Tras semanas de una escalada de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos por los aranceles a la importación, el líder chino Xi Jinping finalmente capituló ante la presión estadounidense.
En un discurso pronunciado ante el Foro Bo’ao para Asia, celebrado en la sureña isla china de Hainan el 10 de abril, Xi dejó claro que estaba dispuesto a conceder a varias de las demandas que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó para empujar a China hacia una relación comercial más equitativa con los Estados Unidos.
El tuit del 8 de abril de Trump llevó a muchos a especular sobre si un compromiso entre los dos países era inminente. “China eliminará sus barreras comerciales porque es lo correcto. Los impuestos serán recíprocos y se llegará a un acuerdo sobre propiedad intelectual”, escribió.
President Xi and I will always be friends, no matter what happens with our dispute on trade. China will take down its Trade Barriers because it is the right thing to do. Taxes will become Reciprocal & a deal will be made on Intellectual Property. Great future for both countries!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 8, 2018
Las palabras de Xi en el Foro de Bo’ao, tomando una postura mucho más suave en comparación con las hostiles amenazas de los medios de comunicación estatales chinos sobre una guerra comercial, sugieren que puede estar concediéndole un lugar a los deseos de Trump. Aunque Xi no mencionó específicamente a Trump ni a las recientes disputas comerciales, sus comentarios fueron una respuesta obvia a Trump.
El día anterior al discurso de Xi, Trump publicó en Twitter acerca de la disparidad entre los aranceles de importación de automóviles impuestos por China y los Estados Unidos, un punto que remarcó reiteradamente para ilustrar el desequilibrio comercial entre los dos países. “Cuando un auto es enviado a los Estados Unidos desde China, hay un arancel a pagar de 2 y 1/2 por ciento. Cuando un coche es enviado a China desde los Estados Unidos, hay un arancel a pagar del 25 por ciento.¿ Suena eso como comercio libre o justo? No, ¡suena como un estúpido intercambio comercial llevado a cabo durante años!” Trump escribió el 9 de abril.
Xi, en su discurso del 10 de abril, declaró: “Este año, reduciremos considerablemente los aranceles a la importación de automóviles, y al mismo tiempo reduciremos los aranceles a la importación de algunos otros productos”.
When a car is sent to the United States from China, there is a Tariff to be paid of 2 1/2%. When a car is sent to China from the United States, there is a Tariff to be paid of 25%. Does that sound like free or fair trade. No, it sounds like STUPID TRADE – going on for years!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 9, 2018
Sobre la cuestión del robo de la propiedad intelectual – el objetivo de los Estados Unidos recientemente anunciado era entre 50.000 y 60.000 millones de dólares en aranceles sobre productos tecnológicos chinos – Xi anunció que reorganizará la Oficina Estatal de Propiedad Intelectual de China y reforzará sus facultades para hacer cumplir las leyes de propiedad intelectual. Fue una de las pocas veces que Xi abordó directamente este tema.
Un informe reciente sobre las prácticas chinas en materia de propiedad intelectual (PI), publicado por el representante comercial de los Estados Unidos, reveló que el régimen chino estuvo dirigiendo estratégicamente tanto a las empresas estatales como a las privadas para que adquieran innovaciones tecnológicas extranjeras a través de inversiones extranjeras, con la intención de ganar dominio en los mercados mundiales.
Y sobre el mencionado tema del déficit comercial de Estados Unidos con China, que alcanzó los 375.000 millones de dólares el año pasado, Xi hizo un comentario indirecto: “China no persigue un superávit comercial como objetivo”. Xi agregó que trabajará para aumentar las importaciones de China -algo que Xi admite que los ciudadanos chinos recibirían con agrado- e impulsará la participación del país en el Acuerdo sobre Contratación Pública de la Organización Mundial del Comercio (OMC), un tratado que exige prácticas comerciales justas para sus signatarios.
Trump había expresado anteriormente su deseo de que China redujera su superávit comercial con Estados Unidos en 100.000 millones de dólares, señalando que las barreras comerciales del país dificultaban la entrada de productos estadounidenses en el mercado del gigante asiático.
Xi también habló sobre la apertura del acceso a los mercados chinos, reiterando las promesas hechas anteriormente por altos funcionarios chinos de aumentar el límite de propiedad extranjera de las empresas conjuntas en los sectores del automóvil, la construcción naval, la aviación y otros sectores. En la actualidad, las empresas extranjeras están limitadas a una participación del 50 por ciento en empresas conjuntas y no pueden establecer sus propias fábricas de propiedad absoluta.
Reacciones
Está por verse si Xi cumplirá sus palabras. Desde 2013, por lo menos, los funcionarios chinos están anunciando que aliviarán las restricciones a las empresas conjuntas extranjeras en la industria automotriz, pero aún no proporcionaron un plazo para que eso ocurra.
Una encuesta publicada en enero por la Cámara de Comercio Americana en China encontró que las empresas estadounidenses todavía no se sienten bienvenidas en China. Cincuenta y cinco por ciento de los encuestados señalaron que las restricciones a la participación en el mercado eran su principal preocupación cuando se trataba de un trato injusto en China.
Algunos economistas expresaron un cauteloso optimismo tras el discurso de Xi sobre el Bo’ao.
“El discurso del presidente Xi parece haber alcanzado un tono relativamente positivo y en nuestra opinión abre la puerta a posibles negociaciones con Estados Unidos”, comentaron economistas de Nomura, una firma japonesa de servicios financieros. “Pero por supuesto las acciones hablan más fuerte que las palabras. Mantendremos un ojo en el progreso de esas medidas de apertura”.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-China expresó su esperanza de un cambio real. “En última instancia, la industria estadounidense buscará la implementación de reformas económicas que llevan mucho tiempo estancadas, pero las acciones emprendidas hasta la fecha socavaron gravemente el optimismo de la comunidad empresarial estadounidense”, afirmó Jacob Parker, vicepresidente de operaciones en China.
Trump se mantuvo positivo después del discurso de Xi. “Muy agradecido por las amables palabras del Presidente Xi de China sobre aranceles y barreras automotrices”, publicó en Twitter el 10 de abril. “¡Haremos grandes progresos juntos!”
Very thankful for President Xi of China’s kind words on tariffs and automobile barriers…also, his enlightenment on intellectual property and technology transfers. We will make great progress together!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 10, 2018
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