Un mensaje alarmante está circulando ampliamente: Gracias a los seres humanos, julio de 2023 fue el mes más caluroso no solo desde que comenzaron los registros modernos, sino probablemente desde hace 125,000 años.
Una afirmación similar se filtró a la influencer climática Sophia Kianni, estudiante de la Universidad de Stanford y asesora de las Naciones Unidas, quien escribió en X el 26 de julio que «se informó que fue [la] semana más calurosa en más de 100,000 años».
«¡Esto es una locura y aterrador!», dijo.
A principios de ese mismo mes, el Washington Post informó que el 4 de julio «puede haber sido uno de los días más calurosos en la Tierra en unos 125,000 años».
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que «ha llegado la era de la ebullición global» para el planeta Tierra.
Los registros satelitales muestran que julio de 2023 fue, en promedio, abrasador, probablemente rompiendo un récord para ese mes y en términos absolutos desde que comenzó el registro satelital.
Sin embargo, en opinión del escéptico del clima Steve Milloy, las afirmaciones más sólidas sobre el clima del mes pasado no resisten el escrutinio.
«Estamos hablando del día y el mes más calurosos [en 125,000 años] y no hay forma de que un núcleo de sedimento o un anillo de árbol puedan revelar eso», dijo Milloy, quien trabajó en el equipo de transición de la Agencia de Protección Ambiental del expresidente Donald Trump, en una entrevista con The Epoch Times el 2 de agosto.
Describió el comentario de «ebullición global» de Guterres como algo «realmente exagerado».
«La ebullición es de 212 grados [Fahrenheit]», agregó Milloy.
“El julio más cálido registrado”
Algunas de las noticias centrales que desencadenaron los últimos temores provinieron del programa Copernicus de la Unión Europea para la observación de la Tierra. El programa descubrió que las primeras tres semanas de julio de 2023 fueron «el período de tres semanas más cálido registrado».
Copérnico también predijo que el mes será el más caluroso en el registro ERA5, que combina mediciones satelitales y otros datos históricos para estimar las temperaturas globales desde 1940.
«Todos los hallazgos informados del servicio de Cambio Climático de Copernicus se basan en análisis generados por computadora que utilizan miles de millones de mediciones no solo de satélites, sino también de barcos, aviones y estaciones meteorológicas de todo el mundo», dijo un portavoz de Copernicus a The Epoch Times en un Correo electrónico del 3 de agosto. El enfoque para evaluar las temperaturas se conoce como «reanálisis», es decir, una reevaluación de datos más antiguos con la intención de producir una visión sin lagunas del clima en tiempos recientes.
Roy Spencer de la Universidad de Alabama en Huntsville, visto por algunos como un escéptico del cambio climático, concluyó de manera similar que julio de 2023 fue el «julio más cálido registrado» con la «temperatura absoluta más cálida (ya que julio es climatológicamente el mes más cálido)».
Su conjunto de datos de temperatura no comienza en 1940 sino en 1979, con el advenimiento del registro satelital de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El Sr. Milloy le dijo a The Epoch Times que abril de 1998 estuvo «a la par» con este julio, en términos de temperaturas promedio entre 1991 y 2021. Las temperaturas globales promedio ese mes fueron 0.62 grados centígrados por encima de esa línea base, mientras las temperaturas globales en julio de 2023 estaban 0.64 grados centígrados por encima. En esa misma medida, febrero de 2016 fue aún más aberrantemente cálido.
El experto señaló que la imprecisión en las estaciones de temperatura socava los esfuerzos para hacer comparaciones detalladas del orden de centésimas de grados Celsius.
Esas pequeñas diferencias «no se pueden medir», dijo Milloy.
“Un mes inusual”
«Julio de 2023 fue un mes inusual», escribió Spencer en su blog. Especuló que el vapor de agua lanzado a la estratosfera por la erupción del volcán submarino Hunga Tonga en enero de 2022 podría ser un contribuyente.
«El vapor de agua es, con mucho, el mayor gas de efecto invernadero», dijo Milloy, y señaló que la erupción a escala del Krakatoa «va a calentar la atmósfera por un tiempo».
La subdirectora de Copernicus, Samantha Burgess, le dijo a CNN que el calor reciente se debe principalmente al dióxido de carbono resultante de la actividad humana.
¿En qué momento saltamos de comparaciones entre décadas a mediciones que abarcan milenios?
El portavoz de Copernicus explicó que la afirmación de 125,000 años se deriva de las evaluaciones del último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
Ese documento expresa «confianza media» en la afirmación de que las temperaturas de la superficie de la Tierra fueron tan altas por última vez durante el período interglacial anterior, hace unos 125,000 años.
Los climatólogos utilizan diversos indicadores para evaluar las temperaturas del pasado remoto, sobre todo muestras de hielo tomadas en Groenlandia y la Antártida.
El Sr. Milloy expresó su escepticismo sobre esas fuentes de datos, argumentando que las muestras de núcleos de hielo antárticos solo pueden ofrecer una buena perspectiva de las temperaturas históricas en esa región.
Calor antártico
El Sr. Milloy atribuyó las temperaturas globales aberrantes del mes pasado a condiciones inusualmente cálidas en la Antártida.
«Esa ola de calor solo se detectó gracias a los satélites. Entonces, antes de 1979, las olas de calor como esa en la Antártida podrían haber ocurrido muchas veces y afectar la temperatura global muchas veces, y realmente no tendríamos idea», dijo.
La Sra. Burgess, codirectora adjunta de Copernicus, no está de acuerdo.
“Los registros de julio no están distorsionados por ninguna temperatura [en la Antártida]”, le dijo a The Epoch Times en un mensaje de LinkedIn en respuesta a las afirmaciones de Milloy.
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