Los posibles inmigrantes ilegales observan los cambios en la política estadounidense y no se arriesgarán a emprender un viaje peligroso y costoso si no van a poder permanecer en Estados Unidos o ser detenidos y deportados, afirman los expertos.
Las políticas que permiten a los migrantes cruzar la frontera y permanecer largo tiempo dentro de Estados Unidos los animarán a emprender un viaje peligroso, aunque ello los haga endeudarse con los contrabandistas, dijo Todd Bensman, investigador principal de seguridad nacional del Centro de Estudios sobre Inmigración.
Durante la semana previa al final del Título 42, Bensman estuvo filmando a migrantes que cruzaban ilegalmente la frontera en Matamoros (México), cruzando el río Grande hacia Brownsville (Texas).
Era probablemente la más intensa de las zonas rojas de la frontera, con miles y miles de venezolanos cruzando sin resistencia ni oposición en el lado estadounidense, dijo Bensman en una entrevista para el programa «American Thought Leaders» de EpochTV.
Grabó imágenes de enormes grupos de migrantes que cruzaban nadando el Río Grande y pasaban directamente por encima de la alambrada hacia Estados Unidos sin obstáculos, donde eran procesados.
Fin del Título 42
El Título 42 era una política de salud pública de la era Trump que permitía a Estados Unidos denegar la entrada a los migrantes que intentaran entrar ilegalmente en el país con el argumento de prevenir la propagación del COVID-19. La política expiró justo antes de la medianoche del 11 de mayo.
Antes de que finalizara el Título 42, el gobernador de Texas, Greg Abbott, desplegó en la zona al Departamento de Seguridad Pública de Texas y a una Fuerza Fronteriza Táctica especial de la Guardia Nacional para que permanecieran allí día y noche, dijo Bensman.
Armados con proyectiles y pistolas de pimienta, los soldados se situaron a lo largo de la valla de alambre de espino e impidieron eficazmente que los migrantes entraran en el país, dijo Bensman.
Los migrantes intentaron cruzar varias veces utilizando diferentes tácticas, pero el resultado era siempre el mismo: no conseguían entrar, por lo que no tenían más remedio que «dar la vuelta y volver nadando a México», añadió.
Según Bensman, desde el despliegue de las fuerzas especiales de Texas e incluso durante el día siguiente al final del Título 42, la zona fronteriza en torno a Brownsville estaba «totalmente tranquila», pero oyó que los migrantes iban a trasladarse a otra zona de la frontera e intentar cruzar por allí.
«En los dos años y medio que llevo observando esto, grabando y documentando esta crisis migratoria masiva… nunca he visto que se rechace a los inmigrantes», dijo Bensman. «Siempre se les pone una alfombra roja».
«Pero en este caso, hizo falta que el gobierno del estado de Texas detuviera esto», dijo.
Las fuerzas especiales fronterizas también se desplegaron en «puntos conflictivos de toda la frontera para ayudar a interceptar y repeler a grandes grupos de inmigrantes que intentaban entrar ilegalmente en Texas», dijo la oficina del gobernador.
Cómo detener la inmigración ilegal
Aunque admitió que la acción emprendida por el gobernador de Texas contra los inmigrantes ilegales fue eficaz, Bensman calificó esta respuesta de «burda y brutal».
«Aunque funcione, es innecesaria», dijo Bensman.
En su lugar, deben aplicarse políticas que eliminen el «beneficio de entrada y estancia» para los inmigrantes ilegales, a fin de detener el cruce ilegal de fronteras, explicó Bensman.
Cualquier política que haga improbable la entrada en el país —y aún más improbable la permanencia a largo plazo en él— va a mantener a los inmigrantes potenciales en casa, dijo.
«No emprenderán el viaje si saben que los 10,000 dólares de contrabando por los que tienen que mendigar, pedir prestado o endeudarse, van a ser en vano», explicó Bensman.
Los inmigrantes vienen cuando saben que podrán quedarse en Estados Unidos, y no vendrán cuando sepan que su dinero se va a malgastar, añadió.
Elogió la política de «Permanecer en México» del expresidente Donald Trump por ser increíblemente eficaz. La política indicaba a los inmigrantes ilegales y a algunos solicitantes de asilo que permanecieran en México mientras esperaban sus citas en los tribunales estadounidenses.
Si los inmigrantes potenciales saben que van a tener que esperar en México, o que México o Costa Rica los deportarán en sus propias fronteras del sur, no van a venir, dijo Bensman.
«Quieren esperar dentro de Estados Unidos para poder desaparecer», dijo. «Nadie va a venir por el gran sueño mexicano».
En una entrevista para el programa «Crossroads» de EpochTV, el experto en fronteras y corresponsal de guerra Michael Yon dijo que es una «absoluta tontería» decir que no se puede detener la inmigración ilegal.
«Definitivamente puede detenerse, o al menos puede reducirse como al 1%», dijo.
La política de «Permanecer en México» fue suspendida por el presidente Joe Biden al día siguiente de asumir el cargo y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) la puso fin oficialmente en junio de 2021.
Centros de Inmigración de EE. UU. en América Latina
El 11 de abril, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, visitó el Tapón del Darién en Panamá, una ruta de inmigración tomada por migrantes de América Latina que se dirigen al norte, hacia Estados Unidos, donde anunció un acuerdo con Panamá y Colombia.
El Tapón del Darién es una región que abarca la frontera entre Colombia y Panamá, donde muchos migrantes inician su viaje hacia Norteamérica a través de la selva sin caminos, exponiéndose a los peligros naturales y los grupos hostiles que controlan la región.
El acuerdo trilateral pretende detener el traslado de inmigrantes a través del Tapón del Darién para evitar su explotación por los traficantes, abrir nuevas vías legales para decenas de miles de migrantes y refugiados, y poner en marcha un plan para reducir la pobreza y crear empleo en las comunidades de la frontera entre Panamá y Colombia en colaboración con organizaciones internacionales y el sector privado, dijo Mayorkas.
Durante otra visita a Panamá a finales de abril, Mayorkas anunció la creación de centros regionales de inmigración en Colombia y Guatemala para procesar a los inmigrantes, según informó el Departamento de Estado.
Los posibles inmigrantes serán entrevistados en estos centros antes de viajar a Estados Unidos y, si son aprobados, «serán procesados rápidamente para obtener vías legales de entrada a Estados Unidos, Canadá y España», según el comunicado.
Mayorkas dijo en una conferencia de prensa en Panamá durante su visita que, para examinar a los inmigrantes «muy rápidamente», el personal de los centros regionales de inmigración sería reforzado para trabajar con dos organizaciones internacionales, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La OIM forma parte del sistema de la ONU como principal organización intergubernamental en el ámbito de la migración. El ACNUR es la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.
Ambas organizaciones gestionan estaciones de ayuda a lo largo de las rutas de inmigración en Sudamérica y Centroamérica que proporcionan diversos servicios y suministros, incluida cierta ayuda económica a los refugiados e inmigrantes en su viaje a Norteamérica, según declaró Bensman a The Epoch Times en una entrevista anterior.
El secretario de Estado, Antony Blinken, declaró en la misma conferencia de prensa que Estados Unidos aceptó seis veces más refugiados procedentes de América Latina y el Caribe en 2022 que durante el año anterior y que planeaba «más que duplicar» la cifra en 2023.
Yon, que reporta desde el lugar de los hechos acerca de la inmigración ilegal en la frontera sur de Estados Unidos y en el Tapón del Darién, dijo que cree que estas nuevas medidas son preparativos para hacer volar a inmigrantes ilegales «directamente desde lugares como Colombia y Guatemala, directamente a Estados Unidos».
Además, Yon dijo que sigue muy de cerca la situación en el Tapón del Darién y observa que el flujo de inmigrantes en la región ha ido en aumento a pesar del anuncio de Mayorkas de que se detendría.
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Seguridad Nacional para obtener sus comentarios.
Usar como arma la inmigración ilegal
«Lo esencial es que la frontera sigue abierta», dijo Yon.
En el Tapón del Darién, el flujo de inmigrantes no ha disminuido tras la expiración del Título 42, dijo Yon en una entrevista desde El Paso, Texas.
Texas ha estado enviando autobuses de extranjeros ilegales a Chicago, Washington y otras ciudades, pero Yon dijo que esto sólo está «despejando las cubiertas para que puedan pasar más». Esto no detiene la inmigración ilegal, dijo.
Yon advirtió que la inmigración ilegal se usaría como un arma.
«Simplemente aparece y se apodera de las escuelas, se apodera de las elecciones», dijo Yon. «Pero muchos de los inmigrantes que están llegando aquí, los extranjeros que están llegando aquí, está claro que más tarde serán usados como armas, quiero decir, con armas de verdad».
Yon dijo que vio la migración armificada cuando reportaba en Tíbet y cuando cubría las protestas en Hong Kong contra el gobierno del Partido Comunista Chino en 2019.
Durante su cobertura de las protestas, a Yon se le prohibió entrar en Hong Kong y fue expulsado en febrero de 2020.
Los inmigrantes reaccionan ante los cambios de la política estadounidense
Bensman afirmó que los posibles inmigrantes ilegales vigilan constantemente los cambios en la política estadounidense y los casos de inmigración en los tribunales.
«Si hay un cambio, buscan la forma de evitarlo», dijo.
El cambio en las políticas de inmigración del Título 42 al Título 8 fue observado de cerca por los inmigrantes de dos campamentos situados en el lado mexicano de la frontera, dijo Bensman, que visitó estos campamentos y habló allí con los inmigrantes.
El Título 8 permite expulsar a los inmigrantes ilegales que no reúnen los requisitos para obtener asilo y prohíbe a los inmigrantes expulsados volver a entrar en el país durante al menos cinco años.
«Están esperando a ver si los estadounidenses van a dejar entrar a los primeros valientes que lo prueben», dijo Bensman.
Si los primeros inmigrantes consiguen entrar y encuentran un resquicio legal que les permita quedarse —y Bensman afirma que hay muchos resquicios— esos inmigrantes ilegales se pondrán inmediatamente en contacto con otros que están esperando en los campamentos para decirles cómo se hace, dijo.
Puede que se tarde unos días o semanas en propagar el mensaje a los campamentos y a los países de origen de los inmigrantes, pero al final, los inmigrantes atravesarán la frontera y saturarán las instalaciones de procesamiento que ya han estado funcionando por encima de su capacidad, dijo Bensman.
Con información de Jack Phillips y Mimi Nguyen Ly.
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