RedBalloon, una empresa de servicios de empleo de tendencia conservadora, lidera la promoción de una declaración de derechos de los empleados para protegerlos de la ideología woke en el lugar de trabajo.
La empresa alberga una bolsa de trabajo que pone en contacto a empleados con ideas afines con empresas de todo el país, con un enfoque compartido sobre la productividad y la innovación frente a tener la ideología «correcta» del momento.
En todo el país, miles de estadounidenses conservadores han denunciado discriminación laboral por sus creencias privadas.
Algunos incluso han perdido su empleo debido a la presión de colegas activistas o de empleadores políticamente correctos, dijo Andrew Crapuchettes, fundador y director ejecutivo de Red Balloon, a The Epoch Times.
Hace unos meses, RedBalloon publicó lo que denomina Carta de Derechos y Responsabilidades del Empleado, un compromiso de no discriminar las creencias personales de los empleados en el lugar de trabajo.
Se anima a las empresas que solicitan acceso a la bolsa de trabajo de RedBalloon a que se comprometan a no discriminar a los empleados por sus opiniones privadas, a no violar sus derechos constitucionales, a no invadir su intimidad médica ni a imponerles vacunas sin su consentimiento, dijo Crapuchettes a PJMedia en otra entrevista el 29 de septiembre.
A finales de octubre, al menos 2100 empleadores habían firmado el compromiso contra lo woke para proteger a sus trabajadores de las represalias.
Informar a los empleados conservadores de sus derechos
La guía ha sido redactada con la ayuda de Laura Baxter, licenciada en Derecho por Harvard y miembro del equipo jurídico de RedBalloon, que ha sido abogada laboralista en California durante 20 años.
Se trata de un recurso jurídico gratuito que ofrece a los trabajadores y empresas estadounidenses una definición clara para entender los derechos y protecciones de los empleados cuando se trata de la discriminación woke en el lugar de trabajo.
El director ejecutivo de RedBalloon espera inspirar a los empleados que temen perder su empleo por sus opiniones personales a defender sus derechos en el trabajo.
«El conocimiento es poder, y si no sabes cuáles son tus derechos, será mucho más difícil defenderlos», dijo Crapuchettes a The Epoch Times, refiriéndose a los empleadores woke.
«Si sabes que en realidad estás protegido legalmente en esto», dijo. «Y que puedes levantarte y decir que si lo haces, la Constitución te cubre la espalda».
Los trabajadores reciben consejos sobre cómo defender su libertad de expresión, cómo excluirse de las sesiones de formación que violan sus creencias y cómo organizarse con sus compañeros de trabajo para protegerse de las represalias, entre otras cosas.
La Carta de Derechos del Empleado, de 22 páginas, establece cinco derechos para los empleados y cinco responsabilidades para los empresarios.
«Creo que los empresarios también deberían estar entusiasmados con ella, porque los empleados y los empresarios que conocen sus responsabilidades van a tener una mejor relación en el trabajo», dijo Crapuchettes.
Enseñar a los conservadores a emplear las mismas herramientas que se usan contra ellos en el trabajo
Dijo que los conservadores deben saber que deben utilizar algunas de las herramientas que han sido utilizadas contra ellos en el pasado por la izquierda, y utilizarlas para sus propios fines.
Crapuchettes dijo que algunas de las cosas que se sugieren en la guía pueden ser un poco sorprendentes para los conservadores, como el derecho legal protegido de los empleados a formar grupos u organizarse.
«Sé que suena muy parecido a los sindicatos, pero la realidad es que hoy en día los trabajadores tienen que trabajar juntos para hacer frente a su departamento local de recursos humanos o, de lo contrario, van a perder sus libertades en el trabajo», explicó Crapuchettes.
Los grupos de empleados pueden presentar legalmente peticiones a la dirección, ya sea por escrito o en persona, e incluso pedir aumentos de sueldo mientras están en ello.
Dijo que los empleados que no son woke deben dejar claro que no se les puede obligar a asistir a entrenamientos o celebraciones en el lugar de trabajo que violen su conciencia personal.
Otros derechos incluyen la posibilidad de que grupos de trabajadores soliciten la derogación de los mandatos de vacunación y otras restricciones del COVID que no sean exigidas por la ley, o que exijan una mayor licencia de maternidad y paternidad, especialmente si su empresa paga los viajes para abortar.
También recomendó a los empleados conservadores que no utilicen sus conocimientos para coaccionar a sus empleadores o crear sus propios sindicatos.
«No animamos a la gente a crear, ya sabes, un gran sindicato, con jefes y todas las cosas malas que conlleva», dijo Crapuchettes.
«Queremos que los conservadores sean valientes y digan ‘oye, si te reúnes después del trabajo y firmas una petición en la que dices que no quieres un mandato de vacunas o que no quieres un mandato de mascarillas o [tener] una formación en teoría crítica de la raza en la oficina, estás perfectamente en tu derecho legal de hacerlo'».
La DEI está provocando la muerte de la productividad en el trabajo
El director ejecutivo de RedBalloon dijo que es necesario que se produzca un rechazo masivo a la formación en diversidad, equidad e inclusión (DEI), debido a la destrucción a largo plazo de las empresas y al efecto aplastante que tiene sobre millones de trabajadores estadounidenses.
Se mostró especialmente crítico con los departamentos de recursos humanos, a los que acusó de «quitarle la alegría al trabajo» y de ser los principales instigadores de lo woke y de la ruptura del trabajo en equipo en el lugar de trabajo.
«Los empleados valientes son, en realidad, el mejor tipo de empleados, pero desgraciadamente, la formación DEI y la formación en TCR —todas estas medidas de inclusión— están haciendo que la gente ya no esté dispuesta a ser valiente en el trabajo, por lo que esperamos que nuestro documento sirva para contrarrestarlo», dijo.
Crapuchettes citó un informe realizado este año por McKenzie, según el cual se gastaban 8000 millones de dólares al año en formación en materia de diversidad en Estados Unidos, y eso solo incluía los costes directos, como los consultores de diversidad y los materiales de formación.
También decía que esas cifras no incluían los daños causados por la desmoralización en el lugar de trabajo, la pérdida de productividad o el miedo de los empleados a hablar honestamente debido a un clima laboral hostil.
Otro informe de McKenzie mencionó que Intel estaba reservando unos 300 millones de dólares para financiar los esfuerzos de diversidad en el transcurso de cinco años, lo que Crapuchettes calificó de despilfarro y «absolutamente ridículo».
También citó una encuesta de Gallup en la que se señalaba que el 60% de las personas decían sentirse emocionalmente distraídas en el trabajo, y que el 19% se sentía miserable, mientras que solo el 33% se sentía apoyado y comprometido.
«Obviamente, cuando se le dice a la gente que no tiene derechos en el lugar de trabajo y que no se le permite vivir sus valores abiertamente, y eso es cierto para probablemente el 50% de la gente en muchas de estas empresas», dijo Crapuchettes.
«¿Por qué iba a esforzarme al máximo en una empresa que intenta decirme que soy malo porque soy blanco o que soy malo porque soy conservador?».
«Eso solo va a producir malos trabajadores que están desvinculados y no están entusiasmados con lo que hace su empresa».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
