedencia y con la llamativa coincidencia de haber encontrado en días y semanas los correspondientes órganos para el trasplante.
Los datos oficiales de China sobre la donación de órganos también carecen de transparencia, lo que aumenta la preocupación de que las afirmaciones del régimen sobre las reformas no sean creíbles, según expone una carta redactada por miembros de la Coalición Internacional para Acabar con el Abuso de Trasplantes en China, un grupo de profesionales médicos, académicos, abogados y defensores de los derechos humanos que tratan de poner fin a la práctica de la sustracción forzada de órganos en China.
Su carta abierta al Vaticano fue publicada el 19 de marzo, donde destacaron las discrepancias y las fallas en la presentación de datos del régimen. Hicieron un llamamiento a la Academia Pontificia de Ciencias, que había organizado una conferencia sobre el tráfico de órganos en 2017, “para reservar su juicio sobre las reivindicaciones de reforma total del sistema de trasplantes de China”.
La Coalición señaló que el régimen cuenta con 12 bases de datos oficiales diferentes para la actividad de trasplante, ninguna de las cuales es accesible al público. Por su parte, la COTRS sólo proporciona un número total de órganos y donantes donados, sin ningún desglose por hospital, localidad o período de tiempo, lo que hace imposible confirmar la veracidad de las cifras, según la carta redactada por la coalición.
La ética médica requiere el acceso público a las bases de datos de trasplantes de órganos, como la Red Unida para la Compartición de Órganos (UNOS, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, según la experta en derechos humanos y miembro de la Coalición Louisa Greve. La base de datos de Estados Unidos proporciona datos sobre cada donación y trasplante de órganos desde el 1 de octubre de 1987, con datos médicos sobre donantes, receptores y candidatos que están en la lista de espera nacional, según el sitio web de UNOS.
Salvo ese tipo de transparencia en los datos sobre trasplantes de órganos en China, “es irresponsable que las organizaciones internacionales acepten las afirmaciones de reforma por parte de un gobierno autoritario con un método de obtención de órganos completamente opaco”, afirmó Greve en una entrevista por correo electrónico. Hizo un llamamiento a la Academia Pontificia, a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Sociedad de Trasplantes para que se abstengan de cooperar con el régimen chino hasta que éste pueda proporcionar tales datos.
El régimen chino se negó continuamente a reconocer la obtención de órganos de presos de conciencia, que a menudo son condenados fuera de los procedimientos judiciales.
En una entrevista del 14 de marzo con el periódico italiano La Stampa, Wang afirmó que China permite la libertad religiosa y no obtiene órganos de los “presos políticos”. “No hay pena capital para los presos políticos”, declaró Wang.
A pesar de la afirmación del régimen de 2015 que dejó de tomar órganos de prisioneros ejecutados, la comunidad médica sigue preocupada por las prácticas poco éticas de trasplante de órganos en China. En varias revistas médicas, incluyendo el American Journal of Transplantation y el Journal of Medical Ethics, los médicos pidieron la prohibición de trabajar con médicos de trasplantes en China hasta que las reformas puedan ser verificadas independientemente.
“Informes recientes discutieron una discrepancia inverosímil entre los números de trasplantes anuales constantes informados oficialmente y una fuerte expansión de la infraestructura de trasplantes en China”, dice un artículo publicado en agosto de 2016 en el American Journal of Transplantation. “Hasta que tengamos evidencia independiente y objetiva de un cese completo de la obtención no ética de órganos de prisioneros, la comunidad médica tiene la responsabilidad profesional de mantener el embargo académico sobre los profesionales chinos de trasplantes”.
La Comisión Ejecutiva del Congreso de los Estados Unidos sobre China, la agencia gubernamental que monitorea los derechos humanos en China, publicó su informe anual en octubre de 2017, donde señaló que la comunidad médica estaba preocupada por los informes de que “numerosos trasplantes de órganos en China usaron los órganos de prisioneros detenidos, incluyendo practicantes de Falun Dafa”, y eran “escépticos de las afirmaciones de un funcionario de salud chino de que los métodos de obtención de órganos fueron reformados de acuerdo con los estándares internacionales”.
Por favor comparte este artículo en tus redes sociales, de esta manera ayudarás a La Gran Época a continuar ejerciendo un periodismo independiente. ¡Gracias por tu apoyo!
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.