Beber agua es una parte esencial de la vida, pero beber agua de forma «equivocada» puede hacer más daño que bien. A veces, incluso puede poner en peligro la vida.
Error 1: Beber una cantidad excesiva de agua
Algunas personas piensan que cuanta más agua se beba al día, mejor, y esto se lleva a un grado extremo en el que se bebe mucha agua en poco tiempo. Sin embargo, esto es perjudicial para el cuerpo y puede provocar algunos síntomas.
El Dr. Gyaltsen Lobsang, experto en medicina preventiva y director de la Clínica de Medicina Preventiva Dr. Lobsang, afirma que beber demasiada agua de una sola vez puede provocar flatulencias y náuseas, al tiempo que añade un estrés innecesario al corazón y los riñones. Beber demasiada agua a la vez obliga a los riñones a expulsar el exceso de agua del cuerpo, lo que en consecuencia también provoca fatiga.
La consecuencia más grave del consumo excesivo de agua es un descenso significativo de los niveles de sodio en sangre, lo que provoca una intoxicación por agua. En casos graves, esto puede incluso provocar la muerte. La muerte se produce cuando la sangre del cuerpo se diluye en exceso, lo que provoca un desequilibrio en las concentraciones de iones intra y extracelulares.
La intoxicación por agua también puede provocar daños cerebrales permanentes, ya que un desequilibrio electrolítico en el cerebro puede permitir la entrada de agua en las células cerebrales, provocando su agrandamiento. Esto provocará un edema cerebral, que tiene consecuencias duraderas.
Los síntomas de la intoxicación aguda por agua incluyen, entre otros: vómitos, náuseas, dolores de cabeza, debilidad, irritabilidad, convulsiones, confusión, somnolencia y pérdida de conciencia.
Las complicaciones a largo plazo de la intoxicación por agua incluyen problemas de control de la vejiga, incontinencia urinaria, edema renal y cerebral y osteoporosis.
Por lo general, la intoxicación por agua es el resultado de beber varios litros de agua en un corto período de tiempo.
¿Por qué se produce una sobredosis de agua? Los casos más comunes solían ser personas con enfermedades mentales que bebían agua sin control. Otros casos eran corredores de maratón agotados y cadetes militares que bebían más agua de la que necesitaban, o personas con diarrea extrema que querían recuperar los líquidos perdidos. Hoy en día, los casos más comunes surgen de dietas vanguardistas como la dieta del agua coreana, en la que se intenta potenciar el metabolismo mediante una ingesta de agua extremadamente grande.
Una mujer coreana de 27 años, en nombre de la pérdida de peso, bebía más de un galón de agua al día y limitaba su consumo de sal. Después de vomitar y tener diarrea, experimentó unos 15 minutos de espasmos y perdió el conocimiento. No tenía antecedentes de epilepsia ni de problemas mentales, pero debido a su excesiva ingesta de agua la enviaron a urgencias. Afortunadamente, fue reanimada más tarde.
El Dr. Lobsang también señaló que, aunque beber agua favorece el metabolismo, no debe considerarse una forma de perder peso. Hay que beber agua lentamente, en sorbos pequeños, y el cuerpo reconoce cuando tiene suficiente agua.
¿Cómo puede saber si bebió demasiada agua? Basta con echar un vistazo cuando vaya al baño. Puede tomarse las cosas con más calma si su orina tiene un aspecto muy claro. La orina normal debe ser de color amarillo claro.
Al mismo tiempo, debe tener en cuenta que la ingesta diaria de agua recomendada para un adulto es de aproximadamente media onza de agua por cada kilo que pesa. Sin embargo, teniendo en cuenta el clima actual y los hábitos de vida de la persona media, el Dr. Lobsang recomienda beber hasta 3 onzas de agua por cada 4 libras de peso. Es decir, multiplique su peso en libras por 0,75 y esa es la cantidad de agua que debe beber en un día.
Error 2: Beber mucha agua helada
Durante el caluroso verano, a todo el mundo le gusta beber agua helada para refrescarse, pero en realidad eso puede agobiar mucho a su cuerpo.
La temperatura normal del cuerpo es de unos 97° F, y al estómago le gusta estar a unos 100° F. Por eso, cuando se beben tazas de agua helada de una sola vez, pueden ocurrir algunas de las siguientes cosas en el estómago.
El Dr. Lobsang señaló que beber demasiada agua fría de una vez hará que los vasos sanguíneos se contraigan y ralenticen la circulación del estómago. Para que la temperatura del cuerpo vuelva a alcanzar los 97°F, se necesitará mucho tiempo y energía. Además, cuando la temperatura del cuerpo disminuye, sus sistemas inmunológico y metabólico se debilitan.
El agua helada también hará que todo su tracto digestivo se contraiga, ralentizándolo en general. Por lo tanto, beber agua helada no es una buena idea, especialmente para las personas que ya tienen acalasia esofágica.
La acalasia esofágica es un trastorno de la motilidad del cardias, que impide que los alimentos entren en el estómago para su digestión. Los pacientes tienen dificultades para tragar. Un estudio descubrió que beber agua helada puede prolongar el tiempo de contracción del esófago y cerrar el cardias. Por lo tanto, los pacientes con esta afección sólo deben consumir bebidas calientes y comer comidas calientes para ayudar a su esófago a relajarse y aliviar sus síntomas.
Los dolores de cabeza por beber agua helada o granizados también se conocen más comúnmente como «congelación del cerebro». Esto se debe a que el hielo sobreestimula los nervios del paladar, lo que hace que los vasos sanguíneos se contraigan y expandan rápidamente. La expansión de los vasos sanguíneos provoca entonces dolores de cabeza. Este fenómeno no es un problema de los vasos sanguíneos del cerebro, sino una reacción del cerebro cuando percibe una diferencia de temperatura demasiado grande en el entorno.
No todo el mundo tendrá congelación cerebral después de beber agua helada, pero beber agua helada tendrá un efecto en su circulación sanguínea cerebral. Un estudio alemán del 2019 sobre el consumo de agua helada descubrió que todos los voluntarios experimentaron una disminución de la resistencia cerebrovascular (RI) y un aumento de la velocidad media del flujo arterial cerebral (MFV) después de beber agua helada.
El estudio también descubrió que la VMF era significativamente mayor en los voluntarios con dolores de cabeza que en los que no los tenían; los voluntarios que no tenían dolores de cabeza pero sí un historial de «congelación cerebral» tenían una VMF mayor que los que no los tenían.
Otro estudio realizado en Suecia descubrió que los dolores de cabeza provocados por el consumo de agua helada eran más comunes en las mujeres, y las mujeres que a menudo sufren migrañas tenían el doble de probabilidades de desarrollar dolores de cabeza por beber agua helada que las mujeres sin antecedentes de migrañas.
El Dr. Lobsang recomienda beber agua a temperatura ambiente, incluso en los días de mucho calor. Si realmente quiere beber agua fría, puede hacerlo en pequeños sorbos. Sin embargo, el Dr. Lobsang sugiere que no se beba agua helada, es decir, hielo recién derretido, como el de las botellas de agua que deja en el congelador.
Error 3: Beber agua purificada
El agua que la gente bebe suele pasar por un proceso de filtrado para eliminar contaminantes, metales pesados y bacterias. Sin embargo, el Dr. Lobsang no recomienda beber agua purificada. En su lugar, aboga por el agua con algunos minerales.
Por ejemplo, la gente de hoy en día tiende a tener una deficiencia de magnesio, que es el resultado del agua que bebemos hoy en día. El agua del grifo y el agua embotellada está siendo «suavizada», lo que significa que se le quitaron muchos minerales. Sin embargo, la carencia de magnesio afloja la estructura ósea, provoca diabetes y favorece los problemas cardiovasculares y los dolores crónicos. Si bebe agua rica en magnesio, puede obtener hasta el 30 por ciento de su valor diario.
Error 4: Beber agua directamente de la botella
Muchas personas se abstienen de beber agua embotellada porque temen ingerir plastificantes.
Las botellas de plástico suelen estar fabricadas con el compuesto PET, que es resistente a los cambios de pH pero no al calor. Por ello, hay quien dice que los plastificantes tienden a «filtrarse» en el agua embotellada tras ser expuesta a temperaturas más altas. Sin embargo, una investigación llevada a cabo por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Taiwán muestra que las botellas de PET expuestas a temperaturas de hasta 140 °F durante siete días consecutivos sólo presentaron cambios en su envase; y no se detectaron microplásticos ni plastificantes.
Por el contrario, el verdadero peligro proviene de beber directamente de las botellas de plástico.
Después de beber directamente de la botella, el moco que contiene bacterias tiende a pegarse al tapón de la botella y contamina la propia botella. Después de dejar una botella «contaminada» al aire libre durante un tiempo, las bacterias pueden reproducirse rápidamente en la botella. Beber una botella llena de bacterias no es saludable, por eso hay que beber toda el agua después de abrirla. También puede evitarlo vertiendo el agua en un vaso o evitando el contacto con la botella al beber. También debe guardar la botella en un lugar fresco y seco después de abrirla.
Error 5: Sustituir el agua
Muchas personas están acostumbradas a sustituir el agua por otros líquidos. Aunque estas bebidas contienen agua, a menudo también contienen cafeína o alcohol, sustancias con efecto diurético que hacen que se pierda aún más agua.
En realidad, el consumo de ciertas bebidas provoca una pérdida neta de agua sin que la gente se dé cuenta. El término médico para esto es deshidratación crónica.
La deshidratación crónica no se detecta fácilmente, pero puede provocar aumento de peso, estreñimiento, dolor en las articulaciones, piel seca, debilidad muscular, falta de memoria e irritabilidad. Y, en casos graves, puede provocar ataques al corazón o derrames cerebrales.
Si además estas bebidas tienen azúcar añadido, suponen una carga aún mayor para el organismo. La cantidad insana de azúcar puede contribuir al aumento de peso, la diabetes y/o las enfermedades cardiovasculares.
Si consume refrescos porque cree que el agua es demasiado insípida, el Dr. Lobsang le recomienda añadir algunas frutas a su agua, como rodajas de manzana o trozos de limón, que son aromáticas pero no demasiado dulces. Recuerde que no debe dejar el agua fuera durante toda la noche.
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