La Universidad de Purdue ha intervenido para apoyar a un alumno chino que enfrentó acoso en el campus por sus críticas contra el Partido Comunista Chino (PCCh), diciendo que aquellos que censuran el discurso en nombre del régimen comunista deberían «continuar su educación en otro lugar».
«Uno de nuestros alumnos, después de hablar en nombre de la libertad y de otros martirizados por defenderla, fue acosado y amenazado por otros alumnos de su propio país de origen», dijo el presidente de Purdue, Mitch Daniels, en un correo electrónico enviado el 15 de diciembre a la comunidad del campus. «Peor aún, su familia en su país, en este caso China, fue visitada y amenazada por agentes de la policía secreta de la nación».
El correo electrónico llega semanas después de que ProPublica publicara un artículo sobre Kong Zhihao, un alumno de posgrado que fue objeto de ataque de otros alumnos de China por publicar en Internet una carta en la que «elogiaba el heroísmo» de los alumnos asesinados en la masacre de la Plaza Tiananmen en Beijing en el verano de 1989.
Según ProPublica, los alumnos chinos pro-Beijing siguieron a Kong por el campus, llamándolo «agente de la CIA» y amenazándolo con denunciarlo a la embajada china. Agentes del Ministerio de Seguridad del Estado de China (MSS, por sus siglas en inglés), el brazo de la policía secreta del régimen comunista chino, también visitaron a los padres de Kong y les dijeron que hicieran que su hijo se detuviera o que tendrían problemas.
Específicamente, el MSS exigió que Kong no participara en una conmemoración en Internet por el aniversario de la masacre de Tiananmen organizada por disidentes críticos al PCCh, quienes lo invitaron como orador invitado. Kong dijo a ProPublica que terminó rechazando la invitación.
Es lamentable que la universidad no supiera lo que le estaba sucediendo a Kong hasta que su artículo apareció en las noticias nacionales, dijo Daniels.
“Lamentamos no haber tenido conocimiento en su momento de estos hechos y tuvimos que enterarnos por fuentes nacionales”, escribió en el correo electrónico. «Eso refleja la atmósfera de intimidación que hemos descubierto que rodea a este tipo específico de discurso».
“Cualquier intimidación de este tipo es inaceptable y no bienvenida en nuestro campus”, continuó Daniels. «Cualquiera que se oponga al discurso en cuestión tiene su propio derecho a expresar su desacuerdo, pero no a participar en las acciones de acoso que ocurrieron aquí».
Tras señalar que Purdue ha castigado conductas que era «menos personales, directas y amenazantes», Daniels prometió que quienes acosaron a Kong se enfrentarán a «medidas disciplinarias apropiadas» una vez que sean identificados.
«Asimismo, a cualquier alumno que se descubra que haya denunciado a otro alumno ante cualquier entidad extranjera por ejercer su libertad de expresión o de creencias será objeto de una sanción significativa», advirtió.
Los alumnos extranjeros no son nada nuevo para Purdue, pero deben ajustarse a los valores de la universidad si desean ser parte de la comunidad del campus, dice el correo electrónico.
“Unirse a la comunidad de Purdue requiere aceptar sus reglas y valores, y ningún valor es más central para nuestra institución o para la educación superior en general que la libertad de investigación y expresión. Aquellos que busquen negarle esos derechos a los demás, y mucho más si se coluden con gobiernos extranjeros para reprimirlos, deberán continuar su educación en otra parte», concluyó Daniels en su mensaje.
A partir de este otoño, varios cientos de alumnos internacionales están inscritos en Purdue, incluyendo cerca de 200 alumnos de China. La universidad dejó de albergar el Instituto Confucio financiado por Beijing en 2019, pero mantiene una asociación académica con la Universidad Jiao Tong de Shanghai, una de las universidades de primer nivel administrada directamente por el Ministerio de Educación de China.
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