Boy Scouts de América está en decadencia. La membresía está disminuyendo, la organización sigue cambiando sus políticas para mantenerse al día, y los escándalos y demandas han golpeado la imagen de Boy Scouts de America (BSA). Aquellos de nosotros que fuimos Scouts o cuyos hijos se convirtieron en Scouts miramos hacia atrás y lamentamos su desaparición. Introdujo a millones de jóvenes a las actividades al aire libre, otorgó insignias en temas como ciudadanía, primeros auxilios y natación, y fue para muchos un paso hacia la hombría.
El escultismo también les dio a estos mismos jóvenes el Juramento Scout, que se recitaba antes de cada reunión. Y antes de pasar a la historia, ese juramento merece ser honrado y recordado, ya que en una sola frase es un modelo de responsabilidad cívica y patriotismo para todos los americanos.
Echemos un vistazo a ese juramento punto por punto.
Honor, deber, Dios
«Por mi honor»: Hay una palabra que raramente se escucha hoy en día fuera del ejército, pero si la desempolvamos y la pulimos, encontramos que el honor significa integridad, el núcleo de lo que viven los hombres y mujeres rectos. Si transmitiéramos el concepto de honor a nuestros hijos, lo enseñáramos en nuestras escuelas y lo predicáramos desde el púlpito y el podio, podríamos sacarlo del ático y llevarlo a la luz del día.
«Haré lo mejor que pueda»: Aquí hay una receta contra todo, desde el trabajo de mala calidad hasta las malas relaciones. Ya sea en el trabajo, en el matrimonio, o como regla para criar a los hijos, hacer lo mejor es la medicina necesaria para curar muchas enfermedades contemporáneas.
«Deber»: Otra palabra anticuada. Podemos asociar la palabra con los militares o los socorristas, pero todos tenemos deberes: cuidar de los niños, ganarse la vida o atender a los parientes ancianos. La siguiente cita puede ser falsamente atribuida a Robert E. Lee, sin embargo contiene una gran sabiduría: «El deber es entonces la palabra más sublime en el idioma inglés. Debes cumplir con tu deber en todas las cosas. Nunca puedes hacer más, nunca debes desear hacer menos». El Juramento Scout nos ayuda a recordar el significado y el valor del deber.
«Dios»: Cumplir con nuestro deber hacia Dios, sin importar cómo percibamos al Ser Supremo, significa vivir de acuerdo a un código moral. Incluso la mayoría de los que dicen no creer en ningún dios se adhieren a algún tipo de virtud o regla por la cual conducen sus vidas.
País, ley, servicio
«País»: Ser ciudadano americano implica deberes y responsabilidades: votar, servir en el ejército y pagar impuestos. Aún más, el país da pertenencia. No importa dónde vivamos, un apartamento en Manhattan, un suburbio en Arizona o una granja en Alabama, debemos recordar la frase de Walter Scott: «Respira allí el hombre, con el alma tan muerta, que nunca se ha dicho a sí mismo: ¡Esto es mío, mi tierra natal!». América es de los nuestros, nuestra tierra natal.
«La Ley»: La Ley Scout establece que «un Scout es digno de confianza, leal, servicial, amigable, cortés, amable, obediente, alegre, ahorrativo, valiente, limpio y reverente». ¿Qué más son estos 12 puntos sino el núcleo de la virtud cívica? Obedezcámoslos, y nuestras vidas se volverán luminosas. Y cuando nuestras vidas personales brillan como el sol, también lo hace nuestro país.
«Ayudar a otras personas en todo momento». La mayoría de los americanos ya están de acuerdo con esta parte del juramento. Estamos entre las cinco naciones más importantes del mundo en cuanto a ofrecer nuestro tiempo y dar a las organizaciones benéficas. La mayoría de nosotros, apostaría, extendemos una mano amiga tanto a nuestros vecinos como a los extraños cuando se enfrentan a dificultades: un neumático averiado en la carretera, un regalo de galletas a la viuda de la calle, donar a través de GoFundMe a un extraño que se enfrenta a una cirugía drástica.
Mantenimiento personal
«Para mantenerme físicamente fuerte»: Vivimos más tiempo que nuestros abuelos, pero muchos estadounidenses tienen sobrepeso, se satisfacen con drogas, beben demasiado alcohol y consumen productos de tabaco. Hace 60 años, la administración Kennedy enfatizó la idea del «vigor» americano e inspiró a la gente joven y vieja a hacer caminatas de 50 millas (8 km aproximadamente). Hoy en día, muchos de nosotros podríamos encontrar agotadora una caminata de cinco millas. Es hora de ponerse en forma, América.
«Mentalmente despierto»: ¿Cuántos de nosotros nos consideramos mentalmente despiertos? ¿Leemos algo desafiante por la noche o vemos la última comedia de televisión? ¿Nos esforzamos, aunque sea un poco, intelectualmente, o nos dejamos llevar por la rutina diaria, la misma vieja rutina y los mismos viejos canales de noticias de la televisión? ¿Están nuestros estudiantes «mentalmente despiertos»?
«Moralmente recto»: ¿Están nuestros políticos y otras figuras públicas libres de corrupción? ¿Son ellos, con palabras y ejemplos, modelos de cómo deberíamos vivir nuestras vidas? Y lo que es más importante, ¿estamos nosotros mismos en el camino recto y estrecho?
En «La Abolición del Hombre», C.S. Lewis define este camino:
«El Tao, que otros pueden llamar Ley Natural, Moral Tradicional, los Primeros Principios de la Razón Práctica o las Primeras Trivialidades, no es uno entre una serie de posibles sistemas de valor. Es la única fuente de todos los juicios de valor. Si se rechaza, se rechaza todo el valor. Si se conserva algún valor, este se conserva. El esfuerzo para refutarlo y plantear un nuevo sistema de valor en su lugar es contradictorio. Nunca ha habido, y nunca habrá, un juicio de valor radicalmente nuevo en la historia del mundo. Los que pretenden ser nuevos sistemas o… ideologías… todo consiste en fragmentos del propio Tao, arrancados arbitrariamente de su contexto en el conjunto y luego transformados a la locura en su aislamiento, pero aún así debido al Tao y solo a él tienen validez».
El Juramento nos recuerda que debemos seguir el Tao, el camino.
Honremos el juramento
Muchos hombres que han pasado por el escultismo están imbuidos de los preceptos de este juramento. Fue una de las muchas maneras en que la cultura enseñó a los ciudadanos sus deberes y responsabilidades.
En la película «Peligro claro y presente», el insidioso personaje Robert Ritter le dice a Jack Ryan: «¡Eres tan Boy Scout!». Ritter pretende insultarlo, pero si conocemos el Juramento de los Boy Scouts, tomaríamos su comentario como una insignia de honor.
Si tuviéramos un poco de sentido común, haríamos del Juramento de los Scouts uno de los pilares de nuestra República.
Jeff Minick tiene cuatro hijos y un creciente pelotón de nietos. Durante 20 años, enseñó historia, literatura y latín en seminarios de estudiantes de educación en casa en Asheville, N.C., Hoy en día, vive y escribe en Front Royal, Va. Visite JeffMinick.com para seguir su blog.
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