Después de que el comentario del embajador chino en Francia, Lu Shaye, de que las repúblicas posteriores a la URSS «no tienen un estatus efectivo» en el derecho internacional desatara la indignación en todo el continente europeo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, rechazó los comentarios de Lu, afirmando que no representaban la postura oficial de China.
En una entrevista concedida a la edición en chino de The Epoch Times, Miles Yu, investigador del Hudson Institute, dijo que los comentarios de Lu el 21 de abril no eran accidentales, sino que traicionaban el deseo interno de China de reorganizar el orden mundial. La respuesta de Mao, dijo, fue simplemente engañosa.
El deseo del PCCh de liderar la reorganización
Según Yu, el Partido Comunista Chino (PCCh) considera a Occidente dominante y adversario de regímenes comunistas como el chino.
La política exterior del difunto líder Deng Xiaoping de «esconde tu fuerza; espera tu momento» pretendía prepararse a fondo antes de pasar a la acción, para evitar que el enemigo cambiara de opinión, dijo Yu. Sin embargo, su objetivo último era cambiar la estructura internacional.
Con el actual líder, Xi Jinping, los objetivos estratégicos de China han sido más manifiestos, afirmó Yu. La intención de Xi ha sido clara: «derrocar el orden mundial [que ha existido] desde el establecimiento del derecho internacional tras la Segunda Guerra Mundial». Las palabras del embajador chino simplemente reflejan la mentalidad del PCCh.
Cuando Lu dijo que los países de la antigua URSS «no tienen un estatus efectivo en el derecho internacional porque no hubo ningún acuerdo internacional que materializara su estatus como países soberanos», quiso decir que el derecho internacional estaba definido por los capitalistas y, por tanto, no era justo, dijo Yu.
Estas palabras son una indicación de que China quiere reestructurar el orden mundial o, como lo llama Xi, «el sistema de gobernanza global», y cree que China debe asumir un papel de liderazgo en ello, continuó Yu.
Ya en 2015, Xi subrayó ante los miembros del politburó del PCCh la urgencia de reforzar el papel de liderazgo de China en la gobernanza mundial y la reforma de ese sistema.
Esa prioridad se ha reiterado en múltiples ocasiones: en ruedas de prensa de portavoces de Beijing, en las Naciones Unidas y cuando Xi visitó Rusia recientemente.
Cuando Xi se despidió de Putin tras una cena de Estado en el Kremlin el 22 de marzo, Xi dijo a Putin: «Ahora mismo se están produciendo cambios como no hemos visto en 100 años, y somos nosotros los que estamos impulsando estos cambios juntos».
Putin respondió: «Estoy de acuerdo».
El engaño de siempre
En cuanto a la declaración de la portavoz Mao de que China respeta el estatus soberano de los antiguos países soviéticos, Yu calificó la afirmación de «típica política exterior del PCCh, decir una cosa y hacer otra. Es engañosa como siempre».
Si China realmente respeta a las antiguas repúblicas soviéticas como países soberanos, «debería condenar a Rusia por su invasión de Ucrania», dijo Yu.
Con información de Haizhong Ning y Luo Ya.
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