El comité del Congreso encargado de supervisar la amenaza que supone el régimen comunista chino exige respuestas al FBI, afirmando que la agencia puede no haber sido consciente de la existencia de comisarías secretas chinas en suelo estadounidense hasta que la información pública reveló la historia.
El Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica con el Partido Comunista Chino (PCCh) envió una carta al FBI el 26 de abril en la que solicitaba que el director del FBI, Christopher Wray, diera cuenta de la presunta incapacidad del buró para informar de manera significativa al comité con detalles de sus prácticas de investigación sobre el asunto.
«Expresamos nuestra preocupación por el hecho de que el FBI no estuviera al tanto de la presencia de agentes de la ley [chinos] en Estados Unidos y actuara solo después de que un grupo de expertos informara sobre información de fuente abierta», decía la carta, haciendo referencia a la correspondencia previa entre el comité y el FBI.
El comité envió la carta poco después de la detención, el 17 de abril, de dos presuntos agentes del PCCh, a los que se acusa de establecer una comisaría en Nueva York desde la que llevaron a cabo una campaña sistemática de represión contra disidentes chinos.
La carta del comité selecto dice que cuando el FBI proporcionó una sesión informativa clasificada sobre el asunto en marzo, no proporcionó ninguna información sustantiva sobre el tema o sus métodos para contrarrestarlo.
«Nos decepciona que la sesión informativa no diera respuesta a ninguna de nuestras preguntas enumeradas en nuestra carta inicial y que no informara a los miembros del Comité Selecto sobre los esfuerzos del FBI para hacer frente a la muy significativa amenaza de represión transnacional por parte del PCCh».
«Nos decepcionó que el FBI sólo proporcionara información vaga, casi toda la cual podía encontrarse en informes públicos», decía la carta.
Es posible que el FBI no lo supiera
Las dos personas detenidas —Lu Jianwang y Chen Jinping— presuntamente conspiraron para trabajar como agentes del PCCh y recibieron órdenes del régimen para localizar y silenciar a los disidentes chinos residentes en Estados Unidos, según los fiscales.
Se cree que la comisaría que establecieron en Nueva York es una de las más de 100 que operan los agentes del PCCh en todo el mundo, según Safeguard Defenders, una organización sin ánimo de lucro con sede en España.
Sin embargo, a pesar de esta presencia masiva, el FBI no llevó a cabo una redada en la estación hasta octubre de 2022, un mes después de que Safeguard Defenders hiciera pública la existencia de la instalación.
Por ello, el comité selecto exige a Wray una respuesta directa sobre si el FBI tuvo alguna vez conocimiento de la instalación, o simplemente actuó como reacción a las investigaciones públicas.
«La amenaza de planes de represión transnacional [comunistas chinos] dirigidos contra ciudadanos estadounidenses —principalmente estadounidenses de origen chino— socava los principios fundacionales estadounidenses de libertad», dice la carta.
«Las fuerzas policiales de Estados Unidos deben hacer que estos autores rindan cuentas y proteger mejor a Estados Unidos de futuras amenazas».
The Epoch Times ha solicitado comentarios al FBI.
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