Hablando en la convención del Partido Republicano de California en Anaheim, a solo un paso del Reino Mágico, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, podría ser perdonado por soltar algunas bromas de Disney.
«Yo estoy un poco cerca de Disneyland. No sé si ellos me dejarían ir a ese lugar», dijo el Sr. DeSantis, provocando risas.
El gobernador de Florida parecía más relajado en Anaheim que antes en la terminal de granos de Los Ángeles, en Long Beach, donde tuvo que apresurarse para grabar un segmento con Bill Maher. En medio de un largo declive en las encuestas y de rumores sobre la posibilidad de que los grandes donantes le abandonen en favor de la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, el tono más relajado fue bienvenido.
Su discurso de la noche también llegó horas y horas después del evento principal de la convención —el discurso del expresidente Donald J. Trump, tan por delante que pronto podría alcanzar la velocidad de escape en la contienda de 2024. Solo para su discurso se vendieron 1500 entradas, según un empleado de la convención que habló con The Epoch Times. Mientras tanto, muchos partidarios de Trump se reunieron fuera del hotel donde su candidato preferido hizo su aparición.
Aunque el Sr. DeSantis a veces ha dudado en criticar a su principal competidor para el puesto de los republicanos en 2024, él retocó un momento del discurso del expresidente Trump cuando dijo que él y no el Sr. DeSantis había «convertido a Florida en roja».
«Todo lo que diré es que Ronald Reagan hizo el punto [de que] no hay límite a lo que uno puede hacer cuando no le importa quién se lleva el crédito. Yo solo desearía que, si él fue quien tiñó Florida de rojo, no hubiera teñido de azul Georgia y Arizona, porque eso no ha sido bueno para nosotros», dijo el gobernador.
Los comentarios se dieron después que el gobernador condenara al expresidente Trump por no asistir al segundo debate presidencial, el 27 de septiembre, que tuvo lugar en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan.
«Donald Trump está desaparecido en acción», dijo en el escenario del debate en Simi Valley.
Sin embargo, tanto en Long Beach como en Anaheim, el gobernador de Florida no habló mucho sobre el presidente Trump. Principalmente, trató de construir un caso contra California y, a menudo, por implicación, su gobernador de alto perfil, Gavin Newsom.
DeSantis vs. un repetido Newsom
En este caso, el giro puede haber sido un juego limpio. Hace apenas unos días, antes y después del enfrentamiento de Simi Valley, el ejecutivo californiano se paseó por la mediática «sala de prensa», criticando a su rival ante diversos periodistas.
«Lo que Biden está haciendo son cosas que California hacía hace muchos años. Lo que California está haciendo ahora es probablemente lo que haría un segundo mandato de Biden, o, Dios no lo quiera, Kamala Harris, o, Dios no lo quiera, el propio Newsom. Quién sabe, ¿verdad?», dijo el Sr. DeSantis, antes de reiterar sus frecuentes llamados a luchar contra lo que caracterizó como un estado de decadencia nacional.
Al igual que en Long Beach, el Sr. DesSantis calificó a California de «placa de Petri» para la izquierda.
Con su debate contra el propio Sr. Newsom acercándose a él lentamente, el Sr. DeSantis criticó todo, desde el tráfico de California a la delincuencia, diciendo que «nos hemos encontrado como seis o siete personas que han sido asaltadas».
También llamó la atención sobre el declive demográfico del Estado Dorado, California. Por el contrario, Florida está creciendo.
«El debate sobre qué estado está mejor gobernado, Florida o California, ese debate ya ha sido respondido por la gente que vota con sus pies», dijo el Sr. DeSantis.
También se refirió a las áreas en las que argumentó que Florida ha liderado el país, como su reciente prohibición de las monedas digitales del banco central (CBDC).
El Sr. DeSantis defendió la eliminación de los libros de las bibliotecas escolares, de acuerdo con la HB 1467 y sus requisitos para la aprobación de materiales en esos entornos. Los críticos del Sr. DeSantis y de la ley lo acusan de prohibición de libros.
«Los medios dirán, y la izquierda dirá, que si un padre se opone a un libro de cuarto grado que es pornográfico y usted retira ese libro de la biblioteca de cuarto grado, afirmarán que eso es ‘prohibir el libro’. «En primer lugar, en Florida no hay nada prohibido. Uno, como adulto, puede quedar noqueado con ese material para adultos. Solamente no se lo den a los niños. Dejen a nuestros niños en paz», dijo el gobernador.
Además, el candidato cuestionó una serie de propuestas en California, incluido el reciente intento de la legislatura de exigir que los jueces sopesen lo que los padres piensan sobre la identidad de género de un niño al resolver disputas de custodia.
«Ellos están persiguiendo los derechos de los padres, incluso intentaron aprobar un proyecto de ley recientemente para quitarle la custodia de un niño a un padre si el padre no era indulgente con el transgenerismo con ellos», dijo.
Newsom vetó ese proyecto de ley.
«Prevenir la Tercera Guerra Mundial» y «Navegar por esa confrontación»
«Yo soy el único candidato que puede hacerles esta promesa. Yo evitaré la Tercera Guerra Mundial. Nosotros estamos mucho más cerca de lo que nadie sabe», dijo el expresidente Trump en sus comentarios.
Esa noche, DeSantis habló en términos más cuidadosos sobre cómo su administración podría manejar a un adversario geopolítico clave.
«Nosotros podremos decir que nuestro país sigue siendo la principal superpotencia del mundo, que nuestro ejército es fuerte y que habremos defendido con éxito la amenaza planteada por la China comunista. Esta década será decisiva en cómo navegar esa confrontación. Con el curso actual, bajo la presidencia de Biden, probablemente terminaremos enfrascados en una guerra con China que perderíamos. Eso no sucederá cuando yo sea presidente, y podremos mirar hacia atrás, dentro de ocho años diciendo que lo hicimos bien», afirmó el gobernador.
Unos minutos más tarde, el veterano de la Marina, que en los últimos meses agudizó parte de su retórica sobre la guerra de Ucrania, meditó en voz alta sobre la imagen del Cementerio Nacional de Arlington, visto desde un avión sobre el río Potomac.
«Uno puede tener la mejor constitución del mundo. Se puede tener la mejor Declaración de Independencia del mundo. Estas cosas no funcionan en piloto automático. Requieren que cada generación de estadounidenses, cuando se les ponga a prueba, den un paso al frente y defiendan la libertad y sí, en ciertos casos, ponerse un uniforme, arriesgar la vida y, de hecho, dar esa última medida plena de devoción al servicio de una causa mayor. Nosotros no estamos haciendo justicia a sus sacrificios y a sus recuerdos si permitimos que este país continúe su descenso», dijo el Sr. DeSantis.
Por el momento, el ejército estadounidense se enfrenta a una escasez de reclutamiento. Una publicación reciente de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos proyecta que un enfrentamiento entre Estados Unidos y China podría provocar 3600 bajas por día.
«El concepto de la década de 1970 de una fuerza totalmente voluntaria ha superado su vida útil y no se alinea con el entorno operativo actual», argumentaron los autores antes de sugerir que podría ser necesario un paso hacia el «reclutamiento parcial».
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