La embajada de Israel en Argentina mostró este jueves su preocupación por el caso del avión iraní-venezolano de una aerolínea sancionada por Estados Unidos, y pidió que el gobierno argentino muestre una «postura firme».
El Boeing 747 Dreamliner fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur–filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa)–empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Entre los funcionarios iraníes que iban abordo del avión de Emtrasur que aterrizó en Argentina, se encontraba el piloto Gholamreza Ghasemi Abbas, quien también sería ejecutivo de la empresa aérea persa Qeshm Fars Air–una empresa utilizada por la Guardia Revolucionaria de Irán para transportar equipamiento militar.
La embajada de Israel en Argentina dijo que el país estaba «particularmente preocupado» por la actividad de las aerolíneas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en la región, por ser empresas que «se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds», las cuales están sancionadas por Estados Unidos por estar involucradas en actividades terroristas».
«Los hechos recientes dan cuenta de los intentos sostenidos de la República Islámica de Irán, a través de la Guardia Revolucionaria y la Fuerza Quds, para continuar consolidando su influencia en todo el mundo, incluso en Sudamérica, como base para acciones terroristas en el continente», dijo la cancillería israelí en un comunicado publicado el 16 de junio.
La delegación diplomática también recordó que estas actividades contra Israel se han registrado en los últimos meses en Colombia, en donde las Fuerza Quds en el país intentaron asesinar a ciudadanos israelíes en Bogotá.
El comunicado también recuerda que Argentina ya fue víctima de dos atentados terroristas a manos de Irán.
«El Estado de Israel considera que la postura firme de Argentina constituye un mensaje importante a Teherán para que no vuelva a intentar actuar en suelo argentino ni en ningún otro país de la región», añadió.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y el miércoles despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
Desde esta semana, la justicia argentina ha venido investigando los posibles vínculos de la tripulación–cinco iraníes y 14 venezolanos–con el terrorismo internacional, ya que el piloto Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds.
Hasta ahora, la justicia retiró los pasaportes de los 19 miembros de la tripulación, impidiendo su salida del país, e incautó el avión para obtener más datos sobre qué hacían estas personas en Buenos Aires.
Por su parte, la presidencia de Fernández insistió en que llevaron adelante «todas las medidas» necesarias con respecto a esta aeronave.
Con información de EFE.
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