Opinión
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan hoy en día millones de jóvenes universitarios es una vez que se gradúan, se encuentran con que sus títulos en materias esotéricas no se traducen en empleos bien remunerados. Para muchos de nuestros jóvenes, ser un empleado de una hamburguesería con estudios universitarios u otro trabajador poco calificado y con bajo salario es ahora una realidad. Como resultado, estamos viendo una generación de jóvenes adultos angustiados y sin grandes perspectivas en el mercado laboral. Es un problema importante y creciente.
La mala educación de la generación de los Millennials y la generación Z
Gran parte de la culpa puede deberse a que nuestras facultades y universidades están creando nuevas áreas de estudio que tienen poca o ninguna aplicación o valor en el mundo real. Las diversas disciplinas teóricas interseccionales de las humanidades son un claro ejemplo de ello. Fuera del mundo académico, esas áreas de estudio tienen muy poco valor tangible, si es que tienen alguno (dudo seriamente de su valor dentro del mundo académico), con el valor negativo de dejar a los graduados cargados con una aplastante deuda de préstamos estudiantiles.
Esto no es solo un problema de la Generación Z. Una generación de desempleados o subempleados tiene un impacto de largo alcance en la sociedad: La pérdida de ingresos fiscales, un menor consumo, más inquilinos y menos propietarios, y una mayor presión sobre los sistemas de apoyo social son solo algunos de los efectos a largo plazo.
Pero, ¿cuáles son las opciones para ellos?
Aprender un oficio es mejor que vivir con los padres
Una de las opciones profesionales alternativas más populares para la Generación Z es evitar por completo obtener un título universitario excesivamente caro y, en su lugar, aprender un oficio. Aprender plomeria, soldadura, electricidad y otros oficios no es glamuroso, pero tampoco lo es vivir en casa de tus padres cuando tienes entre 20-30 años.
Pero eso es lo que está pasando. Alrededor del 16% de los Millennials viven con sus padres o familiares porque no pueden permitirse una vivienda. Casi un tercio de la generación Z siguen viviendo en casa. De hecho, el número de hogares multigeneracionales en Estados Unidos ha aumentado en más de un millón en la última década.
La brecha en ciberseguridad implica grandes oportunidades profesionales
La buena noticia es que en una industria en particular, hay 500,000 puestos de trabajo bien remunerados que deben cubrirse desde ayer y pueden cambiar la suerte de la generación Z, subempleada y con escasa formación, en un periodo de tiempo relativamente corto. Ese sector es el de la ciberseguridad. Según estimaciones recientes, 500,000 puestos de trabajo sin cubrir es el extremo inferior de la necesidad de profesionales de la ciberseguridad.
Si la industria de la ciberseguridad le parece un campo complejo y sofisticado, lo es. En pocas palabras, la ciberseguridad consiste en proteger las redes, dispositivos, programas y datos de las organizaciones contra ataques cibernéticos en forma de robo o rescate de datos, acceso no autorizado, modificación y otros daños o manipulaciones. Esencialmente, la ciberseguridad protege activos digitales que van desde las industrias financiera y médica hasta la alta tecnología, el ejército y cualquier otro tipo de industria u organización.
La demanda de los analistas se está disparando
Es más, la demanda de analistas es tan alta y creciente que la brecha de la ciberseguridad (que se amplía cada año) ha convertido a la ciberseguridad en un sector muy seguro y lucrativo, en el que la posibilidad de despidos en el sector es prácticamente inexistente, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. En la actualidad, se calcula que la escasez mundial de analistas de ciberseguridad ronda entre los 4 millones y está aumentando rápidamente.
Con la digitalización generalizada y continua de casi todos los aspectos de la vida, no hay escasez de oportunidades. De hecho, el número y el costo de las filtraciones y pérdidas de datos que sufren las organizaciones y los individuos víctimas de ataques cibernéticos aumentan considerablemente cada año, lo que también aumenta la demanda de analistas de seguridad informática.
¿No es un genio? No hay problema
No hace falta ser un genio de las ciencias o las matemáticas para dedicarse a ello. De hecho, en muchos casos, ni siquiera necesitas un título universitario. Puedes obtener un título de asociado en ciberseguridad, que te prepara para puestos de entrada en ciberseguridad como auditor de seguridad, administrador de sistemas y analista de ciberseguridad. Muchos programas solo requieren un diploma de secundaria o un certificado de GED. También hay campamentos de entrenamiento en ciberseguridad mucho más razonables que la universidad, y mucho más rápidos, que le ayudarán a poner el pie en la puerta de un trabajo seguro y razonablemente bien pagado a tiempo completo en ciberseguridad.
La necesidad es tan grande que algunas empresas de seguridad informática o divisiones internas han llegado a contratar a becarios motivados a los que pueden formar para que trabajen con sus sistemas específicos y, posteriormente, contratarlos como empleados a tiempo completo.
Una amplia variedad de puestos de ciberseguridad bien remunerados
Como era de esperar, la ciberseguridad comprende varias funciones o subcampos. La mayoría empieza como analista de nivel 1 en un centro de operaciones de seguridad (SOC), supervisando e investigando actividades sospechosas. Otras funciones más sofisticadas incluyen la seguridad de redes, la seguridad en la nube, la seguridad de aplicaciones y la arquitectura de seguridad. En resumen, hay muchas funciones entre las que elegir una vez que empiezas, con muchas oportunidades de progresar. Una ventaja añadida es que muchas, si no la mayoría, de estas funciones pueden desempeñarse de forma remota.
Por último, pero no por ello menos importante, está la escala salarial en el sector de la ciberseguridad. Por ejemplo, el salario medio de un analista principiante en Carolina del Norte, que no es el estado más caro para vivir, es de unos 115,500 dólares, con sueldos que oscilan entre los 100,000 y los 130,000 dólares. Los salarios varían según el lugar y la empresa, por supuesto, pero esto demuestra que se puede acceder a una carrera bien remunerada en ciberseguridad sin tener que gastar tanto o más en una educación universitaria.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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