El 18 de mayo, los republicanos del Poder Judicial de la Cámara de Representantes presentaron un informe en el que se denunciaban «graves abusos» y una mala asignación de recursos por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Un denunciante dijo a los investigadores republicanos que el FBI se ha vuelto «canceroso» y «se ha dejado envolver por esta politización y militarización», repitiendo testimonios anteriores de denunciantes que afirmaban que el FBI se había «corrompido en su interior».
«De estas revelaciones, y especialmente tras el informe del abogado especial John Durham, se desprende claramente que el FBI se ha convertido en un arma política», dice el informe.
La mañana en que se publicó el informe, los republicanos organizaron una rueda de prensa para discutir sus conclusiones.
Encabezada por el presidente del Comité Judicial, Jim Jordan (R-Ohio), la conferencia contó con la presencia de los congresistas Matt Gaetz (R-Fla.), Harriet Hageman (R-Wyo.), y otros.
El representante Kat Cammack (R-Fla.) dijo: «Esto no es una teoría de conspiración. Se trata del testimonio que estos valientes denunciantes nos han ofrecido. Esa no es la América que yo conozco».
Conclusiones del informe
Entre otras conclusiones, el informe revela las formas en que el FBI trató de inflar las cifras de terrorismo doméstico, especialmente en lo que se refiere a los casos del 6 de enero. Según el informe, la Oficina de Campo del FBI en Washington (WFO, por sus siglas en inglés) presionó a su oficina de Boston para que investigara a 140 personas en relación con el 6 de enero.
Sin embargo, sólo dos de esas 140 personas llegaron a entrar en el Capitolio.
Esto concuerda con denuncias anteriores según las cuales el FBI ha tratado de inflar el número de incidentes de violencia doméstica extremista (DVE). El presidente Joe Biden y los demócratas llevan mucho tiempo afirmando que el terrorismo doméstico es la mayor amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, y los republicanos afirman que la inflación de los DVE está al servicio de esta narrativa.
En el informe, los republicanos escribieron: «La dirección del FBI presionó a los agentes para que reclasificaran casos como [DVEs], e incluso fabricó casos DVE donde de otro modo podrían no existir».
Esto puede haber sido una referencia al presunto papel del FBI en un plan de 2021 para secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. Al menos 12 agentes del FBI están acusados de haber participado, planificado y alentado el plan.
El objetivo de estos esfuerzos, según el informe, es «crear la percepción de que los DVE está creciendo orgánicamente en todo el país».
Otra de las conclusiones del informe revelaba que Bank of America había facilitado al FBI información confidencial sobre las transacciones bancarias de sus clientes en Washington el 6 de enero. Aquellos de los que se sabía que habían comprado un arma de fuego a través de su cuenta en Bank of America aparecían en los primeros puestos de esta revelación. Los clientes no fueron informados de esta transferencia de datos.
Otras denuncias de informantes afirman que el FBI creó una «etiqueta de amenaza» para atacar a personas y organizaciones provida a raíz de la decisión de la Corte Suprema en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que anuló el derecho federal al aborto.
En septiembre de 2022, el FBI hizo una redada en el domicilio de Matthew Houck, católico provida, por haber obstaculizado el acceso a un proveedor de abortos.
Sin embargo, otras denuncias de informantes respaldadas por documentos filtrados revelan que el FBI también ha puesto en su punto de mira a los llamados «católicos radicales-tradicionalistas», apodándolos «RTC». Los documentos filtrados acusaban a las comunidades católicas tradicionales y de misa en latín de ser un refugio para el «supremacismo blanco» e indicaban que el FBI pretendía colocar informantes en estas iglesias.
En 2021, una auditoría pública obligatoria descubrió que el FBI había abusado de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para realizar más de 3.3 millones de consultas ilegales a ciudadanos estadounidenses.
Represalias contra los denunciantes
El informe reveló que cada uno de los denunciantes que se presentaron «describió las represalias a las que se han enfrentado después de hacer revelaciones protegidas».
Cammack confirmó que los republicanos habían descubierto un «patrón» de represalias contra los denunciantes.
En el más impactante de estos casos —el del agente especial Garret O’Boyle— el FBI trasladó al denunciante al otro extremo del país. Cuando O’Boyle y su familia llegaron a Virginia, O’Boyle se enteró de que había sido suspendido sin sueldo, «dejando a su familia sin hogar».
El FBI también se ha negado a renunciar a la posesión de sus pertenencias personales, incluida la ropa de sus hijos pequeños.
El agente especial Stephen Friend también fue suspendido sin sueldo, y el FBI se negó a permitirle aceptar otro empleo durante este tiempo. A Friend también se le denegó su habilitación de seguridad.
Al ser preguntado por esta aparente represalia, informó Cammack, el FBI sugirió que se trataba de una mera «coincidencia».
«Es una coincidencia que dejen a estas personas en una posición en la que no pueden buscar empleo fuera, no pueden acceder a sus pertenencias personales, a pesar de que estos hombres han servido a su país. Pero lo que es peor, se ha cuestionado su lealtad a la nación. Esto es verdaderamente usar como arma al gobierno», dijo Cammack.
El informe llega mientras los republicanos siguen investigando el Uso como Arma del Gobierno Federal.
Al mismo tiempo, la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) ha dado los primeros pasos para iniciar un proceso de destitución contra el director Christopher Wray.
La medida cuenta con cierto apoyo.
Algunos republicanos, entre ellos los representantes Andy Biggs (R-Ariz.) y Anna Paulina Luna (R-Fla.) dijeron a Tje Epoch Times que respaldarían la medida sin precedentes de Greene para destituir a un director del FBI.
Sin embargo, aún no está claro si esta iniciativa puede obtener un apoyo más amplio.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el FBI para solicitar sus comentarios.
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