Comentario
La desinformación de China sobre el virus del PCCh ha estado en las noticias últimamente. El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China tuiteó que «podría ser el ejército de EE.UU. quien trajo la epidemia a Wuhan».
La gente se burló de este tuit ampliamente, pero no esté tan seguro de que las mentiras de China no tengan efecto. Los medios de comunicación occidentales a menudo repiten sus falsas afirmaciones sobre el número de infecciones y muertes en China, y las audiencias occidentales, cuando escuchan esto, pueden no darse cuenta de que es la desinformación del Partido Comunista Chino.
El mensaje proviene de una fuente de confianza, y así el PCCh construye un caso, casi invisible, para un relato retorcido del virus del PCCh, a menudo conocido como el nuevo coronavirus, que deja al PCCh libre de sospecha.
Si quiere ver toda la fuerza de la desinformación del PCCh, eche un vistazo a las cosas dentro de China.
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«Virus americano»
El pueblo chino ha tenido un gran respeto por Estados Unidos y el pueblo estadounidense durante mucho tiempo, pero debido a la reciente campaña mediática del PCCh, en muchas ciudades dentro de China la gente está llamando a los estadounidenses «virus americano».
Día y noche, los medios chinos dicen que cada nuevo caso confirmado de virus es «importado». Como resultado, a los estadounidenses y otros extranjeros se les suele negar el servicio en restaurantes, hoteles e incluso en el metro.
Uno de mis contactos en el noreste de China me escribió: «En general, como estadounidenses somos despreciados o evitados. Hoy fui al veterinario porque nuestro perro estaba enfermo. Llevaba una mascarilla pero me la quité porque el médico dijo que no necesitaba llevarla en su consulta».
«Cuando volví a la zona principal donde venden productos para mascotas para pagar el análisis de sangre, una señora me vio sin mascarilla y se asustó y empezó a gritarle a la señora de la recepción donde se paga. Amenazó con llamar a la policía por permitir a los estadounidenses no llevar mascarilla. Luego dijo que la situación de Estados Unidos es diez veces peor que la de China porque no nos preocupamos por la gente y no obedecemos las reglas y bla, bla, bla».
«Hace una semana se me negó la entrada al metro porque era de Estados Unidos. Pude mostrar a los que me negaron la entrada que había entrado en enero y no había salido, y después su jefe bajó de algún sitio y habló conmigo. Finalmente, me permitieron entrar al metro con mis hijos».
«Mis amigos fueron a un lugar de masaje de pies para celebrar el fin de usar mascarillas y hacer su parte para estimular la economía gastando dinero».
«Después de sentarse y comenzar los masajes, otros invitados del lugar comenzaron a quejarse y amenazaron con llamar a la policía y al shequ (administrador de la comunidad). El gerente llamó al shequ y el shequ dijo que deberían echar a los extranjeros. A mis amigos se les pidió educadamente que se fueran y el personal del lugar de los masajes les dio pequeños regalos como disculpa».
Los estadounidenses no son los únicos extranjeros que sufren los efectos de la propaganda del régimen. En los últimos días, en la ciudad sureña de Guangzhou, los terratenientes echaron a los africanos de sus apartamentos en medio de la noche. Los hoteles y restaurantes se niegan a servir a los africanos. Terminan durmiendo en las calles y la policía los persigue y los acorrala. Las redes sociales están llenas de palabras e imágenes discriminatorias, pidiendo a los africanos que abandonen el país.
Cuando llamamos a nuestros parientes en China, incluso los de 80 años nos preguntan, «¿Por qué Estados Unidos y Europa quieren exigir un pago por perjuicio a China? Si manejaron sus propios países pobremente».
De hecho, aunque el pueblo chino está bajo la influencia de la desinformación del PCCh, sabe que algo no está bien.
Mi corresponsal en el noreste de China escribe: «La gente en la calle como los taxistas y el personal de los restaurantes y nuestros amigos dicen que no creen en las cifras del gobierno de 80,000 infectados y 3000 muertos. La mayoría de la gente dice ‘agregue un cero’, así que dicen que hay más de 800,000 infectados y 30,000 muertos».
«No hay pruebas de eso, pero hay un montón de historias compartidas a través de la fábrica de rumores. Algunos dicen que a la gente de Wuhan le dijeron que no pueden ir al hospital a menos que consigan un boleto a través de la lotería para ir. Hay muchas historias de gente que muere en sus casas, cuerpos recogidos e inmediatamente incinerados, por lo que no se pueden hacer pruebas post mortem para determinar la causa de la muerte. Se rumorea que los crematorios están abiertos 24/7 y funcionando continuamente».
Al encubrir el número real de muertes y casos, no solo el PCCh atrapó a otros países totalmente desprevenidos, sino que esos países han tenido que pagar un alto precio en vidas.
Supervivencia del PCCh
Este encubrimiento es también una forma de probar al pueblo chino que el sistema comunista es superior.
Algunas personas me preguntan, ¿por qué el PCCh tiene que decir que este virus es de Estados Unidos, en este momento? No va a lograr nada.
La desinformación es crítica para la supervivencia del PCCh. El PCCh no puede enfrentarse a las preguntas de la gente dentro de China y de todo el mundo sobre el origen del virus, sobre el encubrimiento de las cifras reales de muertos—que podrían ser millones—o sobre el mal manejo del virus. Tiene que elegir un objetivo fuera para desviar la responsabilidad.
Si no fuera por la continua desinformación, la mentira sin parar, el PCCh se habría desmoronado hace mucho tiempo. El PCCh ha dicho que tiene dos armas, pistolas y bolígrafos. Ha usado estas dos armas para tomar y mantener el poder.
El PCCh siempre ha fabricado historias para difamar a un grupo cuando querían perseguirlo, incluyendo a los tibetanos en los años 50, a los terratenientes en los 50, a los intelectuales en los 60, la Revolución Cultural en los 60 y 70, la práctica espiritual de Falun Gong en 1999, y así sucesivamente. Esta es la primera vez que han usado abiertamente su método rutinario en Estados Unidos. El mundo entero está mirando.
Es triste que Occidente no haya sido capaz de entender el comunismo. La globalización que incluía a la China comunista como un país normal le dio al PCCh la oportunidad de globalizar su influencia, y hoy, de globalizar su virus.
Después que China entró en la Organización Mundial del Comercio, los empresarios de Hong Kong y los empresarios de Taiwán ayudaron a China a establecer la fabricación para poder conectarse con Occidente. Estados Unidos abrió su mercado a China, la clave para crear riqueza.
Cuando la China comunista entró en el sistema global, literalmente se apoderó de Hong Kong, y utilizó su desinformación para atacar al pueblo de Hong Kong y al pueblo de Taiwán. Ahora, están atacando a los estadounidenses.
¿Cuánto más necesitamos saber para entender que el PCCh no es una entidad humana? ¿Cuánto más necesitamos saber para entender el peligro del PCCh?
¿Podemos despertar ahora?
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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