Las personas que padecen síndrome metabólico persistente y progresivo, que incluye afecciones como hipertensión arterial, glucemia elevada, exceso de grasa abdominal y colesterol anormal, tienen mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Los resultados se publicaron en Cancer, una revista revisada por expertos de la Sociedad Americana del Cáncer.
El síndrome metabólico es frecuente en Estados Unidos y afecta aproximadamente a uno de cada tres adultos. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) señalan que es probable que una persona padezca síndrome metabólico si presenta tres o más de las siguientes afecciones:
• Cintura ancha
• Presión arterial alta
• Niveles elevados de azúcar en sangre
• Triglicéridos altos en sangre
• Colesterol HDL bajo
Según la investigación, las personas con síndrome metabólico agravado tienen 1.3 veces más riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer, 2.1 veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama, 3.3 veces más riesgo de desarrollar cáncer de endometrio, 4.5 veces más riesgo de desarrollar cáncer de riñón, 2.5 veces más riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y 1.6 veces más riesgo de desarrollar cáncer de hígado, que las personas sin patrones de síndrome metabólico agravado.
«Hasta donde sabemos, este estudio representa la primera evaluación exhaustiva del impacto de trayectorias heterogéneas de puntuación de MetS en los riesgos de cánceres generales y específicos de un lugar», escribió el equipo de investigación.
4 categorías de estabilidad metabólica
Los investigadores, con sede en China, determinaron la relación entre el síndrome metabólico y el cáncer estudiando los síntomas del síndrome en más de 44.000 adultos chinos. Casi el 79% de los participantes eran hombres, mientras que la edad media de los que participaron en el estudio era de 49 años.
Los participantes en el estudio se dividieron en cuatro categorías en función de su estabilidad metabólica, establecida por sus puntuaciones MetS, que son un indicador de disfunción cardiometabólica. Entre los participantes, el 10.56% presentaba puntuaciones de trayectoria de MetS poco estables, el 40.84% moderadamente estables, el 41.46% moderadamente estables y el 7.14% presentaban un patrón elevado-creciente en el que sus puntuaciones de trayectoria empeoraban con el tiempo.
El equipo de investigación realizó un seguimiento de los pacientes al cabo de algo más de nueve años para descubrir diagnósticos de cáncer en 2.271 pacientes. Aquellos pacientes con puntuaciones metabólicas crónicamente altas presentaban mayores tasas de cáncer.
Además, los investigadores descubrieron que los pacientes que presentaban un peor síndrome metabólico junto con inflamación tenían mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, endometrio, colon e hígado. Sin embargo, aquellos con puntuaciones persistentemente altas pero sin inflamación crónica tenían un riesgo elevado de cáncer de riñón.
El equipo observó que muchos factores de disfunción del síndrome metabólico son también factores de riesgo de cáncer, como la obesidad, los niveles elevados de glucosa en sangre y la hipertensión arterial.
«Esta investigación sugiere que el control proactivo y continuo del síndrome metabólico puede ser una estrategia esencial para prevenir el cáncer», declaró en un comunicado de prensa el Dr. Han-Ping Shi, autor principal del estudio. «Nuestro estudio puede orientar futuras investigaciones sobre los mecanismos biológicos que relacionan el síndrome metabólico con el cáncer, lo que podría dar lugar a tratamientos específicos o estrategias preventivas. Será necesaria una evaluación formal de estas intervenciones para determinar si son capaces de modular el riesgo de cáncer.»
Cómo prevenir el síndrome metabólico
Los NIH afirman que el síndrome metabólico puede prevenirse. La clave para prevenirlo es conocer los factores de riesgo y llevar un estilo de vida saludable. Entre los factores de riesgo se encuentran la edad, el nivel socioeconómico, los antecedentes familiares y genéticos y otras afecciones médicas, como el sobrepeso o la obesidad, el síndrome de ovario poliquístico, ciertos trastornos inmunitarios y los trastornos del sueño. Algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, como los utilizados para tratar alergias, trastorno bipolar, depresión, VIH y esquizofrenia.
Las medidas preventivas del síndrome metabólico suelen incluir la creación de un estilo de vida que promueva decisiones cardiosaludables. Entre ellas se encuentran seguir una dieta sana, hacer ejercicio con regularidad, no abusar del alcohol y abstenerse de fumar.
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