La epidemia de alergia en los niños, se inició entre finales de los años 80 y principios de los 90. Los registros de ingreso en las salas de emergencia, los estudios de cohortes consecutivos en el Reino Unido y los testimonios de docentes que se enfrentaron a una avalancha de niños con alergias graves confirman este período de cambio. Esta epidemia de alergia ocurrió en países específicos: Reino Unido, Australia, Canadá y EE.UU. principalmente, involucrando solo a niños. ¿Qué tiene el poder de hacer esto?
En mi libro, rastreé parte de la historia de la alergia y la anafilaxia, palabras acuñadas para describir el resultado de haber asociado por primera vez una vacuna con la aguja. Por lo tanto, los médicos se dieron cuenta del peligro de las proteínas contaminantes en cualquier producto inyectado.
Hay amplia evidencia en la literatura médica sobre el papel de las vacunas al respecto; la toxicidad de las vacunas y los adyuvantes de alumbre en la creación de atopias (reacciones alergicas frecuentes) que no se necesita especular. Los alergistas ya lo saben.[/pullquote]
Usar la teoría de los aceites alimenticios en las vacunas para explicar la naturaleza súbita de la alergia epidémica no permite avanzar en el diálogo. Nos pusimos de repente aceites alimentarios, veneno de abeja, látex, polvo, polen, etc. en las vacunas.
La alergia es una defensa evolucionada contra la toxicidad aguda y se provoca cada vez que uno es vacunado (generalmente descripto como el paradigma Th1-Th2). Uno puede ser sensibilizado a cualquier cosa en el cuerpo o fuera de él a través del procedimiento y ser fácilmente atópico (típicamente asociado con respuestas inmunológicas elevadas a alérgenos comunes).
A finales de los años ochenta y principios de los noventa, el número y la potencia de las vacunas aumentaron. A lo largo de la década de 1990 las tasas de cobertura se expandieron y la edad a la que se aplicó la primera vacuna descendió hasta el nacimiento conla de hepatitis B y K1. Introdujimos la primera vacuna cinco en una (5 en 1) en 1994 con adyuvante de alumbre. Los índices de alergia en los niños a todo tipo de sustancias se dispararon.
No hay vuelta atrás
Una vez que el sistema inmunológico del niño fue sesgado y el niño está atópico, está en riesgo de desarrollar más alergias. Esto fue claramente descripto por el estudio LEAP que observó a los niños en “alto riesgo” de desarrollar alergia al maní. En otras palabras, los niños que ya eran alérgicos a un alimento o tenían eczema estaban en riesgo. La exposición aleatoria al maní después de eso resultó en alergia al maní en muchos niños.
Una vez más, no es que añadimos de repente pescado o nueces, lácteos, huevos, plátanos, trigo, látex, veneno de abeja, polen, etc. a las vacunas para iniciar esta epidemia de alergia. Más bien cambiamos repentinamente la potencia y el número de vacunas que administramos a nuestros hijos desde el nacimiento para crear niños atópicos y en riesgo. Este cambio masivo fue posible gracias a la introducción en 1988 de la Ley de Compensación por Lesiones por Vacunas (NVICP, por sus siglas en inglés), que impidió a los padres iniciar acciones legales por dichas lesiones. Las vacunas pasaron de ser poco rentables a ser un éxito de taquilla [especialmente el Hib B según la Organización Mundial de la Salud,(OMS)].
La literatura médica es abrumadora en su claridad sobre la poderosa naturaleza de las vacunas para sesgar el sistema inmunológico. Es un gran secreto a voces:
Johnson Weaver, A Wesley Burks, et al., “Letter to the Editor, Effect of endotoxin and alum adjuvant vaccine on peanut allergy (Carta al editor, Efecto de la vacuna adyuvante de endotoxina y aluminio sobre la alergia al maní)”, J Allergy Clin Immunol., Vol 141, No. 2 (Feb. 2018).
Un estudio de 2016 “Las vacunas que contienen aluminio aumentan la IgE total y específica de alergenos alimentarios y la desensibilización oral de la leche de vaca aumenta la IgG4 de Bosd4, mientras que evitar el cacahuete aumenta la IgE de Arah2: La Complejidad del Niño de Hoy con Alergia Alimentaria” declaró: “La era de la alergia alimentaria comenzó con la generación post-milenial, la misma facción que recibió nuevas vacunas durante la primera infancia. Muchas de estas vacunas contienen aluminio, un adyuvante conocido por inducir fenotipos alérgicos”.
Alice E.W. Hoyt metal, “Las vacunas que contienen aluminio aumentan la IgE total y la IgE específica de los alergenos alimentarios…,” J Allergy Clin Immunol, Vol. 137, No. 2 (2016).
Heather Fraser es autora de The Peanut Allergy Epidemic (La epidemia de la alergia al maní) y colaboradora invitada del Proyecto Mundial sobre el Mercurio. Visite worldmercuryproject.org para más información.
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