Email clave que detalla soborno de USD 7 millones no se entregó a la defensa de Trump en el impeachment

Por Jeff Carlson y Hans Mahncke
18 de febrero de 2022 2:26 PM Actualizado: 18 de febrero de 2022 2:26 PM

Análisis de noticias

Un correo electrónico del Departamento de Estado de 2016 obtenido por Just The News confirma que el gobierno de Estados Unidos recibió información de una fuente ucraniana que decía que Burisma —la empresa energética ucraniana que le dio al hijo de Joe Biden, Hunter, un lucrativo puesto en su junta directiva— presuntamente pagó un soborno de 7 millones de dólares a la oficina del fiscal ucraniano.

El autor del correo electrónico recién revelado, el funcionario del Departamento de Estado George Kent, testificó en el impeachment del presidente Donald Trump en 2020, pero nunca mencionó ni reveló la información explosiva de su correo electrónico de noviembre de 2016.

El correo electrónico, al que se aludió en un informe de Seguridad Nacional del Senado del 18 de septiembre de 2020, pero que no se había dado a conocer públicamente hasta este mes, afirma que Kent, que en el momento de su correo electrónico era el jefe adjunto de la misión en Kiev, Ucrania, había sido informado por el fiscal general adjunto de Ucrania de que Burisma había pagado un soborno de 7 millones de dólares para poner fin a una investigación de corrupción en la empresa en 2014.

El correo electrónico de Kent, que estaba dirigido al subsecretario de Estado adjunto Jorgan Andrews, también contenía advertencias de Kent de que el papel de Hunter en Burisma, que tuvo lugar mientras su padre servía como vicepresidente en la Administración de Obama, estaba socavando directamente los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para hacer frente a la corrupción en Ucrania.

Según Kent, «la presencia de Hunter en el consejo de administración de Burisma socavó el mensaje anticorrupción» de Washington. Kent señaló que «los ucranianos escucharon un mensaje nuestro», pero vieron la «asociación de la familia Biden con una conocida figura corrupta cuya empresa era conocida por no cumplir las reglas».

Hunter Biden se une a Burma

Las circunstancias que condujeron a los hechos descritos en el correo electrónico de Kent comenzaron a principios de 2014, cuando Victoria Nuland, la secretaria adjunta para asuntos europeos y euroasiáticos del Departamento de Estado de Obama, mantuvo una conversación con el entonces embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, que fue interceptada y filtrada a la BBC.

En la llamada, Nuland, que ahora es subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Biden, y Pyatt parecían estar discutiendo la destitución del entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovich y la instalación del líder de la oposición Arseniy Yatsenyuk como primer ministro.

Durante su conversación, Nuland señaló que el entonces asesor de seguridad nacional del vicepresidente Biden, Jake Sullivan, le había informado de que «necesitas a Biden», y concluyó diciendo a Pyatt que «Biden está dispuesto».

Biden fue designado como el hombre clave de la Administración Obama para Ucrania en febrero de 2014.

El 22 de febrero de 2014, Yanukóvich fue destituido como presidente de Ucrania y, tres días después, Yatsenyuk, el candidato favorecido por Nuland, fue nombrado primer ministro.

La implicación de los Biden con Burisma puede haber comenzado el 16 de abril de 2014, cuando Joe Biden se reunió en la Casa Blanca con el socio comercial de Hunter Biden, Devon Archer. No se sabe lo que se discutió en esa reunión, pero el 21 de abril de 2014, Biden viajó a Ucrania, ofreciendo no solo su apoyo político, sino también 50 millones de dólares en ayuda para el tambaleante nuevo gobierno de Yatsenyuk. Tras la visita de Biden, Petro Poroshenko, un político multimillonario, fue elegido presidente de Ucrania el 25 de mayo de 2014.

Biden se hizo cercano a ambos hombres y en marzo de 2015 ayudó a Ucrania a obtener un paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) de  cuatro años de 17,500 millones de dólares.

Durante la visita de Biden a Ucrania, el 22 de abril de 2014, se anunció que Archer se había unido a la junta directiva de Burisma. Hunter también se unió a la junta de Burisma en algún momento de ese mes, aunque, por razones desconocidas, Burisma no anunció su nombramiento hasta el 12 de mayo de 2014.

En particular, la declaración de Burisma sobre el nombramiento de Hunter, que ya ha sido eliminada del sitio web de la empresa, afirmaba que Hunter también había sido nombrado jefe de la unidad jurídica de Burisma. El presunto soborno de 7 millones de dólares se pagó mientras Hunter estaba a cargo de los asuntos legales de la empresa.

El nombramiento de Hunter coincide con las investigaciones sobre Burisma

El momento del nombramiento de Hunter Biden en el consejo de administración de Burisma no parece ser casual.

Burisma es propiedad del exministro de Ecología de Ucrania, Nikolai Zlochevsky (también conocido como Mykola Zlochevsky). Al parecer, a Zlochevsky se le había concedido un número inusualmente elevado de permisos en Ucrania para extraer petróleo y gas, «muchos de los cuales parecía haber recibido durante su etapa como ministro».

En abril de 2014, la Fiscalía General de Ucrania abrió una investigación sobre Burisma después de que las autoridades británicas hubieran congelado 23.5 millones de dólares en activos pertenecientes a Zlochevsky como parte de una investigación por lavado de dinero.

Fue en ese mismo momento cuando Burisma nombró repentinamente a Archer y Hunter en el consejo de administración de Burisma.

Según Kent, después de que se pagara el supuesto soborno de 7 millones de dólares, el fiscal jefe de Ucrania, Vitaly Yarema, emitió repentinamente una carta al tribunal de Londres en diciembre de 2014, afirmando que «no había ningún caso activo abierto sobre Zlochevsky». Los activos congelados fueron entonces liberados a Zlochevsky.

Yarema renunció el 9 de febrero de 2015. En aquel momento se reportó que la renuncia de Yarema se produjo tras las crecientes presiones por no haber procesado a ningún funcionario del destituido gobierno de Yanukóvich.

El nuevo fiscal fue alabado por funcionarios estadounidenses, pero luego fue difamado por Biden

El sustituto de Yarema, Victor Shokin, un exfiscal que Poroshenko incorporó después de que se hubiera jubilado, fue nombrado al día siguiente, el 10 de febrero de 2015. Inicialmente, el nombramiento de Shokin fue bien recibido por los funcionarios estadounidenses.

Nuland escribió personalmente a Shokin en junio de 2015, diciéndole que «nos ha impresionado el ambicioso programa de reformas y de lucha contra la corrupción de su gobierno». Esa carta fue entregada a Shokin por Pyatt por orden de Nuland.

Nuland también dijo que las reformas en curso de Shokin demostraban su capacidad para «investigar y procesar la corrupción y otros delitos de manera eficaz, justa y transparente».

La credibilidad de Shokin se puso de manifiesto de nuevo en un discurso pronunciado en septiembre de 2015 por el embajador Pyatt, cuando afirmó que «queremos trabajar con el fiscal general Shokin» porque éste estaba «liderando la lucha contra la corrupción» en Ucrania. Pyatt también declaró que los 23 millones de dólares en activos congelados de Burisma –que fueron devueltos al propietario de Burisma, Zlochevsky, gracias a las acciones del predecesor de Shokin– eran «ilícitos» y «pertenecían al pueblo ucraniano».

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El fiscal general de Ucrania, Viktor Shokin, ofrece una rueda de prensa en Kiev el 2 de noviembre de 2015. (GENYA SAVILOV/AFP vía Getty Images)

Pyatt continuó su discurso con un tuit de octubre de 2015 sobre la lucha contra la corrupción en Ucrania junto con Shokin.

Sin embargo, los elogios y el apoyo a Shokin por parte de los funcionarios estadounidenses cambiaron muy rápidamente después de que Hunter Biden recibiera un correo electrónico de Vadym Pozharskyi, el jefe de la junta directiva de Burisma, el 2 de noviembre de 2015. Pozharskyi exigió a Hunter que produjera «resultados», afirmando que el «propósito final» era «cerrar cualquier caso o prosecución» contra el propietario de Burisma, Zlochevsky, en Ucrania.

En particular, Pozharskyi había «pasado algún tiempo» con Joe Biden en Washington a principios de ese año.

El objetivo de Pozharskyi parecía ser Shokin, que había reabierto la investigación sobre Zlochevsky que había sido cerrada por su predecesor. Shokin también había solicitado con éxito una orden de los tribunales ucranianos para embargar los bienes de Zlochevsky. Esos bienes fueron finalmente embargados el 2 de febrero de 2016.

El mismo día en que Pozharskyi envió un correo electrónico a Hunter Biden sobre los resultados, Hunter se puso en contacto con Amos Hochstein, enviado especial de Obama y coordinador de asuntos energéticos internacionales. Hunter se reunió con Hochstein cuatro días después, el 6 de noviembre de 2015. El momento en que Hunter se puso en contacto con Hochstein, a las pocas horas de recibir las instrucciones de Pozharskyi, es notable. Hochstein dijo más tarde a los investigadores del Congreso que Hunter «quería conocer mis opiniones sobre Burisma y Zlochevsky».

Nuland dijo más tarde a los investigadores del Congreso que Hochstein transmitió personalmente a Joe Biden sus preocupaciones sobre el papel de Hunter Biden en Burisma durante un vuelo a Ucrania el 7 de diciembre de 2015.

Dos semanas antes del viaje de Joe Biden a Ucrania —y menos de tres semanas después de que avisaran a Hunter que había que cerrar los casos contra Zlochevsky— Joe Biden exigió específicamente la destitución de Shokin por primera vez el 22 de noviembre de 2015.

Al parecer, en un primer momento, el presidente ucraniano Petro Poroshenko se opuso a la demanda, y Shokin no fue despedido durante la visita de Biden a Ucrania en diciembre de 2015. Pero el 21 de enero de 2016, el vicepresidente Biden se reunió personalmente con Poroshenko en Washington. Según una nota de la reunión, los dos hombres discutieron «la necesidad de seguir avanzando en la agenda anticorrupción de Ucrania».

Shokin fue finalmente despedido en marzo de 2016, pero solo después de que Joe Biden aprovechara las garantías de los préstamos de los contribuyentes estadounidenses para forzar la destitución de Shokin.

Biden se jactó de este incidente en una conferencia del Consejo de Relaciones Exteriores que se celebró el 23 de enero de 2018. Al contar la historia durante una entrevista con The Atlantic, Biden recordó haber dicho: «Petro, no vas a recibir tus mil millones de dólares. Está bien, puedes quedarte con el [fiscal] general. Solo entiende que no vamos a pagar si lo haces».

Presiones contra los siguientes fiscales ucranianos

Inmediatamente después de que Shokin fuera despedido en marzo de 2016, su sucesor interino, Yuriy Sevruk, fue contactado por Blue Star Strategies, una consultora política con sede en Washington dirigida por la subjefa de gabinete de Bill Clinton, Karen Tramontano.

A instancias de Hunter Biden, Burisma contrató formalmente a Blue Star en noviembre de 2015 —poco después de que Hunter recibiera instrucciones de ayudar a cerrar los casos contra Zlochevsky.

Blue Star unió fuerzas con John Buretta, un abogado radicado en Nueva York y exalto funcionario del Departamento de Justicia de Obama. Según el correo electrónico recientemente revelado por Kent, un funcionario de Blue Star le había dicho que Blue Star «no representaba los intereses de Nikolai en Estados Unidos, ya que había contratado a un abogado independiente».

El mismo día en que se anunció el despido de Shokin, el 29 de marzo de 2016, Buretta intentó sin éxito ponerse en contacto con Sevruk, el fiscal interino que había sustituido temporalmente a Shokin, reportó The Hill.

Según The Hill, el acercamiento de Blue Star a Sevruk continuó con la encomienda a un miembro del personal de la embajada ucraniana en Washington, Andrii Telizhenko, de organizar una reunión con Sevruk. Esa reunión tuvo lugar en Ucrania solo una semana después, el 6 de abril de 2017. Tanto Buretta como Tramontano volaron personalmente a Ucrania para hablar con el fiscal interino.

Poco después de esta reunión, Sevruk fue sustituido por Yuriy Lutsenko como nuevo fiscal general de Ucrania. Joe Biden afirmaría más tarde que Lutsenko era «sólido».

Posteriormente, Buretta se reunió con Lutsenko en varias ocasiones y le transmitió que no había «ninguna prueba de que Burisma y su propietario, Zlochevsky, hubieran actuado mal». Al menos a una reunión con Lutsenko asistió Tramontano. Esa reunión, que también había sido organizada por Telizhenko, tuvo lugar en junio de 2016.

Por esas mismas fechas, el vicepresidente Biden se reunió con el primer ministro ucraniano, Volodymyr Groysman, el 15 de junio de 2016, y anunció planes para destinar 220 millones de dólares adicionales a Ucrania ese año.

El trabajo de Hunter Biden terminó

Tras estos acontecimientos, las investigaciones sobre Burisma y Zlochevsky se cerraron en el transcurso de los meses siguientes y, a mediados de enero de 2017, Burisma anunció que todos los procedimientos judiciales contra la empresa y Zlochevsky se habían cerrado.

Poco después de que se cerraran las investigaciones sobre Burisma, y apenas unos días antes de dejar la vicepresidencia, Joe Biden volvió a volar a Ucrania, su sexto viaje al país en tres años.

Fue necesario el presunto soborno de un fiscal ucraniano, el despido de su sustituto, Shokin, reuniones urgentes con un fiscal interino, seguidas de una intensa presión sobre un cuarto fiscal sustituto, pero finalmente las investigaciones sobre Burisma se cerraron.

Según el New York Post, Hunter había estado recibiendo 83,333 dólares al mes —o un millón de dólares anuales— de Burisma mientras su padre era vicepresidente. Esos pagos fueron desde la primavera de 2014 hasta marzo de 2017. Pero se redujeron repentinamente a la mitad en marzo de 2017, después de la toma de posesión del presidente Donald Trump y de que Joe Biden dejara de tener un cargo político en el gobierno de Estados Unidos.

En un correo electrónico enviado por el jefe de la junta directiva de Burisma, Pozharskyi, se pedía a Hunter que firmara un nuevo acuerdo de director. Según el correo electrónico, lo único que se «modifica es la tasa de compensación». Pozharskyi le dijo a Hunter, en contraste con la anterior declaración pública del portavoz de Burisma, que a pesar del recorte del 50 por ciento en el salario, la «remuneración de Hunter sigue siendo la más alta de la compañía y más alta que los honorarios mensuales del director estándar».

Pruebas cruciales que se ocultaron a la defensa del juicio de impeachment de Trump y al electorado

Si el correo electrónico de Kent se hubiera dado a conocer durante las audiencias de destitución de Trump, se habría sabido públicamente que las investigaciones iniciales sobre el empleador de Hunter Biden, Burisma, se terminaron cuando el fiscal original fue sobornado. Además, habríamos sabido que el soborno tuvo lugar mientras Hunter estaba a cargo de los asuntos legales de la empresa. Eso habría reforzado considerablemente el argumento de Trump de que Hunter estaba implicado en la corrupción y que Joe Biden había presionado a Ucrania para que despidiera a Shokin porque el nuevo fiscal había reabierto esas mismas investigaciones sobre Burisma.

Pero a principios de 2020 al equipo de impeachment de Trump se le ocultaron las pruebas relativas al presunto soborno del fiscal ucraniano Yarema y las pruebas no se presentaron durante las audiencias.

Igualmente importante, los acontecimientos más amplios que los rodean fueron posteriormente suprimidos por los medios hegemónicos durante la campaña presidencial de 2020.

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El presidente Donald Trump (izquierda) y el candidato presidencial demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, se enfrentan durante el primer debate presidencial en la Universidad Case Western Reserve y la Clínica Cleveland en Cleveland, el 29 de septiembre de 2020. (Jim Watson, Saul Loeb/AFP vía Getty Images)

Aunque el correo electrónico de George Kent no se conocía en el momento de las audiencias de impeachment de Trump, el correo electrónico condenatorio de noviembre de 2015 de Pozharskyi, que ordenaba a Hunter que se cerrara cualquier caso en contra de Burisma, se dio a conocer en octubre de 2020, tres semanas antes de las elecciones.

Cuando unos pocos medios de comunicación reportaron sobre ese correo electrónico y asuntos relacionados, incluyendo las falsas afirmaciones de Joe Biden de que no sabía nada sobre los negocios de Hunter, la historia fue suprimida y descartada agresivamente por otros medios de comunicación, así como por las plataformas de redes sociales, que censuraron cualquier mención de la historia.

La comunidad de inteligencia también realizó importantes esfuerzos para desacreditar públicamente la historia, incluyendo un intento de culpar a una campaña de desinformación rusa.

El fiscal general William Barr y el director del FBI Christopher Wray también se mantuvieron en silencio en los meses clave antes de las elecciones presidenciales de 2020, a pesar de que el FBI había tomado posesión de la laptop de Hunter que contenía muchos de estos correos electrónicos en diciembre de 2019.

Una vez concluidas las elecciones de 2020, Hunter Biden publicó de repente un comunicado en el que reconocía que estaba bajo investigación federal por sus «asuntos fiscales». Notablemente, la investigación real era incluso más amplia de lo que su declaración había indicado, ya que los investigadores también estaban «investigando el potencial lavado de dinero y los vínculos extranjeros de Hunter Biden».

El bloqueo mediático de la historia de Biden tuvo ramificaciones materiales para el resultado de las elecciones presidenciales. Una encuesta realizada a finales de 2020 mostró que el 45% de los votantes de Biden desconocían por completo las numerosas acusaciones contra Hunter y Joe Biden.


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