Las autoridades de Carolina del Norte respondieron a una llamada doméstica en la noche del 8 de abril y dijeron que una mujer fue apuñalada y su hijo secuestrado.
El Departamento de Policía de Durham (DPD) emitió una Alerta AMBER el jueves por la mañana para el niño secuestrado, a quien el departamento identificó en Facebook como Jeremy Rivas Muñoz de 2 años.
Se cree que Muñoz fue secuestrado por su padre, Emerson Meléndez Rivas de 22 años, quien también apuñaló a la madre del niño dentro de su casa en la calle Myra en Durham, alrededor de la 1:30 a.m., según la policía.
La mujer de 24 años fue trasladada a un hospital cercano con lesiones no mortales, pero graves, a causa del apuñalamiento, dijeron las autoridades, y añadieron que esperan se recupere.
La policía de Durham describió a Rivas como un hombre hispano de aproximadamente 5 pies y 10 pulgadas (1,77 m) de altura, que pesa alrededor de 170 libras (77 kg) con cabello negro y ojos marrones. Fue visto por última vez con una camisa negra y pantalones cortos color marrón.
Rivas también tiene un tatuaje de calavera en su cuello y el tatuaje de una rosa en su mano izquierda, se lo considera armado y peligroso, según las noticias locales WRAL.
Las autoridades señalaron que el niño secuestrado es hispano, mide 2 pies y 10 pulgadas de alto (61cm), pesa 35 libras (15 kg) y tiene pelo negro y ojos marrones. Muñoz fue visto por última vez con una camisa azul claro y pantalones cortos negros.
La policía informó que se cree que Rivas conduce un Toyota Corolla azul. El destino al que creen que podría estar viajando no fue proporcionado.
El DPD pidió a cualquiera que tenga información sobre este secuestro que contacte al departamento al (919) 560-4440 o llame al 911.
El condado de Durham se encuentra a unas 121 millas (195 km) de Charlotte en Carolina del Norte.
De acuerdo con las estadísticas de crímenes, Durham específicamente tiene una tasa de crímenes violentos que es 82% más alta que el promedio de Carolina del Norte y 81% más alta que el promedio nacional.
Secuestrados por sus padres
Según la Fundación Polly Klaas, aproximadamente 200,000 niños son secuestrados cada año por un miembro de la familia.
Los expertos en custodia de niños dicen que a menudo la gente secuestra a sus propios hijos para forzar una reconciliación o una interacción continua con el otro padre, para molestar o castigar al otro padre, o por miedo a perder la custodia o los derechos de visita.
Entre las señales de advertencia más comunes se encuentran la amenaza de secuestro por parte del otro padre, la sospecha de abuso o el engaño paranoico.
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