A través de la larga historia de China, muchas dinastías fueron establecidas por hombres de fuerza y ambición. Sin embargo, las mujeres sabias y virtuosas que estuvieron junto a ellos, fueron fundamentales en la formación del carácter y la herencia de la civilización china.
La cultura clásica china valora a las mujeres que utilizan su intelecto y sabiduría para ayudar a los padres, esposos e hijos en su juicio y conducta.
En el Clásico de los mil caracteres, un texto educativo, encontramos el siguiente mensaje:
La sabiduría, representada por el carácter chino «zhi», es la cuarta de las cinco virtudes principales que se enseñan en el confucianismo, las otras son la benevolencia, rectitud, decencia y fe. A continuación se presentan las historias de tres emperatrices chinas conocidas por sus contribuciones a la dinastía Han y Tang.
La emperatriz Yin muestra compasión
El emperador Guangwu de la dinastía Han del este, además de su propia esposa Yin Liuha, tenía a una adinerada consorte imperial, Guo Shengtong, quien le había dado un hijo. Esto llevó a una situación incómoda en la que el emperador favorecía a Yin Lihua, pero estaba bajo presión para elegir a Guo Shengtong por el pragmatismo.
Yin Lihua era una mujer del este de China descendiente del famoso ministro Guan Zhong. Alabándola como una «madre modelo de belleza», Guangwu le ofreció a Yin la posición de emperatriz.
Al no tener un hijo, Yin Lihua permaneció humilde y declinó la oferta. Así que Guo Shengtong se convirtió en emperatriz.
Guangwu no podía deshacerse de sus sentimientos por su primera esposa. Cuando el emperador intentó conferir títulos de nobleza a los hermanos de Yin, ella se negó, diciendo que sería nepotismo inapropiado. Cuando trató de recompensarla con joyas caras, Yin señaló que tal extravagancia era poco apropiada ya que el imperio apenas se estaba estabilizando después de años de guerra.
Sabiendo que Guangwu todavía estaba enamorado de Yin, Guo Shengtong estaba celosa y la calumnió en múltiples ocasiones. Después de 17 años de matrimonio, el emperador cansado de Guo la despojó del estatus imperial.
Aunque Yin Lihua se convirtió en la nueva emperatriz, no albergó rencores contra Guo o su familia. Ella ordenó que los hijos y nietos que tenía la depuesta emperatriz la trataran como madre y abuela respectivamente. Un ejemplo notable de esto fue cuando el emperador Ming, el hijo de Yin y el sucesor de Guangwu, asistió al funeral de Liu Jiang, quien fue el hijo primogénito de Guangwu e hijo de Guo. Como resultado de la virtud de Yin, el resto de la historia de la dinastía Han no cayó en desgracia por violencia entre la realeza.
La emperatriz Mingde ayuda a administrar la corte
Otra emperatriz de la dinastía Han, Mingde, fue la nuera de la ya mencionada emperatriz Yin y la esposa del emperador Ming. Es conocida por usar responsablemente su autoridad imperial para asegurar la sucesión sin problemas entre los emperadores, lo que le valió el calificativo de modelo a seguir por todas las mujeres además de emperatriz, del hogar y de la corte.
El emperador Ming valoró las opiniones de Mingde y frecuentemente pidió su opinión sobre asuntos políticos. A pesar de la gran influencia que tenía sobre su marido, Mingde se limitó a sí misma el papel de asesora y nunca utilizó su encanto para beneficiar a su propio hogar.
Finalmente, el emperador Ming falleció y fue reemplazado por el emperador Zhang. Debido a que Zhang era todavía un niño, la emperatriz Mingde tomó la posición por él.
En la historia de China, no era raro que una emperatriz viuda tomara el poder por sí misma y gobernara fuera de la vista del público con la ayuda de la realeza masculina. La emperatriz Mingde conocía los resultados caóticos que vendrían de esto y prohibió estrictamente a cualquier otra persona de la realeza que tocara el poder o influyera en el joven emperador.
A modo de ejemplo, había mucha presión sobre el emperador Zhang para que concediera títulos reales a sus tíos. La viuda emperatriz Mingde se mantuvo firme frente a estas peticiones hasta el momento en que le pudo pasar la completa autoridad imperial a Zhang. De esta manera su reinado fue estable y exitoso.
La emperatriz Zhangsun apoya a un honesto oficial
El emperador Taizong es considerado como uno de los más grandes gobernantes en la historia china. Su nombre al nacer fue Li Shimin, fundó la larga dinastía Tang de 300 años (618-907), conocida como uno de los pináculos de la cultura china, con su civilización y su poderío imperial.
Pero fue la esposa de Taizong, la emperatriz Zhangsun, cuya oportuna asesoría dinamizó los logros de este gran hombre.
Zhangsun, hija de un general en la dinastía Sui creció en la familia de un funcionario, recibió una educación clásica formal, normalmente reservado para los varones, algo que no era común en ese tiempo.
Aunque la emperatriz Zhangsun creció en una familia rica, estableció un buen ejemplo de nobleza al vivir frugalmente. Su naturaleza tolerante y compasiva fomentó un buen ambiente en la corte, lo que le permitió al emperador Taizong enfocarse en su política imperial.
La emperatriz tenía la creencia de que los hombres y las mujeres tienen funciones complementarias y no era su función dominar las responsabilidades políticas de su esposo. Pero cuando se trataba de hacer correcciones a su marido, la emperatriz Zhangsun sabía cuándo y cómo hacerlo.
Un oficial a principios de la dinastía Tang, Wei Zheng, era conocido por su crítica directa pero honesta. Debido a su valiente integridad, no se contenía incluso delante del mismo Taizong.
Si bien el emperador reconocía a Wei como «un funcionario leal y buen consejero», a veces su temperamento lo superaba.
Una vez, Taizong planeó una caza en primavera y reunió a muchas personas en su palacio para preparar la ocasión. Al enterarse de esto, Wei Zheng se apresuró a la escena en señal de protesta: la primavera era una época para el crecimiento y reproducción y cazar en este momento podría dañar el ecosistema.
Arruinada su cacería, un Taizong enojado regresó a sus aposentos, donde se encontró con la emperatriz. Descargando su ira, declaró que iba a matar a Wei Zheng por su insolencia.
En lugar de hacer comentarios de inmediato, Zhangsun se retiró a su guardarropa. La ira de Taizong se convirtió en sorpresa cuando su esposa volvió en un traje formal imperial. Inclinándose, dijo: «He oído que solo el emperador más capaz tendrá subordinados con integridad. El ministro Wei muestra tanta integridad porque eres un emperador que tiene capacidad. Os felicito».
Taizong reconoció de inmediato la necedad de su actitud y en silencio perdonó las acciones de Wei.
La actitud de Zhangsun fue una de prudente consideración y precaución. «Incluso cuando había paz, pensaba en el peligro; eligió funcionarios honestos y capaces y prestó atención a sus opiniones.
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