China aprobó una nueva ley que ordena a todas las personas y empresas en China aplicar las sanciones que el régimen lanzó contra sus homólogos extranjeros. Al mismo tiempo, les prohíbe a las empresas cumplir con las restricciones extranjeras contra firmas y ciudadanos chinos.
La ley entró en vigor el 10 de junio, cuando la legislatura títere del régimen la aprobó sin una tercera lectura, que es un requisito previo según la Ley Legislativa de China.
«Ordena a los ciudadanos extranjeros que actúen en contra de su propia patria, y que sean leales al Partido Comunista Chino [PCCh]», dijo Tang Jingyuan, un comentarista de asuntos chinos radicado en Estados Unidos, en una entrevista telefónica con The Epoch Times el jueves.
«El momento es clave. El PCCh aprobó la ley justo después de que el presidente Joe Biden iniciara su viaje a Europa. Biden hablará con los líderes europeos sobre la investigación del origen del virus del PCCh, que probablemente se filtró desde el laboratorio de Wuhan», dijo a The Epoch Times Li Hengqing, académico del Instituto de Información y Estrategia de Washington.
Li cree que el virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, se filtró desde el Instituto de Virología de Wuhan. Una vez que este hecho sea verificado por el mundo, otros países responsabilizarán al régimen del PCCh, dijo Li.
Nueva ley
El 10 de junio, la legislatura títere de China aprobó y dio a conocer la «Ley de Sanciones contra el Extranjero».
La ley exige que todas las personas y organizaciones en China, sin importar su ciudadanía o estatus registrado, deben ejecutar las sanciones impuestas por el régimen de Beijing.
Además, la cláusula 12 de la ley establece: «Ninguna organización o individuo puede ejecutar o ayudar a ejecutar las medidas restrictivas discriminatorias que los países extranjeros utilizan contra los ciudadanos y organizaciones chinas (…) Los ciudadanos u organizaciones chinas pueden presentar una demanda contra las entidades extranjeras [que están cumpliendo con las sanciones impuestas por el extranjero], y pedirles que cesen la infracción y paguen una compensación por las pérdidas [chinas]».
Represalias
Como represalia a las sanciones impuestas por el extranjero, la ley se dirige a los infractores extranjeros y a sus familiares directos, a los gerentes y directores de las empresas, así como a otras personas y organizaciones relacionadas.
Los métodos de castigo para las infracciones según la nueva ley incluyen la denegación o revocación de visados, la confiscación de bienes y activos, y la prohibición de la actividad comercial.
«Este año, China puso en marcha las correspondientes contramedidas contra entidades e individuos de países relevantes, en contraposición a la hegemonía y la política de poder occidentales», dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en un comunicado de prensa el 10 de junio.
Wang dijo claramente que la ley es una herramienta legal para tomar represalias contra las sanciones extranjeras.
Cuando se le preguntó si la ley afectaría a las relaciones diplomáticas con otros países, Wang dijo: «Esta preocupación es completamente innecesaria».
En los últimos meses, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido impusieron sanciones a funcionarios chinos, acusándoles de graves abusos contra los derechos humanos de los uigures en Xinjiang y de destruir la autonomía de Hong Kong.
El 12 de mayo, el gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra un funcionario del PCCh por perseguir a Falun Gong, cuando se acerca el 22º aniversario de la brutal represión de esta práctica espiritual por parte del régimen de Beijing.
Hasta ahora, el gobierno estadounidense ha impuesto sanciones a unos 45 funcionarios chinos, incluidos los 14 vicepresidentes de la comisión permanente del poder legislativo. Mientras tanto, Washington también incluyó en su lista negra a empresas chinas que no pueden comprar tecnología estadounidense, como el mayor fabricante de telecomunicaciones de China, Huawei, que violó las sanciones estadounidenses contra Irán.
El régimen chino comenzó sus represalias a principios de este año. El 21 de enero, el régimen prohibió a 28 estadounidenses y a sus familiares directos visitar China continental y Hong Kong.
Consecuencias
«La recién lanzada Ley de Sanciones Anti-Extranjeras es una represalia integral contra Estados Unidos y otros países desarrollados. Abarca a todas las personas y organizaciones y amenaza con apoderarse de sus bienes si no hacen caso al régimen de Beijing», dijo Tang a The Epoch Times.
A Tang le preocupa que el PCCh exija a las empresas extranjeras que compren productos que requieran mano de obra forzada, como la compra de algodón de Xinjiang, y que vendan tecnología estadounidense a empresas chinas, como la venta de chips semiconductores a Huawei.
«Veo los riesgos que esta ley conlleva para la sociedad. Me imagino que las empresas extranjeras tendrán que abandonar el mercado chino antes de que el PCCh las obligue a hacer cosas [contra las sanciones de Estados Unidos], y las empresas chinas se vean obligadas a dejar de comprar tecnología importada», dijo Tang.
Tang utilizó como ejemplo al mayor y más avanzado fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC).
El 15 de septiembre de 2020, SMIC dijo al diario estatal chino Securities Times que dejó de suministrar chips a Huawei porque SMIC utilizaba tecnología estadounidense para fabricar sus chips y Huawei estaba en la lista negra de los que no pueden comprar ninguna tecnología estadounidense.
«En virtud de la Ley de Sanciones contra el Extranjero de China, SMIC no tiene otra opción que suministrar chips a Huawei. Una vez que SMIC vende chips a Huawei, viola la ley estadounidense y pierde su derecho a utilizar tecnología estadounidense, así como su mercado global», dijo Tang.
Para las empresas extranjeras, su situación es peor que la de SMIC. «Perderán todos sus activos y otras propiedades en China si no siguen la ley del régimen de Beijing», añadió Tang.
Con información de Luo Ya.
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