¿Es la soledad el nuevo tabaquismo?

Una epidemia de soledad está dañando nuestra salud

Por Jennifer Margulis
02 de abril de 2022 8:14 PM Actualizado: 02 de abril de 2022 8:16 PM

Cuando el ícono del pop canadiense Justin Bieber lanzó su canción «Lonely» en octubre de 2020, la estrella de 28 años cantaba sobre la abrumadora soledad que sintió después de volverse tan famoso a una edad tan temprana. La canción de Bieber rápidamente encabezó las listas en Canadá, así como en países tan diversos como Hungría, Malasia y Noruega.

No tengo edad para ser fanático de Justin Bieber, pero me encontré escuchando su canción una y otra vez profundamente conmovido. Independientemente de cual sea la opinión que tengamos sobre la música pop y el R&B, muchos de nosotros en el mundo moderno —tanto jóvenes como mayores— hemos experimentado alguna vez una profunda soledad, especialmente en los últimos dos años.

Esto es lo que pasa con la soledad: por un lado, el aislamiento social puede causar sentimientos de soledad. Pero uno también puede sentirse solo, sintiendo que no tiene a nadie en su vida que lo proteja, comprenda y apoye, incluso cuando está rodeado de familiares, amigos o fanáticos que lo adoran.

¿Quién se siente más solo?

Qué grupo de edad es el más afectado por la soledad es un tema de debate continuo. La investigación previa a la pandemia de la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONS) encontró que casi el diez por ciento de los adolescentes y adultos jóvenes de 16 a 24 años «siempre o con frecuencia» se sentían solos, tres veces más que los adultos de 65 años o más. Ese mismo informe encontró que las mujeres admiten sentirse solas más que los hombres.

La Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio e innumerables otros estudios, encuentran que casi cuatro veces más hombres que mujeres mueren por suicidio cada año, la investigación de la ONS sugiere que las mujeres en realidad pueden ser más propensas a la soledad que los hombres. Pero los científicos no saben si eso se debe a que las mujeres tienden a ser más abiertas sobre sus desafíos emocionales o porque en realidad sufren más.

La OMS informa que la soledad y el aislamiento social afectan a uno de cada tres adultos mayores en algunos países, y un meta-análisis reciente publicado en la revista PLOS One encontró que la soledad afectaba a una cuarta parte de los adultos mayores de 60 años en países de altos ingresos. Este estudio analizó la soledad entre las personas mayores en Australia, Europa, Singapur y Estados Unidos, y encontró que casi el 26 por ciento sufría de soledad moderada, mientras que casi el 8 por ciento informó sentir una soledad severa.

La situación se agrava durante COVID

Un informe reciente de Harvard indica que la epidemia de COVID empeoró seriamente la soledad de muchos. La encuesta hecha a 950 estadounidenses encontró que el 36 por ciento dijo experimentar soledad con frecuencia o casi todo el tiempo y el 61 por ciento de los adultos jóvenes (de 18 a 25 años) y el 51 por ciento de las madres con niños pequeños informaron soledad grave.

El informe también encontró que el 43 por ciento de los adultos jóvenes dijeron que su soledad aumentó durante la pandemia. Lamentablemente, la mitad de estos jóvenes dijeron que nadie en las últimas semanas se había tomado más de unos minutos para preguntar por su bienestar de una manera que los hiciera sentir que la persona «se preocupaba genuinamente».

La soledad puede ser particularmente aguda para las personas que se encuentran inesperadamente solas. Sé que estar en desacuerdo con amigos y seres queridos debido a nuestras diferencias de opiniones sobre cómo entender y reaccionar ante el COVID-19 me ha llevado a sentirme solo como nunca antes. La muerte de una pareja o un ser querido, la reducción de la movilidad debido a una enfermedad, así como la falta de transporte también pueden ser fuertes desencadenantes de la soledad, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.

Vivir solo pero sin sentirse solo

Al mismo tiempo, sin embargo, vivir solo no siempre resulta en soledad. Como informa el NIA, en Estados Unidos, alrededor del 28 por ciento de los adultos mayores viven solos, unos 13.8 millones de personas, pero muchos no se sienten solos ni sufren aislamiento social.

La abuela de mi esposo vivió sola durante casi 20 años después de que su esposo muriera de un ataque al corazón, pero no estaba sola. Una vez que superó el dolor abrumador de perder al amor de su vida, disfrutó de una rica vida social y buena salud.

Gigi, como la llamábamos (que significa bisabuela), visitaba a sus hijos y nietos con regularidad, iba a almorzar con su grupo de amigas al menos dos veces por semana, nunca rechazaba una invitación para ir a algún lugar, jugaba al golf con regularidad, hablaba con gente que no conocía en todas partes, desde el salón de belleza hasta el club de campo, y asistía a misa todos los domingos. A pesar de tener seis hijos, once nietos y varios bisnietos (o tal vez por eso), nunca dejó de enviar un regalo y una tarjeta de cumpleaños.

La soledad es mala para la salud

Según investigadores en España, la soledad continua se asocia con ansiedad, depresión y estrés. Lo cual tiene sentido. Pero lo que es menos conocido es que estar solo también aumenta nuestro riesgo de deterioro cognitivo, hipertensión y otros problemas cardíacos, fragilidad, accidente cerebrovascular e incluso muerte prematura, según varios estudios.

El impacto de la soledad en la salud a veces es tan grave que, de hecho, un informe encontró que la soledad y el aislamiento social pueden ser tan malos para la salud como fumar 15 cigarrillos al día. Al igual que fumar, la falta de conexiones sociales y amistades sólidas a veces tiene consecuencias potencialmente mortales, según la Administración de Servicios y Recursos de Salud de EE. UU.

Entre los problemas de salud que surgen de la soledad, el más preocupante puede ser el deterioro cognitivo. Las personas que están aisladas y solas tienden a desempeñarse peor en las pruebas de memoria y función cognitiva y tienen más probabilidades de experimentar una progresión de la enfermedad de Alzheimer, según los académicos del Centro para el Envejecimiento Saludable de Penn State.

Los investigadores creen que esto se debe a que los sentimientos de soledad pueden alterar la función celular, causar cambios en el sistema inmunológico y aumentar la inflamación, lo que a su vez aumenta la probabilidad de enfermedad.

Sin embargo, a pesar de los efectos devastadores de la soledad en la salud, es un problema que se ha descuidado en gran medida. Tal vez porque es muy difícil de remediar.

Después de todo, aunque el uso de antidepresivos ha ido en aumento, no tenemos una pastilla para la soledad.

Cómo solucionar el problema de la soledad

En 2018, para abordar la epidemia de soledad y hacerle frente, Teresa May, la primera ministra de Gran Bretaña, nombró a un ministro de la soledad. En 2021, Japón, que experimentó un aumento en las tasas de suicidio por primera vez en once años, hizo lo mismo y nombró a su primer ministro de la soledad.

El cirujano general de EE. UU., Vivek Murthy, también está de acuerdo en que la soledad es un grave problema de salud pública. De hecho, Murthy escribió un libro sobre la soledad: «Juntos: el poder curativo de la conexión humana en un mundo a veces solitario», que se publicó (bastante proféticamente) en abril de 2020.

“Mientras que la soledad engendra desesperación y aún más aislamiento, la unión genera optimismo y creatividad”, escribió Murthy. “Cuando las personas sienten que se pertenecen unas a otras, sus vidas son más fuertes, más ricas y más alegres”.

Desafortunadamente, gran parte de la soledad que la gente sufre ahora proviene de tendencias más amplias por la forma en que vive la gente. El aislamiento social iba en aumento antes de que llegara COVID. Un factor es que las personas se mueven y/o mudan más, dejando atrás las redes sociales multigeneracionales y el tiempo que pasan en casa. La calidad adictiva de las redes sociales y nuestro acceso a una lista cada vez mayor de entretenimiento a pedido ha tomado parte del tiempo que antes pasábamos en contacto cara a cara con otros. Incluso las compras en línea han reducido nuestro contacto social y las relaciones que solíamos formar con los comerciantes locales o personas conocidas en nuestra comunidad. El problema se ha agravado para los niños pequeños, que ya no deambulan libremente por su vecindario y, en cambio, pasan su tiempo libre jugando con sus teléfonos y sistemas de juegos.

A pesar de todo eso, si usted es alguien que se ha sentido solo, ciertamente hay cosas que puede hacer para reconstruir su contacto social.

Las curas obvias y esenciales para la soledad son aprovechar su estructura social y pasar más tiempo con amigos y familiares. Muchas de estas relaciones pueden haberse marchitado un poco si no las ha mantenido, pero la buena noticia es que nuestras relaciones a largo plazo tienen raíces profundas y fácilmente vuelven a la vida con un poco de atención.

Si se da cuenta de que está descuidando la conexión social porque está “demasiado ocupado”, recuérdese que esto es esencial para su bienestar. Si no sabe como hacerlo, puede pensar en algo, incluso encontrar un pretexto. ¿Está su jardín algo cubierto de maleza? Llámelos y dígales que quiere pasar el rato y meter las manos en la tierra.

Si es nuevo en un área o tiene pocos lazos sociales, puede ser hora de hacer nuevos amigos. Su iglesia o sinagoga local puede tener un encuentro semanal, puede buscar aplicaciones basadas en la web como Meetup para encontrar personas que disfrutan de los mismos pasatiempos que usted, y también puede tomar una clase en su centro comunitario local para encontrar gente con la que pueda sentirse identificado.

Participar en clubes, deportes y trabajos como voluntario pueden ser excelentes maneras de hacer nuevos amigos. Lo principal es salir y conectar con la gente.

Maneras de salir de la soledad

Hay varias cosas que puedes hacer si sufres de soledad.

Clubes

Personas de diversas pasiones e intereses se reúnen en cada comunidad. Se animan unos a otros en su pasatiempo, oficio o interés compartido y adquieren un sentido de pertenencia a partir de esta unidad de objetivos. Los clubes pueden abarcar desde costura hasta recolección de rocas, desde jardinería hasta lectura. Lo mejor de unirse a un club es que también puede encontrar una actividad que continúe realizando fuera de las reuniones del club que puede ayudar a mantener su mente en calma y su atención ocupada. Los investigadores incluso han investigado los beneficios de estas actividades y han descubierto que el bordado, el tejido y otras manualidades y tareas repetitivas y creativas tienen un efecto terapéutico en sí mismas.

Deportes

Hay pocas cosas que pueden levantar el espíritu y crear una sensación de autoempoderamiento tan rápido como la actividad física. El cuerpo requiere movimiento para la salud básica, y algunos sistemas, como el sistema linfático, incluso requieren contracciones musculares para llevar a cabo sus funciones esenciales. El ejercicio está relacionado con un mayor bienestar en innumerables estudios, y para aquellos que se sienten solos, hay un beneficio adicional: unirse a una liga deportiva local es una excelente manera de interactuar con las personas de manera informal. Si bien se espera una cierta cantidad de camaradería, el mayor enfoque está en el juego en sí.

Voluntariado

El mundo está acosado por problemas e innumerables personas están tratando de ayudar a resolverlos. Estas actividades van desde hacer compañía a los ancianos hasta organizar la limpieza de basura local. Nunca hay suficientes manos, por lo que los voluntarios suelen ser muy valorados. Y mientras que la televisión puede decirnos que la buena vida se tiene en los placeres hedónicos, la investigación nos dice que las personas verdaderamente felices viven una vida de conciencia y servicio. Así que encuentre una causa que le interese y busque personas que compartan esa misión. Si el coordinador le pide que recopile números de teléfono para una hoja de cálculo en casa en su computadora, dígale que el contacto social es importante para su motivación de ser voluntario.

Encuentre apoyo

Si está deprimido, puede ser incómodo incluso estar rodeado de personas. Lo mismo ocurre si la soledad es un efecto secundario de la ansiedad o el malestar social. Así como la desnutrición conduce a enfermedades que requieren un médico, la soledad puede conducir a un estado que necesitamos ayuda para resolver.

Hay muchos tipos de terapia y algunas son más efectivas que otras. Lo que funciona mejor para usted puede ser diferente para otra persona. Algunas terapias, como la terapia cognitiva conductual, pueden ayudarlo a abordar los pensamientos inexactos o negativos que tienen un efecto corrosivo en su vida.


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