Opinión
Las mayores ambiciones del Partido Comunista Chino (PCCh) en 2020 son su XIV Plan Quinquenal y su visión 2035 para el desarrollo económico y social nacional. Se centra en la llamada «aceleración de la construcción de un sistema económico moderno basado en un desarrollo de alta calidad». Sin embargo, el líder chino Xi Jinping se está preparando para un trabajo difícil.
La economía china es un desastre
La economía de China era un desastre cuando Xi llegó al poder a finales de 2012. El país sufría problemas estructurales e institucionales a largo plazo que no podían seguir ocultos. En los ocho años siguientes, la tasa de crecimiento económico ha seguido bajando (aún no ha tocado fondo). La contramedida de Xi de «reforma estructural del lado de la oferta» para lograr una «nueva normalidad económica» aún está lejos de ser alcanzada.
Xi presidió la formulación del XIII Plan Quinquenal, y ahora tiene el XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y la visión 2035 (2021-2035). Xi no deja de lado su «sueño chino», que se basa en sus «pensamientos económicos», una ideología socialista de una economía política marxista.
Sin embargo, la ideología de Xi dificulta la modernización de la industria manufacturera de China.
Limitaciones del sueño de la manufactura china
A los ojos del PCCh, la industria moderna es el núcleo de la economía. La idea es construir un grupo industrial impulsado por la manufactura avanzada y las modernas industrias de servicios, mientras que la manufactura avanzada sirve como piedra angular.
La idea del PCCh no se basa enteramente en la preocupación económica, sino más bien en las ambiciones políticas y militares. China es conocida como la segunda economía más grande del mundo. Sin embargo, lo que se esconde detrás de esta falsa imagen es un montón de deficiencias.
Según los datos publicados por la División de Estadísticas de las Naciones Unidas, China representaba el 28 por ciento de la producción manufacturera mundial en 2018. Eso coloca al país más de 10 puntos porcentuales por delante de Estados Unidos, que solía tener el sector manufacturero más grande del mundo hasta que China lo superó en 2010.
Con un valor total añadido por el sector manufacturero chino de casi 4 billones de dólares en 2018, la manufactura representó casi el 30 por ciento de la producción económica total del país.
Sin embargo, la «fábrica del mundo» manufactura generalmente productos de gama baja, principalmente debido a las ventajas en mano de obra barata y la escala de producción. En comparación con Estados Unidos, Alemania y Japón, hay una gran brecha.
Según el sitio web del Consejo de Estado, el PCCh reconoció oficialmente que «la industria manufacturera de China es actualmente grande sin ser fuerte debido a su falta de innovación y de empresas internacionalmente competitivas, así como a su dependencia de las empresas extranjeras para muchas tecnologías básicas y bienes de capital. El PCCh también reconoce que los días de crecimiento de dos dígitos en la producción manufacturera han llegado a su fin debido a los métodos tradicionales ineficientes y a la falta de fabricación de alta gama. Por lo tanto, el país necesita mejorar la calidad de su base industrial».
Según un informe publicado por la Academia China de Ingeniería, titulado, «Un estudio sobre los problemas de la ejecución de la estrategia de poder de fabricación de China», la industria manufacturera de China todavía se basa en el modelo de expansión a escala: «China está muy por detrás de países desarrollados como Estados Unidos, Alemania y Japón (…) la tasa de beneficio de las ventas de la industria manufacturera china (…) sigue siendo inferior a la de Estados Unidos, Alemania y Corea del Sur».
En consecuencia, el PCCh puso en marcha su estrategia «Made in China 2025» en 2015, tratando de «alcanzar su objetivo estratégico de convertirse en una potencia manufacturera en tres etapas», según un informe de Hitachi. El primer paso de la estrategia es que China se incorpore a las filas de las potencias manufactureras para 2025. El segundo paso es convertirse en una potencia manufacturera de rango medio para 2035. Entonces China se unirá al grupo de las principales potencias manufactureras para 2049.
Obstáculos en la mejora de la manufactura de China
Por muy ambiciosa que sea la estrategia «Made in China 2025», dos factores importantes han derrumbado la base tecnológica para mejorar la industria manufacturera de China.
Primero, el deterioro de la relación entre China y Estados Unidos está avanzando hacia una nueva guerra fría. La disociación entre ambos países parece una consecuencia inevitable, especialmente en materia de tecnología y educación. En el contexto de la globalización, otros países están trasladando sus fábricas fuera de China.
La adquisición a gran escala de tecnología avanzada de Estados Unidos y otros países occidentales por parte del PCCh ha sido básicamente cortada. Sin las fuentes de tecnología avanzada, la base tecnológica para mejorar la industria manufacturera de China se ha derrumbado.
En segundo lugar, es bien sabido que China carece seriamente de innovación tecnológica. Esto ha creado un desafío a largo plazo para la economía china. Los fundamentos de la economía china, como el espíritu empresarial y la producción artesanal, rara vez existen después de 70 años de régimen comunista. En otras palabras, nunca ha existido realmente en el país un entorno económico para la investigación y desarrollo independiente.
Tomemos como ejemplo dos empresas chinas. Huawei afirma haber invertido mucho en investigación y desarrollo, pero el gigante de las telecomunicaciones «no ha tenido ni un solo invento original en 18 años», según el portal de noticias chino Sina.
La compañía china de computadoras Lenovo tomó la ruta de la tecnología, la industria y el comercio en la década de 1990. Pero su primer fundador, Ni Guangnan, fue destituido de su cargo después de haber defendido los derechos de propiedad intelectual de la investigación y el desarrollo. La decisión de despedir a Ni fue conocida como «el eterno dolor en la historia de los negocios chinos», reportó Sina.
En resumen, no hay mucha gente bajo el régimen actual que esté dispuesta a empezar las cosas desde cero, y la base tecnológica para la mejora de la fabricación se ha derrumbado.
Conclusión
Los medios de propaganda del PCCh dijeron: el XIV Plan Quinquenal y la visión 2035 han puesto la mira en perseguir «el desarrollo impulsado por la innovación y la conformación de nuevas ventajas de desarrollo» y «el desarrollo de una fuerza de trabajo de calidad», según las propuestas. Sin embargo, debido a la falta de medidas concretas y efectivas, el PCCh está simplemente desperdiciando el dinero de los impuestos. Con una mentalidad socialista y una atmósfera comunista, el noble objetivo de hacer avanzar la manufactura en China no es más que otro eslogan político y una charla vacía.
Wang He tiene una maestría en derecho e historia, con especialización en el movimiento comunista internacional. Fue profesor universitario y ejecutivo de una gran empresa privada en China. Wang fue encarcelado en China dos veces por sus creencias. Ahora vive en América del Norte y ha publicado comentarios sobre la actualidad y la política de China desde 2017.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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