Al menos cuatro fabricantes de medicamentos en China están desarrollando vacunas para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En el envase de la vacuna fabricada por Sinovac, se indica en modo evidente que la vacuna no ha sido aprobada por la Administración Nacional de Productos Médicos de China (NMPA), el organismo estatal que regula la fabricación de medicamentos, dispositivos médicos, cosméticos, entre otros productos.
No obstante, una empresa estatal china ordenó que algunos de sus empleados participaran en los ensayos de la vacuna de Sinovac, según un documento interno que obtuvo The Epoch Times.
«Tomar estas vacunas [no aprobadas] es arriesgado. La vacuna podría no funcionar. En el peor de los casos, podría infectar a las personas con el virus de la neumonía de Wuhan [PCCh]», dijo Chan King-ming, director del Programa de Ciencias Ambientales de la Universidad China de Hong Kong y miembro de la Sociedad de Toxicología de Estados Unidos.
Chan dijo al medio informativo chino Epoch Times que por lo general toma cerca de un año desarrollar y probar una vacuna. Después de los test en los laboratorio y en los animales, una vacuna debe ser probada en tres fases durante los ensayos clínicos. Tras evaluar la seguridad y la eficacia de la vacuna y confirmar que no hay problemas de seguridad, la administración estatal puede aprobarla.
«Yo quiero saber: La vacuna no está aprobada. ¿Quién se hará responsable de la seguridad de la vacuna?», dijo Chan.
En Estados Unidos, las compañías farmacéuticas han comenzado a realizar ensayos clínicos con pruebas en voluntarios humanos.
La empresa biofarmacéutica con sede en Beijing Sinovac Biotech, una empresa conjunta entre una compañía privada de Hong Kong y la empresa estatal china Sinobioway, desarrolló y fabricó CoronaVac, una candidata a vacuna inactiva.
Un documento interno emitido el 15 de junio por TravelSky Technology, una empresa estatal que desarrolla tecnología para la información sobre viajes aéreos, reveló que la compañía pidió a siete grupos de sus empleados que tomaran el CoronaVac, fabricado por Sinovac.
TravelSky cuenta entre sus clientes a aerolíneas, aeropuertos, agencias de viajes aéreos y servicios de carga aérea. En diciembre de 2019, TravelSky contaba con 7476 empleados, según el informe anual de la empresa.
«La vacuna tiene muy buena seguridad y efectividad, y está lista para ser aplicada a las personas en caso de emergencia», se lee en el documento de TravelSky, filtrado a The Epoch Times por una fuente confiable.
Los siete grupos son: empleados en «puestos clave y fundamentales»; empleados que trabajan en las terminales aeroportuarias; empleados que necesitan hacer un viaje de negocios al extranjero en un futuro próximo o que realizan viajes de negocios nacionales con frecuencia; gerentes y personal que asiste a reuniones con frecuencia; empleados que están asignados a tareas de prevención de virus; y otros empleados que desean probar la vacuna.
Zhang Hua (seudónimo), funcionario de salud de un Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) provincial de China, dijo por teléfono a la edición en chino de The Epoch Times que participar en un ensayo clínico en estos momentos debería ser voluntario.
Al pedir a sus empleados que tomen el CoronaVac, la empresa estatal TravelSky esencialmente está forzándolos a participar en un ensayo clínico, dijo Zhang. «No está bien que TravelSky no le haya dicho la verdad a sus empleados».
Zhang añadió que el regulador estatal, NMPA, normalmente buscaría voluntarios para un ensayo en el público en general, después de que una empresa tiene éxito con sus ensayos clínicos.
Otros fabricantes de medicamentos en China que están trabajando en una vacuna contra COVID-19 incluyen a CanSino Biologics, que ya terminó las dos primeras fases de los ensayos clínicos de su vacuna Ad5-nCoV, según el medio local Caixin. La Comisión Militar Central de China aprobó que los soldados militares participen en los ensayos de la vacuna.
El Instituto Estatal de Productos Biológicos de Wuhan también desarrolló su vacuna y dijo que en su ensayo clínico de fase II, todos los participantes desarrollaron anticuerpos contra el virus, según el medio de comunicación estatal Xinhua.
A su vez el Instituto de Microbiología de la Academia China de Ciencias, administrado por el Estado, se asoció con la empresa privada Anhui Zhifei Longkema Biopharmaceutical para desarrollar su vacuna. El 24 de junio, las dos empresas anunciaron que su vacuna fue aprobada para realizar la fase I del ensayo clínico.
Las cuatro vacunas aún no han completado sus ensayos clínicos finales.
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