Con notable decepción y descontento hacia la política estadounidense, el embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, señaló durante un evento en Washington, D.C., que la “tendencia reciente indica que los estadounidenses tienen una falta de conocimiento sobre China y algunos juicios estratégicos equivocados”.
Más concretamente, Cui creía que “algunas personas parecían frustradas por el camino por el que China insiste en caminar”.
En la opinión de este autor, hubo algunos errores en la toma de decisiones estratégicas sobre el régimen comunista en las últimas décadas, ¡pero ahora mismo, Estados Unidos está de hecho en una ruta hacia el despertar!
El año pasado tuve la oportunidad de conversar con Stanley Kao, un representante de Taiwán en los Estados Unidos, y me enteré de que a los diplomáticos taiwaneses les había resultado extremadamente difícil funcionar en los Estados Unidos debido a las presiones del régimen chino. El embajador Kao ni siquiera pudo reunirse oficialmente con los funcionarios del Departamento de Estado y tuvo que recurrir a todo tipo de maniobras inteligentes y únicas para establecer contacto.
Aunque no parece haber ningún malentendido sobre la intención y las posiciones entre los dos gobiernos de los Estados Unidos y Taiwán, hay muchos conceptos erróneos y malentendidos entre los funcionarios estadounidenses y chinos, a pesar de que estos últimos no tuvieron problemas para ponerse en contacto con sus homólogos estadounidenses.
Frustración
Como principal diplomático de la China comunista en Estados Unidos y como consecuencia de los dramáticos cambios en las relaciones chino-estadounidenses, Cui no está tan equivocado con respecto a sus observaciones y sentimientos.
Cuando el régimen chino sintió que los estadounidenses los estaban malinterpretando, ¿por qué no pudo ser que ellos estaban malinterpretando la verdadera intención y las nuevas políticas hacia China de parte estadounidense? ¿Podría ser que el gobierno de Estados Unidos tuviera algunas percepciones equivocadas acerca de China en el pasado, y que ahora se haya dado cuenta de la verdadera realidad y por lo tanto haya cambiado sus políticas?
Estos nuevos cambios políticos podrían muy bien ser “equivocados” a los ojos del régimen chino, cuando en realidad así es exactamente como debería ser.
Cui Tiankai sintió que algunos se sentían frustrados por el camino que está recorriendo China. Es cierto que mucha gente dentro y fuera de China se siente profundamente frustrada por el tortuoso camino en el que China estuvo desde 1949.
Los que se sentieron más frustrados no son los estadounidenses, sino los propios chinos, incluido el 95 por ciento de la población china que no forma parte de la élite del Partido Comunista Chino (PCCh). Si no fuera así, el régimen no necesitaría gastar más que su presupuesto militar en represión interna para “mantener la estabilidad”.
Si el pueblo chino no se sintiera frustrado por el camino que sigue su país, y si se sintiera orgulloso y contento con el camino, entonces no sería necesario que el régimen instalara cámaras de vigilancia en todas partes, censurara Internet y los medios de comunicación y exigiera un registro para comprar cuchillos de cocina. Si el pueblo de China supiera que está caminando por un camino recto con confianza, el régimen no necesitaría autoproclamarse y jactarse de “confianza en el sistema y el camino de China” todo el tiempo.
De hecho, el pueblo estadounidense se siente frustrado por el hecho de que China siga siendo un estado comunista en el siglo XXI, y uno puede sentir la frustración en los círculos gubernamentales, académicos y educativos. Este tipo de frustración es en realidad la misma que cuando el mundo es testigo de la hambruna de los norcoreanos mientras su líder insiste en su camino comunista y desarrolla misiles y armas nucleares a toda costa.
Status Quo
Estados Unidos fue muy benevolente con China y el pueblo chino y brindó a China un apoyo generoso muchas veces, incluído la última economía y el comercio con China desde su “apertura y reforma” en 1978. Sin embargo, incluso con el apoyo de Estados Unidos durante décadas y con una abundancia de tecnología, habilidades de gestión e inversiones que llegan a China, el mundo aún no observó una China próspera y libre, sino una que sea antiamericana, pro-rusa y contraria a los derechos humanos universales.
Cui argumenta que el camino de China se basa en sus propias características y que el desarrollo de China no puede ni debe cambiarse. Esto es muy erróneo. El camino que el PCCh impuso al país asiático no se basó en las propias características de China, sino en seguir las órdenes de Moscú.
Los pueblos de todo el mundo, incluidos los miembros del propio Partido, abandonaron la ideología guía del marxismo y el leninismo que adoptó el PCCh. Lo que el sistema social actual presenta no es el mejor beneficio para la gente, sino para la élite del PCCh, las 500 familias más importantes de la élite.
El único propósito del sistema es preservar el statu quo del Partido. En cuanto a si se debe cambiar el curso futuro de China y cómo se debe cambiar, no corresponde al PCCh responder. El pueblo chino ya tomó la decisión de luchar contra el PCCh y abandonar el PCCh en masa.
Es la esperanza del cuadro comunista chino Cui que “aquellos qué se sienten frustrados se enfrentarán a la realidad y dejarán ir sus sueños poco prácticos”.
La gente en China que tiene un entendimiento claro y consciente del PCCh puede sentirse deprimida cuando se enfrenta a la realidad, pero no perderá la esperanza. De lo contrario, los miembros del régimen no se sentirían tan inseguros de perder su poder o pasar noches sin dormir todo el tiempo, aunque tengan a su disposición policías armados, armas nucleares, tanques y aviones de guerra.
Despertar de América
El pueblo y el gobierno de Estados Unidos también pueden sentirse profundamente frustrados por una China que todavía no es libre, pero afortunadamente, el público estadounidense despertó. Aún más afortunadamente, tienen un nuevo presidente que está haciendo cambios, mejorando la economía, restaurando la moralidad y ajustando su postura sobre China.
Cui amenazó: “Si China insiste en su camino, habrá conflicto entre los dos países”.
Es decir, el régimen no abandonará sus ideales comunistas y estará en una ruta de colisión con el resto del mundo. Cuando este diplomático comunista dice que China pretende construir una “comunidad de destino humano universal”, ¿le suena de algo? Suena como un regreso planificado del movimiento comunista internacional!
En 1989, cuando tuvo lugar la masacre de la Plaza de Tiananmen, Occidente dio un gran paso adelante al darse cuenta de la malvada naturaleza de los comunistas chinos. Diez años después, en 1999, el mundo fue testigo a escala moral de la atrocidad del estado comunista cuando el PCCh comenzó a perseguir la disciplina espiritual Falun Dafa o Falun Gong.
Tras otros diez años, después de la crisis financiera de 2008, el mundo observó la avaricia y la codicia de los comunistas chinos. El régimen hizo muchos tratos por debajo de la mesa con los gobiernos de los países occidentales y utilizó el acceso a su mercado a cambio de que Occidente silenciara las violaciones de los derechos humanos de China.
A lo largo de los años, los pueblos de Occidente perdieron tanto su confianza como sus inversiones en China, y acaban de empezar a darse cuenta de que ya es hora de despertar y enfrentarse al régimen.
Joseph Nye de Harvard propuso el concepto de “poder blando” en la década de 1980 para denotar la capacidad de un estado de persuadir sin usar la fuerza. Aparentemente, el poder blando es algo que el régimen chino está ansioso por poseer cuando gasta millones en los ahora famosos Institutos Confucio en todas partes.
Tanto China como Rusia se encontraron débiles y desolados en su poder blando, encarnado en cosas que iban desde el cine y la literatura hasta los estilos de vida y la moral. Cuando el PCCh se da cuenta de que carece de poder duro en el poderío militar y de poder blando en la afinidad cultural, el único poder que puede poseer es el “poder agudo”: usar el dinero para comprar influencia política, que es lo suficientemente agudo como para causar daño, pero no lo suficientemente letal como para destruir a sus enemigos.
Es el uso del “poder agudo” lo que hizo que la nueva alianza de China y Rusia llamara la atención de Occidente, y ahora que el mundo libre se está preparando para lidiar con el nuevo eje maligno, o “triángulo maligno”, de la China comunista, Rusia e Irán.
Gran Bretaña fue el primero en negarse a apoyar la iniciativa “ Ruta de la seda” china, y el Primer Ministro May se unió a Trump como una advertencia contra Beijing sobre el futuro del comercio. Susan Thornton, Subsecretaria de Estado para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, afirmó que Estados Unidos es una potencia del Pacífico y no aceptará el intento de China de reemplazar a Estados Unidos en Asia y amenazar a otros países de la región.
Juicios erróneos
En cuanto a los verdaderos errores o juicios erróneos, podría haber ocurrido cuatro o cinco veces cuando Estados Unidos hizo eso hacia China. La primera fue en 1949, cuando Estados Unidos se acercó a la China comunista y casi abandonó Taiwán.
La segunda y tercera vez fueron durante las guerras de Corea y Vietnam, cuando Estados Unidos no se dio cuenta de que era China la que estaba detrás de ambas guerras! Occidente subestimó la voluntad de los comunistas de sacrificar a cientos de miles de jóvenes chinos sometiéndolos a la potencia de fuego estadounidense.
La cuarta vez fue durante la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989, cuando Estados Unidos volvió a subestimar erróneamente la crueldad del PCCh y olvidó demasiado pronto el derramamiento de sangre en la Plaza de Tiananmen.
El quinto y último error de juicio fue cuando el gobierno de los Estados Unidos no respondió con resolución a la persecución de Falun Gong que comenzó en 1999 y a la cosecha de órganos que el régimen del PCCh llevó a cabo contra la disciplina espiritual.
Estados Unidos es un país construido sobre la libertad religiosa y lucha contra la persecución. Mientras que la persecución de una fe justa continúa hoy en día, los políticos y estrategas estadounidenses todavía tienen que responder rápida y con firmeza.
¿Corregirá la administración de Trump el error de juicio y responderá decisivamente ahora? El mundo está observando atentamente.
El Dr. Frank Tian Xie es profesor titular de la cátedra John M. Olin Palmetto y profesor asociado de marketing en la Universidad de Carolina del Sur de Aiken, en Aiken, Carolina del Sur, EE.UU.
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