El embajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, se pronunció este martes sobre el caso del avión iraní-venezolano diciendo que está «secuestrado» del mismo modo que lo reclamó el chavismo en los últimos días, sin embargo, la oposición argentina condenó sus declaraciones.
Esto ocurre a pesar de que la semana pasada se suscitaron continuos reclamos e insultos dirigidos al presidente argentino por parte del chavismo quienes pedían la devolución del avión venezolano-iraní. En el avión que aterrizó el pasado 6 de junio en el aeropuerto de Ezeiza se encontraron 18 tripulantes (7 iraníes y 11 venezolanos).
“Objetivamente el avión venezolano está secuestrado porque el juez lo ha determinado. Están estos 19 tripulantes sin que aparentemente tengan nada que reprochárseles”, dijo Laborde en una entrevista con la emisora argentina Radio AM750.
“Hay también la comprensión de que esto intenta perjudicar unas relaciones que se han recuperado recientemente, entre Argentina y Venezuela, y también el crecimiento de la CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]”, dijo Laborde, quien recientemente fue designado como embajador de Argentina en Venezuela tras 7 años sin relaciones diplomáticas oficiales.
“Para nosotros es natural sospechar que muchos adversarios que no quieren esta situación exageren y griten con lo del avión”.
Laborde también afirmó que el avión iraní-venezolano “no está incautado por la Justicia de Estados Unidos”, y que lo que realizó el FBI fue un inventario del avión. El diplomático dijo que el “FBI no tiene ninguna autoridad sobre el avión”.
La semana pasada se dio a conocer que el juez federal argentino de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien lleva el caso del avión iraní-venezolano, habría decidido dejarlo a disposición de su Juzgado y del juez federal de EE. UU. Michael Harvey. EE. UU. y Argentina cuentan desde 1991 con un tratado de colaboración mutua, conocida como la ley 24.034 que permite la asistencia jurídica mutua en asuntos penales.
Laborde mencionó y reconoció dicho tratado, sin embargo, dijo que este caso se “debe manejar con inteligencia”. Esta apertura de la causa, dijo, “puede presentar nuevas opciones” para Venezuela.
Explicó que si Venezuela se presenta como dueño del avión en el caso ante la justicia de EE. UU. “si acepta la justicia norteamericana la posibilidad de que actúe el estado venezolano [como dueño del avión], estará reconociendo que Maduro es el presidente”, refiriéndose al líder de la dictadura socialista venezolana, Nicolás Maduro.
Laborde además dijo que “no hay ninguna protesta del gobierno venezolano a la cancillería, ni a la embajada [argentina]”, señalando que su relación es “fraternal y colaborativa”.
Las declaraciones de Laborde suscitaron criticas por parte de la oposición argentina quienes además pidieron su destitución.
El diputado nacional, Maxi Ferraro, dijo: «En vez de embajadores, los ‘diplomáticos’ amigos actúan como lobistas de dictaduras y gobiernos extranjeros. Deben ser expulsados y el Canciller dar explicaciones en el Congreso. Representan intereses foráneos contra el estado argentino», en Twitter.
Por su parte, Patricia Bullrich, presidenta de ProArgentina dijo que Laborde «defiende los intereses de una dictadura. Nada nuevo en la política exterior proautoritaria del kirchnerismo», en Twitter.
Además, Miguel Ángel Pichetto, auditor general de la nación, calificó de «disparate» las declaraciones del diplomático argentino, escribiendo: «Laborde, hombre del Partido Comunista, hoy en las filas del gobierno es militante chavista. La Cancillería debería pedirle la renuncia».
Mientras que la representante de la Asamblea de Venezuela—de Juan Guaidó—en Argentina, Elisa Trotta Gamus, lamentó los comentarios del diplomático argentino.
“El embajador Laborde está denostando a la Justicia argentina para complacer a una dictadura que hasta hace dos días insultaba ferozmente al presidente de su país. Lamentable sumisión ante un régimen investigado por crímenes de lesa humanidad”, señaló.
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