En las calles de Nueva York aparecieron carteles de «se busca» con los nombres y rostros de ejecutivos del sector salud. En internet circulan listas negras con imágenes de balas y amenazas dirigidas a los directivos del sector indicándoles que deberían tener miedo.
El aparente asesinato selectivo del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, y las amenazas que le siguieron provocaron conmoción en las empresas estadounidenses y en el sector salud en particular, lo que llevó a aumentar la seguridad de los ejecutivos y algunos trabajadores.
En la semana transcurrida desde el descarado tiroteo, las aseguradoras en salud retiraron la información sobre sus principales ejecutivos de los sitios web de las empresas, cancelando las reuniones en persona con los accionistas y aconsejaron a todos los empleados que trabajen temporalmente desde casa.
Un boletín interno del Departamento de Policía de Nueva York advirtió esta semana que el veneno online que siguió al tiroteo podía indicar una «amenaza elevada» inmediata.
La policía teme que el tiroteo del 4 de diciembre pueda «inspirar a una variedad de extremistas y actores malintencionados motivados por agravios a la violencia», según el boletín, obtenido por The Associated Press.
Los carteles de «Se busca» pegados en parquímetros y vallas de obras en Manhattan incluían fotos de ejecutivos del sector salud y las palabras «Negar, defender, deponer», similares a una frase garabateada en las balas encontradas cerca del cuerpo de Thompson y que se hacen eco de las utilizadas por los críticos del sector de los seguros.
La esposa de Thompson, Paulette, declaró a NBC News la semana pasada que él le expresó que algunas personas lo amenazaron y sugirió que las amenazas podían estar relacionadas con la cobertura del seguro.
Los investigadores creen que el sospechoso del tiroteo, Luigi Mangione, podría estar motivado por su hostilidad hacia las aseguradoras médicas. Están estudiando sus escritos sobre una lesión de espalda anterior y su desdén por las empresas estadounidenses y el sistema sanitario del país.
El abogado de Mangione advirtió que no se debe prejuzgar el caso. Mangione, de 26 años, permanece encarcelado en Pensilvania, donde fue detenido el lunes. Los fiscales de Manhattan trabajan con el fin de traerlo a Nueva York para que se enfrente a un cargo de asesinato.
La empresa matriz de UnitedHealthcare, UnitedHealth Group, dijo esta semana que trabaja con las fuerzas del orden para garantizar un entorno de trabajo seguro y reforzar las directrices de seguridad y las políticas de acceso a los edificios, dijo un portavoz.
La empresa retiró de sus sitios web las fotos, los nombres y las biografías de sus altos ejecutivos, dijo un portavoz. Otras empresas, como CVS, matriz del gigante de los seguros Aetna, tomó medidas similares.
El proveedor de seguros sanitarios Centene Corp. anunció que su día del inversionista se celebrará por internet, en lugar de en persona como estaba previsto en un principio. Medica, una empresa de salud sin ánimo de lucro con sede en Minnesota, comunicó la semana pasada que cerraba temporalmente sus seis oficinas por motivos de seguridad y que sus empleados trabajarían desde casa.
El aumento de las medidas de seguridad probablemente hará que las empresas de salud y sus dirigentes sean más inaccesibles para sus asegurados, dijo el exejecutivo de Cigna Wendell Potter.
«Y es comprensible, con este acto de violencia. No hay garantías de que no vuelva a ocurrir», afirmó Potter, que ahora aboga por la reforma a la salud.
Las empresas de seguridad privada y los consultores tienen una gran demanda, recibiendo llamadas casi inmediatamente después del tiroteo, de empresas de una serie de múltiples sectores, incluidos el manufacturero y el financiero.
Las empresas llevan mucho tiempo enfrentándose a riesgos de seguridad y debatiendo hasta qué punto deben tomar precauciones con los ejecutivos de alto perfil. Pero estas recientes amenazas provocadas por el asesinato de Thompson no deben ignorarse, afirma Dave Komendat, antiguo jefe de seguridad de Boeing que ahora dirige su propia empresa de gestión de riesgos.
«El tono y el tenor son diferentes. La reacción social a esta tragedia es diferente. Por eso creo que la gente debe tomárselo en serio», afirmó Komendat.
Algo más de una cuarta parte de las empresas de la lista Fortune 500 declararon gastar dinero en proteger a sus directores generales y altos ejecutivos. De ellas, el gasto medio en seguridad personal se duplicó en los últimos tres años, hasta situarse justo por debajo de los 100,000 dólares.
Horas después del tiroteo, Komendat mantuvo una llamada con docenas de jefes de seguridad de grandes empresas, y desde entonces se celebran muchas reuniones similares, organizadas por grupos de seguridad o por organismos encargados de hacer cumplir la ley que evalúan las amenazas, explicó.
«Sólo hace falta una persona motivada por un póster, que puede haber experimentado algo perjudicial en su vida a través de una de estas empresas», afirmó Komendat.
Por Devna Bose y John Seewer.
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