En una reciente conferencia de prensa de Natasha Crowcroft, asesora técnica superior sobre sarampión y rubéola de la Organización Mundial de la Salud, advirtió que más de la mitad del mundo correrá un «riesgo alto o muy alto» de brotes de sarampión para fines de 2024.
En lo que va del año, se han reportado 35 casos en todo Estados Unidos en Arizona, California, Florida, Georgia, Indiana, Luisiana, Maryland, Minnesota, Missouri, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Virginia y Washington. Curiosamente, 2019 registró el mayor número de casos de sarampión desde 1992, con 1.274 casos notificados.
Con la aparición del sarampión en las noticias, los padres y cuidadores pueden sentirse un poco inquietos sobre cómo fomentar una función inmune activa y la salud general de los niños.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que se cree que es causada por el virus morbillivirus. También recibe el nombre de rubeola, sarampión de 10 días o sarampión rojo. No debe confundirse con el sarampión alemán o la rubéola. Si bien la mayoría de los niños sanos y bien alimentados deberían superar la enfermedad sin repercusiones significativas, el sarampión puede ser una enfermedad grave y potencialmente mortal para los niños inmunocomprometidos, especialmente aquellos con deficiencia de vitamina A.
¿Cómo se propaga el sarampión?
El sarampión es muy contagioso y se cree que se transmite a través de partículas en el aire al toser o estornudar. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el virus puede permanecer en el aire o en superficies contaminadas hasta dos horas.
Síntomas del sarampión
• Fatiga
• Fiebre
• Tos
• Congestión
• Conjuntivitis
• Ojos rojos o enrojecidos
• Mialgia (dolores musculares, tendones, etc.)
• Sensibilidad a la luz
• Dolor de garganta
• Manchas blancas en la boca conocidas como manchas de Koplik.
• Erupción cutánea que se extiende desde la línea del cabello al resto del cuerpo y que dura de siete a 10 días.
Las 4 etapas del sarampión
El caso promedio de sarampión durará unos 10 días y pasa por cuatro etapas.
1. Incubación
Este es el período entre la exposición y el momento en que surgen los síntomas y suele durar de seis a 21 días. Por lo general, no se presentan síntomas durante este tiempo.
2. Síndrome
Esta fase dura de cuatro a seis días y se caracteriza por fiebre alta, malestar general, coriza (inflamación de las mucosas nasales), conjuntivitis, edema palpebral (hinchazón de los párpados) y tos seca. La conjuntivitis puede estar asociada con la intolerancia a la luz.
La mayoría de los casos muestran las distintivas manchas de Koplik, que son pequeñas manchas blancas que aparecen en el interior de las mejillas. Descritas como granos de sal sobre un fondo rojo, las manchas de Koplik aparecen dos o tres días antes de la erupción y desaparecen al tercer día. Si bien no todo el mundo presenta manchas de Koplik, esté atento a ellas, ya que son un signo revelador de la enfermedad.
3. Exantema
El exantema es la etapa de erupción de la enfermedad que ocurre de dos a cuatro días después del inicio de la fiebre. Las manchas de erupción son de color rojo oscuro, planas o elevadas y aparecen por primera vez en la frente, cerca de la línea del cabello y detrás de las orejas. Luego se extiende hacia abajo hasta la cara, el cuello, el tronco y las extremidades. La fiebre y el malestar suelen desaparecer dos o tres días después de que comienza la erupción. La erupción suele desaparecer en unos cinco a seis días.
4. Recuperación
La fase final es la etapa de recuperación o convalecencia que ocurre cuando la erupción comienza a desaparecer en la misma secuencia en que apareció. La erupción comenzará a ponerse marrón y a pelarse. Los niños necesitan mucho tiempo para recuperarse del sarampión, ya que puede ser muy agotador. Proporcióneles aire fresco, sol, descanso y una dieta rica en nutrientes durante este tiempo.
Complicaciones
Aunque la mayoría de las personas se recuperan del sarampión sin complicaciones, todavía existe el riesgo de un mal resultado. Los bebés y niños menores de cinco años, los adultos mayores de veinte años, las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas tienen más probabilidades de sufrir complicaciones importantes. Pueden surgir complicaciones durante o poco después de una enfermedad aguda, como:
• Infecciones de oído
• Crup
• Neumonía
• Diarrea
• Deshidración
• Estomatitis
• Encefalitis
• Encefalomielitis aguda diseminada (una enfermedad desmielinizante que ocurre en aproximadamente 1 de cada 1000 casos)
• La panencefalitis esclerosante subaguda (un trastorno neurológico progresivo del sistema nervioso central en niños y adultos jóvenes) puede aparecer meses o años después.
• Muerte
Tratamiento convencional
Muchos en el ámbito convencional creen que la vacunación es la mejor manera de protegerse contra el sarampión. Antes de la vacuna contra el sarampión, el virus era una enfermedad infantil típica que contraería la mayoría de los niños, casi como un tránsito que los niños debían superar y del que salían reforzados.
La vacuna se probó en niños entre 1958 y 1960 y se autorizó y se presentó al público a finales de los años sesenta. Desde entonces, el sarampión no ha sido tan frecuente. Aunque es poco común, los niños que han sido vacunados aún pueden contraer sarampión.
Antibióticos
Los antibióticos son ineficaces para las enfermedades virales, pero pueden ser útiles en el caso de infecciones bacterianas secundarias como la neumonía.
Remedios naturales para el sarampión
Con el aumento reciente de los casos de sarampión, vamos a exponer algunas formas naturales de ayudar al organismo. El objetivo de los cuidadores es acelerar la recuperación y evitar complicaciones.
Nota: La siguiente información es sólo para fines educativos. Si sospecha que su hijo tiene sarampión, acuda siempre a un profesional sanitario cualificado y autorizado en su estado.
Recomendaciones generales
• Mantenga a su hijo en casa sin ir al colegio ni realizar otras actividades.
• Priorice el descanso durante toda la enfermedad hasta que la erupción comience a desaparecer y el semblante del niño vuelva a la normalidad.
• Atenúe las luces o cree un ambiente oscuro si el niño tiene problemas con la sensibilidad a la luz.
• Los signos de complicaciones del sarampión incluyen dificultad para respirar, dolor de cabeza intenso o convulsiones, pérdida de audición y más. Busque atención médica de inmediato.
Hidratación
La deshidratación es siempre una preocupación cuando se trata de enfermedades, especialmente aquellas que incluyen fiebre. Durante una enfermedad aguda, evite la deshidratación dando pequeños sorbos de agua, caldo de huesos, infusiones de hierbas, electrolitos o copos de hielo. Hay muchos electrolitos orgánicos que promueven la salud disponibles sin colorantes, conservantes ni azúcares artificiales.
Vale la pena mencionar que muchas personas con mentalidad sana prefieren el agua de coco para reponer electrolitos. Sin embargo, el agua de coco se compone principalmente de potasio y fósforo, pero no proporciona el sodio y el cloruro necesarios para reponer adecuadamente los electrolitos.
Vitamina A
La deficiencia de vitamina A es un factor de riesgo de enfermedad grave de sarampión. De hecho, la suplementación con vitamina A puede salvar la vida de quienes padecen sarampión. La carga de la enfermedad y las fiebres altas que suelen acompañar al sarampión pueden agotar rápidamente los niveles de vitamina A del organismo. Los investigadores recomiendan las siguientes dosis para los niños con deficiencia de vitamina A. Tenga en cuenta que la deficiencia de vitamina A debe ser determinada por un proveedor de atención médica.
• Bebés menores de 6 meses: 50,000 unidades internacionales (UI)
• Bebés de 6 a 11 meses: 100,000 UI
• Niños mayores de 12 meses: 200,000 UI
La vitamina A es una vitamina liposoluble que puede acumularse hasta niveles tóxicos en el organismo. Consulte a un especialista cuando tome suplementos de vitamina A para evitar toxicidades.
Los alimentos de origen animales criados de forma responsablemente ofrecen la forma más biodisponible de vitamina A. Estos incluyen hígado de res alimentado con pasto, huevos criados en pasto, pescado azul y productos lácteos enteros alimentados con pasto, como mantequilla, ghee, crema y leche. Otros alimentos ricos en vitamina A incluyen zanahorias, calabaza, batata, brócoli, espinacas y verduras de hojas verde.
Aceite de hígado de bacalao
El aceite de hígado de bacalao es un delicioso complemento alimenticio integral que ofrece vitaminas A, D y K que actúan sinérgicamente para apoyar el sistema inmunológico. Como ya se ha mencionado, uno de los riesgos de tomar suplementos de vitaminas liposolubles es que pueden acumularse en el organismo hasta alcanzar niveles tóxicos. Una forma de evitarlo es tomarlos juntos en forma de alimentos integrales. La suplementación de vitamina A más efectiva debe ser junto con la vitamina D. Esto hace que el aceite de hígado de bacalao sea un maravilloso suplemento de apoyo inmunológico. Nota: No tome vitamina A adicional si la suplementa con aceite de hígado de bacalao.
Vitamina C
La suplementación con vitamina C a través de alimentos integrales puede tener un poderoso impacto antiviral en el cuerpo, ya que combate la fiebre y las infecciones. Considere también los alimentos ricos en vitamina C, como naranjas, limones, pimientos, fresas, grosellas negras, brócoli y papaya.
Zinc
El zinc es un poderoso antiviral y es otra excelente manera de apoyar el sistema inmunológico. El zinc reduce los síntomas y acelera la recuperación. La carne, los mariscos, los lácteos, las legumbres, las nueces y las semillas tienen un alto contenido de zinc.
Equinácea y Saúco
Estas hierbas están bien establecidas en la investigación como hierbas que apoyan el sistema inmunológico con potentes propiedades antivirales y pueden ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad.
Homeopatía
Aunque los remedios homeopáticos son algo controvertidos, muchas personas con una mentalidad holística los encuentran muy valiosos. Pulsatilla, acónito y belladona pueden ser útiles para los síntomas asociados con el sarampión.
Ayuda tópica
• Conjuntivitis: limpiar la zona con suero fisiológico. Considere la posibilidad de usar compresas de manzanilla para los ojos, o bolsitas de té de manzanilla enfriadas. Aplicar leche materna si está amamantando, puede servir de apoyo.
• Los baños de avena ayudarán a calmar la erupción cutánea.
• Hierbas como la caléndula, la lavanda, la raíz de regaliz y la raíz de malvavisco son muy calmantes y reparadoras de la piel. Úselos en lavados, compresas y bálsamos para aliviar la piel.
Malestar en la garganta
• Gárgaras de agua salada
• Miel cruda
• Miel con infusión de ajo. Nota: Los niños menores de 1 año no deben consumir miel debido a problemas de botulismo.
Dolor de oidos
• Se puede aplicar aceite de ajo y gordolobo en el oído interno para combatir infecciones. Hay muchas preparaciones a base de hierbas en proporciones adecuadas disponibles para su compra.
• Los aceites esenciales de lavanda y árbol de té, diluidos adecuadamente según la edad de su hijo y aplicados fuera del oído y por el cuello, pueden favorecer el flujo linfático en el área. Nota: Nunca pongas aceites esenciales en el oído.
• Los ajustes quiroprácticos también pueden ayudar a que las trompas de Eustaquio drenen adecuadamente.
Si bien el sarampión puede parecer una enfermedad del pasado, las preocupaciones recientes deberían alentarnos a todos a buscar la mejor manera de apoyar el sistema inmunitario de los niños.
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