Se ha iniciado una investigación sobre la muerte de un estudiante en Nueva Zelanda, cuyo cuerpo pasó desapercibido en su dormitorio dentro de la Universidad de Canterbury, en Christchurch, durante casi ocho semanas.
El cuerpo del estudiante fue descubierto el 23 de septiembre luego de que sus compañeros notaron que un olor desagradable provenía de su habitación dentro de la residencia Sonoda y alertaron a la policía, según el medio local Stuff.
Según los informes, el estudiante, del que aún no se sabe el nombre, vivía al final de un largo pasillo en el dormitorio donde no se esperaba que el personal limpiara. Las circunstancias de su muerte aún no están claras y están siendo examinadas por el forense.
Según los informes, la condición de su cuerpo era tan pobre que la policía llamó a un equipo policial de identificación de desastres para examinar las huellas digitales, el ADN y los registros dentales para confirmar su identidad.
El ministro de Educación, Chris Hipkins, describió la situación como horrible, mientras que la vicerrectora de la universidad, Cheryl de la Rey, dijo que era «inconcebible».
«A pesar de los programas integrales de cuidado pastoral establecidos, para nosotros es inconcebible imaginar cómo podría haber ocurrido esta circunstancia», dijo en un comunicado.
“Mis condolencias a la familia y a los amigos de la víctima. Este debe ser un momento increíblemente angustiante para ellos”, dijo Hipkins.
Durante el período de casi ocho semanas, el padrastro del estudiante supuestamente se acercó a amigos y policías, preocupado por la desaparición de su hijo.
El estudiante fue descrito por su amigo, que estaba matriculado en el Scots College de Wellington, como un «tipo bueno y seguro», pero alguien que podía «desconectarse de la red durante una semana más o menos».
La residencia Sonoda completamente equipada cuesta casi USD 10.500 por un año universitario de 41 semanas en 2019, y afirma ofrecer una «comunidad unida más pequeña» y «cuidado pastoral», con dos empleados de apoyo en el lugar y tres comidas proporcionadas diariamente, informó Stuff.
Un compañero estudiante de la Universidad de Canterbury le dijo al medio que hay una falta de comunicación entre los estudiantes y el personal, alegando que la mayor parte de la comunicación se realiza a través de una página de Facebook.
«No tenemos idea de quién dirige este lugar, hay una abrumadora falta de presencia del personal adulto en esta residencia», dijo.
«Si un estudiante tuviera en crisis, la residencia no tendría idea (…) podríamos desaparecer por semanas, y nadie del personal se enteraría».
Hipkins dijo que «espera que la universidad realice una investigación exhaustiva».
«Si vas a una residencia u hostal estás pagando no solo por un techo sino también por el cuidado pastoral que conlleva. Creo que claramente eso no ha estado presente en este caso».
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