La empresa matriz de Redbox se declaró en quiebra, casi dos años después de su desafortunada fusión con el muy endeudado operador de quioscos de DVD.
Chicken Soup for the Soul Entertainment, que recibe su nombre de la exitosa serie de libros de autoayuda, el 28 de junio solicitó protección del Capítulo 11 en Delaware, enumerando activos y pasivos de al menos 500 millones de dólares cada uno.
La presentación permite a Chicken Soup seguir operando mientras desarrolla un plan para pagar a sus acreedores, entre los que se incluyen los gigantes minoristas Walgreens y Walmart (donde operaba miles de quioscos Redbox), así como los principales estudios de Hollywood como Universal, Sony, Lionsgate, Warner Bros y Paramount. El documento judicial muestra que la empresa también le debe dinero a su arrendador y a otros socios comerciales.
En el verano de 2022, Chicken Soup adquirió Redbox y asumió una deuda total de casi 360 millones de dólares. A través de la fusión, la empresa heredó una red nacional de aproximadamente 27,000 quioscos rojos frente a supermercados y tiendas de conveniencia, y una tercera plataforma de streaming además de su servicio de streaming de vídeo homónimo y Crackle.
Sin embargo, la adquisición no ayudó a mejorar las finanzas de la empresa. A finales del primer trimestre de 2024, Chicken Soup reportó una pérdida neta de 53 millones de dólares, con un déficit acumulado de 937 millones de dólares. También dejó de pagar muchas de sus facturas, lo que tensó las relaciones con los acreedores de la empresa, incluidos los proveedores de contenido.
En una declaración presentada ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Chicken Soup dijo que esperaba poder mantener su deuda bajo control, partiendo de la premisa de que la demanda de alquileres de quioscos físicos por parte de los estadounidenses volvería a los niveles previos al COVID. Los alquileres de películas posteriores a la pandemia se recuperaron un poco, pero no fueron lo suficientemente fuertes como para generar flujos de efectivo y capital de trabajo para operar el negocio.
En cambio, a medida que el flujo de estrenos en salas comenzó a aumentar después del COVID, Chicken Soup se vio incapaz de pagar todas las películas que le ofrecían sus proveedores.
“La empresa recibió un número cada vez mayor de avisos de rescisión y no renovación de contratos por parte de proveedores de contenido y otros proveedores de servicios, incluidos avisos de incumplimiento de algunos de sus contratos de arrendamiento y de algunos de sus prestamistas”, dijo Chicken Soup a la SEC en abril. “Estos socios financieros tienen la capacidad de desalojarnos de las instalaciones, embargar vehículos o reclamar sus deudas, pero ninguno lo ha hecho hasta la fecha”.
A principios de junio, la empresa incumplió su deuda, pero no solicitó inmediatamente la protección por bancarrota. Sin embargo, las consecuencias financieras llevaron al presidente y director ejecutivo William Rouhana, Jr. a despedir a todo el directorio de la empresa, excepto él mismo.
Esto sucedió cuando Redbox recibió una orden judicial por no haber realizado un pago inicial como parte de su acuerdo con Universal por regalías por alquiler de DVD´s y regalías por servicios online no pagados. El acuerdo le permitió a Redbox pagar la totalidad de los 16.7 millones de dólares en tres cuotas, con la primera facturada en 4 millones de dólares antes del 10 de junio.
El 20 de junio, un tribunal de Los Ángeles falló en contra de la empresa a favor de Universal, diciendo que RedBox debe devolver los 16.7 millones de dólares en su totalidad.
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