La elección del candidato presidencial demócrata Joe Biden para un puesto de alto rango en el Pentágono tiene el historial de promover el desacreditado expediente del exespía británico, Christopher Steele, que jugó un papel clave en la investigación de colusión Trump-Rusia.
Biden dijo en un comunicado el miércoles que si gana la Casa Blanca, Colin Kahl, quien una vez se desempeñó como asistente adjunto del expresidente Barack Obama y como asesor de seguridad nacional del exvicepresidente, será su nominado a subsecretario de defensa de política.
Kahl, quien ahora se desempeña como codirector del Centro de Seguridad y Cooperación Internacional de Stanford y es profesor de ciencias políticas en la Universidad de Stanford, «ayudaría a dirigir el Departamento de Defensa con integridad y determinación» y «protegería la vida e intereses del pueblo estadounidense”, dijo Biden.
«Sé lo duro que trabajan los profesionales de las políticas todos los días para mantener a Estados Unidos a salvo», escribió Kahl en un tuit tras el anuncio de Biden. «¡Sería un honor para mí liderar esta gran organización y trabajar junto con [Kathleen Hicks] y [Lloyd Austin] para fortalecer el Departamento de Defensa!»
Biden también anunció que nominaría a Kathleen Hicks para secretaria adjunta de Defensa y anteriormente indicó a Lloyd Austin como su elección para secretario de Defensa.
«La Dr. Kathleen Hicks y el Dr. Colin Kahl son servidores públicos en su esencia, y han pasado sus distinguidas carreras promoviendo la seguridad de nuestra nación”, dijo Austin en un comunicado.
Kahl ha sido objeto de escrutinio por sus declaraciones en Twitter promoviendo el expediente Steele, una colección de acusaciones de colusión entre Rusia y la campaña Trump diseñadas para influir en las elecciones de 2016. El documento fue elaborado por Steele bajo un contrato de Fusion GPS, una empresa de investigación a la oposición contratada en 2016 por Perkins Coie, que, a su vez, recibió el pago por el trabajo por parte del Comité Nacional Demócrata y la campaña de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton. El expediente jugó un papel clave en la solicitud del FBI para una orden de vigilancia dirigida al excolaborador de la campaña Trump, Carter Page. El inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, emitió un informe en 2019 (pdf) que critica al Departamento de Justicia y al FBI por 17 “errores u omisiones importantes” en el proceso para solicitar una intervención telefónica para Page.
El FBI recibió varias señales de alerta con respecto al expediente Steele, incluyendo que las afirmaciones clave en el documento provenían de una persona vinculada a la inteligencia rusa. El informe de Horowitz también planteó serias preocupaciones sobre el expediente, señalando que «la CIA lo vio como un ‘rumor de Internet'» y que el FBI había «corroborado información limitada en los informes electorales de Steele, y la mayor parte era información públicamente disponible». Horowitz también descubrió que las acusaciones hechas en el expediente que se basaron en las solicitudes de orden de vigilancia de Carter Page «permanecieron sin corroborar y, en varios casos, eran inconsistentes con la información recopilada por el equipo de Crossfire Hurricane».
Crossfire Hurricane fue el nombre en clave de la investigación del FBI sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016, la cual se transformó en la investigación del exfiscal especial, Robert Mueller, sobre acusaciones de una conspiración criminal entre miembros de la campaña de Trump y Rusia para cambiar las elecciones. Mueller finalmente encontró pruebas insuficientes para establecer que tal conspiración ocurrió.
Kahl, en una serie de tuits en 2017, defendió el expediente.
Habló acerca de un «hilo intrigante sobre la conexión Trump-Rusia-Rosneft mencionada en el expediente Steele», en un tweet el 26 de marzo de 2017.
“Anoche, la cuenta de Twitter de Trump canalizó la ansiedad sobre #RussiaGate. Quizás sea porque el expediente se está desarrollando”, escribió el 28 de marzo de 2017.
“El expediente Steele de Trump-Rusia se mantiene bastante bien”, escribió el 6 de septiembre de 2017.
La campaña de Biden no respondió de inmediato a una consulta por The Epoch Times en la que se pregunta si tenía algún comentario o preocupación sobre el apoyo de Kahl al expediente desacreditado.
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