La tormenta tropical Ernesto volvió a convertirse en huracán el domingo mientras se alejaba de las Bermudas y se dirigía hacia el noreste del Atlántico, enviando poderosas marejadas hacia la costa este de Estados Unidos, generando corrientes de resaca asociadas con al menos una muerte y provocando muchos rescates.
El Centro Nacional de Huracanes de Miami informó de que los vientos máximos sostenidos de Ernesto eran de 120 km/h (75 mph), apenas de categoría 1.
Se pronosticó un mayor fortalecimiento en las próximas 12 horas, y se espera que Ernesto se debilite y se convierta en un ciclón post-tropical el martes, dijo el centro de huracanes. La tormenta estaba centrada a unos 840 kilómetros al sur de Halifax, Nueva Escocia, y se esperaba que pasara cerca del sureste de Terranova a última hora del lunes y primera del martes.
Las marejadas generadas por Ernesto estaban afectando a partes de las Bahamas, las Bermudas, la costa este de Estados Unidos y la costa atlántica canadiense. Según el centro de huracanes, es probable que en estas zonas se produzcan olas y corrientes de resaca potencialmente mortales durante los próximos dos días.
El Servicio Meteorológico Nacional publicó anteriormente un aviso de inundaciones costeras y advirtió de un alto riesgo de corrientes de resaca a lo largo de la costa atlántica hasta el lunes por la noche, diciendo que «pueden arrastrar incluso a los mejores nadadores lejos de la orilla en aguas más profundas.»
La advertencia se extendía desde Florida hasta la zona de Boston y partes de Maine.
En períodos de alto riesgo, las corrientes de resaca se vuelven más probables y potencialmente más frecuentes, lo que representa un peligro para todos los niveles de nadadores, no sólo para los inexpertos, dijo el meteorólogo Mike Lee en Mount Holly, Nueva Jersey.
«Va a estar realmente peligroso en el agua hoy», dijo.
En la ensenada de Manasquan, en Nueva Jersey, un pescador fue arrastrado el sábado por la corriente desde el espigón norte, pero fue rescatado rápidamente por los socorristas. La víctima tenía lesiones en la rodilla y la espalda y una posible conmoción cerebral y fue trasladada a un hospital, dijo el jefe de salvavidas Doug Anderson a NJ Advance Media, y los socorristas rescataron al menos a otras cinco personas.
En Ventnor, al sur, la teniente Meghan Holland, de la patrulla de playa de la ciudad, dijo que ocho personas fueron rescatadas.
Los meteorólogos, citando la gestión de emergencias local, dijeron que un hombre de 41 años se ahogó el sábado en una corriente de resaca en Surf City, Carolina del Norte.
Dos hombres se ahogaron el viernes en incidentes separados en Hilton Head Island, Carolina del Sur, pero no estaba claro si las corrientes de resaca estaban involucradas, informó The Island Packet de Hilton Head, citando a un portavoz de los servicios de salvavidas.
El fuerte oleaje contribuyó a que una casa de playa desocupada en la costa nacional de Cape Hatteras, en los Outer Banks de Carolina del Norte, se derrumbara en el agua el viernes por la noche. Las autoridades de la costa pidieron al público el domingo que evitara las playas en algunas partes del pueblo de Rodanthe, donde se han producido «daños sustanciales» en varias estructuras frente al mar. Se espera que la limpieza de escombros se lleve a cabo en los próximos días.
Se emitieron advertencias de inundaciones repentinas en algunas zonas de Connecticut y el sureste de Nueva York, así como avisos y advertencias de inundaciones repentinas en zonas de Delaware, Nueva Jersey y el sureste de Pensilvania.
Las inundaciones en partes del oeste de Connecticut cerraron carreteras, obligaron a rescates acuáticos y causaron un deslizamiento menor de tierra el domingo.
El Departamento de Policía de Southbury pidió a los residentes en un post de Facebook que se quedaran en casa mientras las carreteras estaban cerradas y los equipos respondían a las emergencias. En la cercana Danbury, funcionarios de la ciudad dijeron en un comunicado que un deslizamiento de tierra provocó la evacuación de una casa.
En Long Island, Nueva York, el alcalde de East Hampton Village, Jerry Larsen, dijo que las playas se cerraron a los bañistas el sábado y el domingo porque las mareas altas empujaron el agua hasta la base de las dunas, «por lo que realmente no se puede tener gente sentada en la playa».
Muchas personas observaron el agua desde el aparcamiento el domingo, añadió.
«Es un espectáculo ver el agua llegar casi hasta el aparcamiento, y si lo piensas, la tormenta estaba a cientos de kilómetros de la costa, así que debió de ser muy potente», dijo Larsen.
El espectáculo anual de fuegos artificiales que atrae a miles de personas fue cancelado el sábado por la noche y de nuevo para la noche del domingo, dijo.
Ernesto se había debilitado hasta convertirse en tormenta tropical a última hora del sábado, tras provocar lluvias torrenciales y fuertes vientos en las Bermudas.
En una rueda de prensa el domingo por la tarde, el ministro de Seguridad de Bermudas, Michael Weeks, dijo que el pequeño territorio británico superó el huracán sin heridos ni incidentes graves. «Quiero expresar mi gratitud a todos por tomarse en serio esta tormenta», dijo.
Se está avanzando con paso firme para despejar las carreteras y restablecer el suministro eléctrico en Bermudas, añadió. Los negocios estaban empezando a reabrir y las operaciones aeroportuarias debían reanudarse el domingo.
Según Lyndon Raynor, del Equipo de Mitigación del Riesgo de Desastres de Bermudas, no se han registrado daños importantes. BELCO, la compañía eléctrica de Bermudas, dijo que el 50 por ciento de los clientes tenían electricidad, pero más de 8000 seguían sin ella el domingo.
Ernesto azotó previamente el noreste del Caribe, dejando a decenas de miles de personas sin agua en Puerto Rico. La compañía nacional de electricidad LUMA dijo que había restablecido la electricidad a más de 1.4 millones de clientes, pero los datos del servicio del domingo mostraban más de 55,000 sin energía.
Después de limpiar y retirar los escombros, el Departamento de Educación de las Islas Vírgenes dijo que todas las escuelas públicas reanudarían sus operaciones el lunes. Las clases en las escuelas públicas también estaban programadas para comenzar el lunes en Puerto Rico, casi una semana después de la fecha original de apertura.
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