La Unión Europea lanzó el jueves su sistema de certificado digital COVID-19, una credencial tipo «pasaporte de vacunas» destinada a facilitar el cruce de fronteras entre los 27 Estados miembros de la UE.
La credencial, denominada Certificado COVID Digital de la UE, indica si un viajero ha sido totalmente vacunado contra el COVID-19, ha recibido un resultado negativo reciente en las pruebas o tiene inmunidad debido a una recuperación reciente. Adopta la forma de un código QR que puede mostrarse en un dispositivo electrónico, como un smartphone, o imprimirse.
La Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo del bloque, dijo en un comunicado que 21 Estados miembros ya habían empezado a emitir los certificados antes de la fecha límite del 1 de julio, mientras que cinco países de la UE iban a empezar a utilizar el sistema hoy. Hay un periodo de introducción de seis semanas para la emisión de certificados para aquellos países de la UE que necesiten más tiempo.
«En marzo, prometimos contar con un sistema a escala de la UE para facilitar los viajes libres y seguros dentro de la Unión durante las vacaciones de verano», dijo la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, en un comunicado. «Ahora podemos confirmar que funciona el sistema de certificados COVID digitales de la UE».
En virtud de este marco, los Estados miembros de la UE podrán seguir aplicando un «freno de emergencia» y volver a imponer restricciones de viaje a las personas vacunadas y recuperadas si la situación epidemiológica se deteriora de forma significativa, por ejemplo, prohibiendo a los viajeros de una región que muestre un aumento de las variantes más infecciosas de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Con arreglo a las nuevas normas, los Estados miembros deben abstenerse de imponer restricciones adicionales de viaje a las personas titulares de un certificado COVID digital de la UE, a menos que esas restricciones sean necesarias y proporcionadas para salvaguardar la salud pública», dijo la CE en un comunicado.
Las personas totalmente vacunadas que tengan la credencial digital deben estar exentas de las pruebas o la cuarentena de 14 días relacionadas con los viajes después de haber recibido la última dosis de una vacuna COVID-19 aprobada por la UE. La misma exención debería aplicarse a las personas previamente infectadas que se hayan recuperado y que hayan recibido una única dosis de la vacuna. Los Estados miembros también tienen la opción de suspender las pruebas o las restricciones de cuarentena relacionadas con los viajes para las personas que recibieron la primera dosis de una serie de dos dosis.
Las personas que se hayan recuperado de una infección por COVID-19 y posean un certificado COVID digital de la UE deben estar exentas de las pruebas o la cuarentena en relación con los viajes durante los primeros 180 días después de una prueba de PCR positiva.
Las personas con una prueba negativa en el formato de certificado digital deberían estar exentas de los requisitos de cuarentena, a menos que procedan de zonas muy afectadas por el virus, que son las regiones designadas como «rojo oscuro» por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Los Estados miembros de la UE han acordado un periodo de validez estándar para las pruebas: 72 horas para las pruebas de PCR y, cuando los países lo acepten, 48 horas para las pruebas rápidas de antígenos.
Aunque varios países de la UE han realizado pruebas con el nuevo sistema antes del 1 de julio, aún no se sabe si la policía o los encargados de controlar las fronteras cuentan con el equipo y los empleados necesarios para revisar a los viajeros.
El sector del transporte aéreo europeo advirtió a principios de esta semana que los planes para la implantación del certificado seguían estando «divididos», y advirtió que se producirían largas filas para los viajeros a menos que los países coordinen mejor el despliegue.
«La verificación de los certificados perjudicará los fáciles viajes de verano de los pasajeros de la UE», afirmaron en una declaración conjunta los grupos que representan a las mayores aerolíneas y aeropuertos de Europa. «A medida que el flujo de pasajeros aumente en las próximas semanas, el riesgo de caos en los aeropuertos europeos es real».
«Los controles duplicados y la falta de herramientas de verificación proporcionadas a las compañías aéreas provocarán colas innecesarias en los aeropuertos y tiempos de tramitación más largos si no son abordados por los Estados miembros», añadieron.
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