HANOI, Vietnam— Seis peces gato gigantes del Mekong, en peligro crítico de extinción —uno de los peces de agua dulce más grandes y raros del mundo— fueron capturados y liberados recientemente en Camboya, reavivando las esperanzas de supervivencia de la especie.
Estos gigantes submarinos pueden medir hasta 10 pies de largo y pesar hasta 661 libras, o lo que es lo mismo, lo que pesa un piano de cola. En la actualidad solo se encuentran en el sudeste asiático, en el río Mekong, pero en el pasado habitaban a lo largo de las 3044 millas de longitud del río, desde su desembocadura en Vietnam hasta sus tramos septentrionales en la provincia china de Yunnan.
En las últimas décadas, la población de la especie se desplomó un 80 por ciento debido a las crecientes presiones de la sobreexplotación pesquera, las presas que bloquean la ruta migratoria que recorren los peces para desovar y otras perturbaciones.
Pocos de los millones de personas que dependen del Mekong para su sustento vieron alguna vez un siluro gigante. Encontrar seis de estos gigantes, que fueron capturados y liberados en 5 días, no tiene precedentes.
Los dos primeros estaban en el río Tonle Sap, afluente del Mekong no lejos de Phnom Penh, la capital camboyana. Se les colocaron etiquetas de identificación y se les liberó. El martes, los pescadores capturaron otros cuatro siluros gigantes, entre ellos dos de más de 6.5 pies que pesaban 264 libras y 288 libras, respectivamente. Al parecer, los peces capturados estaban migrando desde sus hábitats inundables cerca del lago Tonle Sap de Camboya hacia el norte a lo largo del río Mekong, probablemente a zonas de desove en el norte de Camboya, Laos o Tailandia.
«Es una señal esperanzadora de que la especie no está en peligro de extinción inminente, como en los próximos años, lo que da tiempo a poner en marcha actividades de conservación para que la curva se aleje del declive y se acerque a la recuperación», declaró el Dr. Zeb Hogan, biólogo investigador de la Universidad de Nevada Reno que dirige el proyecto Maravillas del Mekong, financiado por la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional.
Aún se desconoce mucho sobre este pez gigante, pero en las dos últimas décadas un programa de conservación conjunto de las Maravillas del Mekong y la Administración Pesquera de Camboya capturó, marcó y liberó un centenar de ejemplares, obteniendo información sobre cómo migran, dónde viven y el estado de salud de la especie.
«Esta información se utiliza para establecer corredores migratorios y proteger los hábitats con el fin de ayudar a estos peces a sobrevivir en el futuro», explica Hogan.
El siluro gigante del Mekong está entretejido en el tejido cultural de la región, representado en pinturas rupestres de 3000 años de antigüedad, venerado en el folclore y considerado un símbolo del río, cuya pesca alimenta a millones de personas y está valorada en 10,000 millones de dólares anuales.
Las comunidades locales desempeñan un papel crucial en la conservación. Los pescadores saben ahora de la importancia de informar a las autoridades de las capturas accidentales de especies raras y en peligro, lo que permite a los investigadores llegar a los lugares donde se han capturado los peces para medirlos y etiquetarlos antes de liberarlos.
«Su cooperación es esencial para nuestros esfuerzos de investigación y conservación», declaró en un comunicado Heng Kong, director del Instituto de Investigación y Desarrollo de la Pesca Continental de Camboya.
Además del siluro gigante del Mekong, el río alberga otros peces de gran tamaño, como la carpa salmón, que se creía extinguida hasta que fue avistada a principios de este año y la raya picuda gigante.
Según Brian Eyler, director del Programa para el Sudeste Asiático del Centro Stimson, con sede en Washington, el hecho que se capturaran y marcaran cuatro de estos peces en un solo día es probablemente la «historia de peces grandes del siglo para el Mekong». Dijo que verlos confirma que la migración anual de peces continúa siendo sólida a pesar de todas las presiones a las que se enfrenta el medio ambiente a lo largo del Mekong.
«Esperemos que lo ocurrido esta semana demuestre a los países del Mekong y al mundo que la poderosa población de peces del Mekong es especial y debe conservarse», afirmó.
Por Aniruddha Ghosal
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