El estatus internacional especial de Hong Kong se enfrenta a desafíos cuando la Organización Mundial del Comercio (OMC) revisó recientemente sus políticas comerciales, en medio de la preocupación de Occidente por la erosión de su autonomía tras la introducción de la Ley de Seguridad Nacional.
La Organización Mundial del Comercio llevó a cabo su noveno examen de las políticas y prácticas comerciales de Hong Kong entre el 6 y el 8 de diciembre. Este examen, debatido por el Órgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC sobre la base de informes de la Secretaría de la OMC y de las autoridades de Hong Kong, tenía por objeto evaluar y debatir las políticas comerciales de Hong Kong en el contexto de las normas y prácticas comerciales mundiales.
Los representantes de EE.UU., la UE y el Reino Unido expresaron su preocupación por la erosión de la autonomía de Hong Kong tras la introducción de la Ley de Seguridad Nacional, argumentando que el hecho de que Hong Kong sólo se preocupe por los intereses de Beijing afectará al funcionamiento de la OMC.
«Estados Unidos desea plantear su preocupación por la erosión de la autonomía de Hong Kong, China, tras la imposición de la Ley de Seguridad Nacional, así como por otras acciones emprendidas por la República Popular China», declaró la delegación estadounidense el 6 de diciembre, según su comunicado.
El representante de la UE, João Aguiar Machado, expresó su preocupación por el deterioro de los derechos y libertades que gozaba anteriormente la población de Hong Kong.
«La UE está profundamente preocupada por la evolución de la situación en Hong Kong (China) en los últimos años. Observamos una erosión continua del principio de ‘un país, dos sistemas’ y del anterior grado de autonomía de Hong Kong, China», dijo en un comunicado.
«Estamos preocupados por el deterioro de los derechos y libertades que los habitantes de Hong Kong, China, disfrutaron en el pasado y que se les garantizó disfrutar al menos hasta 2047.
«La UE también desearía comprender mejor cómo las ambiciones de Hong Kong, China, en relación con la «Gran Área de la Bahía» están repercutiendo en las políticas comerciales de Hong Kong, China, y en qué medida éstas se ven facilitadas por su Acuerdo de Asociación Económica Reforzada con China».
En cuanto a la prohibición impuesta por Hong Kong a las importaciones de marisco japonés, el representante de EE.UU. instó a las autoridades hongkonesas a levantar inmediatamente las restricciones. El representante de la UE expresó su preocupación, por considerar que el planteamiento de Hong Kong respecto a las importaciones de alimentos se desvía de su anterior buen historial de adhesión a las normas internacionales y los métodos científicos, sentando un precedente preocupante.
El representante del Reino Unido, Simon Manley, señaló el continuo incumplimiento por parte del PCCh de la Declaración Conjunta Sino-Británica, argumentando que la Ley de Seguridad Nacional y las acciones subsiguientes continúan erosionando los derechos civiles y políticos garantizados por la Declaración Conjunta y la Ley Básica. El Sr. Manley sugirió que estas acciones también podrían perjudicar el desarrollo económico a largo plazo de China continental, dado el papel de Hong Kong como centro económico y comercial regional.
Tras la reunión, las autoridades de Hong Kong emitieron una declaración el 10 de diciembre, en la que afirmaban que Maggie Wong Siu-chu, Directora General de Comercio e Industria, asistió a la reunión y «refutó las preocupaciones engañosas sobre el alto grado de autonomía de Hong Kong bajo China», reiterando que la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional «revitalizó la confianza empresarial».
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