Como padres, se nos confía la enseñanza de valores morales a nuestros hijos y el desarrollo de su buen carácter. Es un deber que, cuando se hace bien, tiene un efecto dominó positivo, afectando a todos y a todo aquello en lo que influirán a lo largo de su vida. En resumen, nuestra crianza impacta al mundo. No hay presión.
Un aspecto fundamental del buen carácter es la verdad. Parece un concepto tan simple, pero el valor de la verdad va más allá de simplemente no mentir. Si se imbuye en el carácter de un niño, puede beneficiarlo en todos los aspectos de la vida.
¿Qué incluye la verdad? No mentir es un buen comienzo. Mentir puede convertirse fácilmente en un hábito, por lo que lo mejor es cortarlo de raíz a tiempo.
A partir de un discurso verdadero, podemos alentar la acción verdadera e incluso los pensamientos verdaderos. En lugar de utilizar la astucia o el engaño para salirse con la suya, se les puede enseñar a los niños que ser honestos y sinceros conduce a una vida de autenticidad.
Vivir auténticamente permite que una persona viaje por la vida sin el estrés de mantener falsedades. También le permite a uno conectarse con su verdadera naturaleza y sus fortalezas inherentes. Comprender y desarrollar el verdadero ser crea la oportunidad de dar los frutos de los propios talentos.
Valorar la verdad también lleva a la habilidad de discernir la verdad de la falsedad, y al deseo de sostener la verdad.
Sinceramente, enseñar a nuestros hijos la verdad no es un asunto trivial. Entonces, ¿cómo pueden los padres inculcar este valor en el carácter de sus hijos? He aquí algunas consideraciones prácticas.
Sea sincero
Como padres, sabemos que los niños pueden o no tomar en serio cada palabra que decimos, pero seguramente notarán e imitarán lo que hacemos.
¿Qué tan sincero es usted en su propia vida? Si usted es como la mayoría de las personas, puede haber espacio para mejorar. Hágase una auditoría difícil. ¿Es usted sincero en su discurso, en sus acciones y en sus pensamientos? ¿Es usted fiel a sí mismo? ¿Presenta a otros su verdadero yo? ¿Busca y defiende la verdad? ¿Cómo puede ser más sincero?
Hablemos de la verdad
Haga de la importancia de la verdad un tema regular en su hogar. Asegúrese de que sus hijos sepan que siempre pueden acudir a usted con la verdad, sin importar cuán difícil o aterrador sea. Ayúdeles a entender los beneficios de vivir con honestidad y los perjuicios de la mentira.
Lea historias sobre la verdad
Desde la antigüedad hasta el presente, las lecciones morales de la verdad han sido ilustradas en historias. Desde «El hacha de oro» de Esopo y la historia de George Washington cortando el cerezo, a «El niño que gritó lobo» y «Pinocho», hay muchas historias clásicas que pueden ser compartidas para demostrar la virtud de la verdad.
Recompense la sinceridad
Habrá momentos en que será tentador para los niños ocultar la verdad o mentir, cuando teman meterse en problemas, cuando se sientan avergonzados, o cuando la verdad sea simplemente incómoda. Como padres, cuando presencien a su hijo superar tal situación y decir la verdad de todos modos, recompénsenlo. Reconozca las dificultades que superaron y su fuerza de carácter. Recordarán las consecuencias positivas de hacer lo correcto incluso cuando sea difícil.
Conozca su verdadero yo
A veces los padres imponen sus sueños y deseos personales a sus hijos. Para que puedan vivir una vida de autenticidad, sin embargo, es mejor dejar que surja su verdadero yo y permitir que muestren cuáles son sus talentos y fortalezas, cómo son sus personalidades, qué tipo de temperamento tienen, qué es lo que realmente les interesa, en pocas palabras, quiénes son en realidad.
Haga que su trabajo sea conocer a sus hijos y hacer lo que pueda para apoyar su verdadera autorrealización. Crecer apreciado y animado para ser quien realmente eres es un gran regalo de un padre. Al enfocarse en la verdad, usted puede darle eso a sus hijos.
Sigue a Barbara en Twitter: @baradanza
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Navegando por el mar de la vida con la brújula mágica de ‘Verdad, Benevolencia y Tolerancia’
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