La pareja de Indiana acusada de abandonar a su hija ucraniana adoptada con una rara forma de enanismo dijo que la huérfana era en realidad una adulta y que trató de matarlos. Ahora han aparecido pruebas que demuestran que la presunta niña asistió a clases de educación para adultos y tiene nueva familia.
Kristine Barnett, de 46 años, y su entonces esposo, Michael Barnett, de 43, fueron acusados el 11 de septiembre de negligencia por haberse mudado a Canadá abandonando a Natalia, una niña ucraniana que adoptaron en 2010.
Desde entonces han afirmado que Natalia tenía en realidad 22 años de edad, no 9 como dicen los papeles de la corte. Señalan que era tan inestable mentalmente que amenazó con matarlos en varias ocasiones, reportó el Daily Mail.
Clases de educación para adultos
Después de que la pareja supuestamente abandonó a Natalia en un apartamento en Lafayette en 2013, la policía dijo que se vio obligada a valerse por sí misma durante tres años. Sin embargo, en los tres años que vivió sola, Natalia asistió a clases de educación para adultos en la Academia de Recursos para Adultos de Lafayette (LARA) para trabajar en su GED (examen de desarrollo de educación general), reportó Business Insider.
Su vecina de al lado, Margaret Axsom, le dijo al medio que ella y Natalia asistieron a clases juntas en la academia y también socializaron en el vecindario, incluyendo reunirse con gente de una casa de recuperación de drogas y alcohol.
«[Los residentes] tenían que hacerse una prueba de alcohol todas las noches, mantenerse limpios y firmar la entrada y la salida. Natalia estaba sola y solo quería que la gente hablara con ella», contó Axsom.
El medio informó que Natalia está ahora bajo la custodia de otra pareja -Antwon y Cynthia Mans- que se convirtieron en sus tutores en 2016.
Impostora
En una entrevista con DailyMailTV, Kristine Barnett afirmó que Natalia era una impostora que le echó lejía en el café, la empujó hacia una cerca eléctrica y amenazó con apuñalarla a ella y a su entonces esposo Michael.
La madre de tres hijos dijo que tenía que esconder objetos afilados en la casa y que su hija adoptiva hacía dibujos que sugerían que quería matar a miembros de su familia, enrollarlos en una manta y ponerlos en el patio trasero.
«Se ponía de pie frente a nosotros en medio de la noche. No podías irte a dormir. Tuvimos que esconder todos los objetos afilados», dijo Kristine.
Kristine contó a la agencia de noticias que Natalia incluso admitió haber intentado matarla.
«La vi poniendo productos químicos, lejía, Windex, algo así, en mi café y le pregunté, ¿qué estás haciendo? ‘Estoy tratando de envenenarte'», recordó.
«Los medios de comunicación me pintan como una abusadora de niños, pero no hay ningún niño aquí», agregó Kristine.
«Natalia era una mujer. Tuvo la regla. Tenía dientes de adulto. Nunca creció ni un centímetro, lo que ocurriría incluso con un niño con enanismo», dijo.
Kristine dijo que encontró ropa en la basura con rastros de sangre, y sugirió que estaba ocultando el hecho de que tenía su período.
«Ella saltaba de coches en movimiento. Estaba manchando de sangre los espejos. Estaba haciendo cosas que nunca podrías imaginarte que un niño pequeño hiciera».
Kristine dijo que ella y su exmarido adoptaron inicialmente a Natalia, ya que ella quería una «familia más grande» pero no podía tener hijos propios.
En el momento de la adopción, el certificado de nacimiento de Natalia indicaba que había nacido el 4 de septiembre de 2003. Kristine agregó que estaba al tanto de la afección de Natalia: la displasia espondiloepimetafisaria, un trastorno hereditario que causa baja estatura, anormalidades esqueléticas y problemas con la visión.
Kristine señaló al medio de noticias que las campanas de alarma comenzaron a sonar cuando se unió a la familia. Contó que Natalia usaba vocabulario avanzado para su edad, que no le interesaban los juguetes y que no tenía ningún rastro de acento extranjero.
«La estaba bañando y noté que tenía vello púbico completo. Estaba tan sorprendida. Me acababan de decir que era una niña de seis años y era muy evidente que no lo era», afirmó la madre de 45 años.
Para 2011, dijo que la salud mental de Natalia se había deteriorado tanto que pasó un largo período de tiempo en el Centro de Estrés de San Vicente de Indianápolis para ser tratada por una serie de trastornos psiquiátricos.
Kristine también dijo a WISH-TV que Natalia fue diagnosticada como psicópata y sociópata.
Señaló que más tarde «corrigió» legalmente la edad de Natalia a 22 años en un tribunal testamentario de Indiana después de que un médico les dijo que su fecha de nacimiento era inexacta, y que ella había fingido ser una niña pequeña.
Sin embargo, el mes pasado fueron acusados de negligencia, por abandonar a Natalia. Una declaración jurada dice que Michael dijo a la policía que él y Kristine habían cambiado su edad a pesar de que los médicos determinaron que era menor.
Antes de una audiencia en la corte programada para el 15 de octubre, Michael y su abogado defensor, Terrance Kinnard, han presentado una petición para la divulgación de los registros de salud mental de Natalia, que supuestamente respaldarían sus afirmaciones de que ella está mentalmente enferma, dicen los documentos de la corte.
Kristine y Michael Barnett se han declarado inocentes de sus cargos y, si son condenados, cada uno de ellos podría enfrentar una sentencia de hasta cinco años y multas de 10.000 dólares, según Business Insider.
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